ABC– 23/05/17
· El jefe del Gobierno se muestra tajante ante el órdago: «No apoyaré que liquiden el Estado»
· «Antidemocrático»
«Es de lo más grave que he visto en mi vida política. Es difícil encontrar precedente tan antidemocrático»
· «Delirio jurídico»
«Es un delirio jurídico, un disparate. Es liquidar en el siglo XXI un Estado nacional en 24 horas, porque sí»
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, decidió responder ayer en primera persona al órdago separatista planteado por la Generalitat de Cataluña, al que confiere la máxima gravedad y que no tolerará. Coincidiendo con la presencia de Carles Puigdemont en Madrid para promocionar su proyecto unilateral de ruptura, Rajoy aseguró que el desafío independentista ha llegado a tal extremo que representa el hecho político más grave que ha acontecido en la España moderna. «Es difícil encontrar un precedente tan antidemocrático como este», dijo.
Con gesto serio, por momentos tenso, se refirió como «amenaza» y «chantaje» al proyecto de ley de ruptura perfilado por la Generalitat, que conllevaría a la proclamación unilateral de independencia «en 24 horas» si el Estado no autoriza su referéndum. «Este es uno de los acontecimientos más graves que he visto en mi vida política», señaló sobre el plan de proclamar una república catalana. «Es un delirio jurídico. Es un disparate desde cualquier punto de vista que se mire. Es lisa y llanamente liquidar en el siglo XXI un Estado nacional en 24 horas, porque sí», denunció con toda solemnidad en su primera rueda de prensa en Génova en el último año tras asistir al Comité Ejecutivo Nacional del PP.
Aunque la mayoría de las preguntas que se le dirigieron fueron sobre la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE y sus posibles consecuencias para la estabilidad de la legislatura, Rajoy centró su comparecencia en la crisis política e institucional abierta en Cataluña. Sí confió en seguir contando con el apoyo incondicional de los socialistas ante el desafío a la soberanía nacional. «No puedo pensar cosa distinta», afirmó.
Pero su mensaje central fue dirigido a Puigdemont, al que exigió que «cese el chantaje» al Estado y, lejos de buscar patrocinadores en «otros foros» como el Ayuntamiento de Ahora Madrid, «dé la cara» en las Cortes. Es en el Parlamento, insistió, donde reside la soberanía nacional, donde se debe explicar y debatir cualquier propuesta política, con o sin recorrido legal. Rajoy reiteró la oferta del Gobierno, verbalizada el viernes por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, de plantear en el Congreso el debate sobre Cataluña respetando las formas democráticas. «Esa invitación es lo más razonable que se puede hacer en la situación en la que estamos. Para que la propuesta comience a andar necesita el apoyo de la Cámara. No necesita del mío, sino del apoyo mayoritario», dijo. Sin citarlo, Rajoy dibujó el camino antes explorado por el exlendakari Juan José Ibarretxe, que compareció ante el Congreso en 2005 para exponer sus planes soberanistas, sin ningún éxito.
Rehuir el debate
El presidente planteó ayer que si Puigdemont accediera a llevar su propuesta de consulta a las Cortes Generales, él mismo tomaría la palabra como jefe del Ejecutivo. Lo haría para defender con la mayor firmeza la soberanía nacional y la unidad de España. «Yo voy a dar la cara. Un líder convencido de la bondad de sus propuestas tiene que ejercer el liderazgo, actuar con determinación, coraje y valentía. Le invito a que dé la cara. Si no lo hace, el mensaje que manda es que pretende romper», advirtió.
Ante el horizonte parlamentario incierto, con Podemos defendiendo el llamado «derecho a decidir» y el socialismo revisando la idea de «nación», Rajoy se mostró tajante al cerrar la puerta a la «liquidación del Estado nacional en 24 horas». «Yo, Mariano Rajoy, no voy a apoyar ni la liquidación de la soberanía nacional ni de la unidad», señaló el presidente.