EL CORREO 07/07/14
· El presidente alaba el «contacto directo» que ha existido entre Rubalcaba y el Gobierno para hacer frente a la crisis en Cataluña
· El jefe del Ejecutivo avisa que si es preciso el PP frenará el referéndum sin el apoyo socialista
El presidente del Gobierno aprovechó su intervención en la clausura del campus de verano de la fundación FAES para lanzar un mensaje al futuro secretario general del PSOE sobre la forma en que se debe afrontar el desafío soberanista en Cataluña. Mariano Rajoy instó a que, una vez «se resuelva la situación conocida por la que está pasando el principal partido de la oposición», el próximo responsable de los socialistas se mantenga firme en las posiciones que hasta ahora ha defendido el partido en contra de la consulta secesionista. De la misma forma, le conminó a que prosiga el «contacto directo con el Gobierno» que ha protagonizado en relación a este tema «la persona que ahora ha abandonado», en referencia a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Cataluña está muy presente en la pugna que enfrenta a Eduardo Madina, Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias por el liderazgo socialista. Los dos primeros se han atenido en la campaña a lo acordado hace un año en la declaración de Granada, por la que las federaciones del PSOE pactaron una propuesta común para impulsar una reforma de la Constitución que profundice en los aspectos federales del modelo autonómico. No obstante, tanto Madina como Sánchez se han visto obligados a matizar algunas de sus declaraciones en torno al problema catalán.
El diputado vasco hubo de rectificar después de posicionarse a favor de una consulta «legal y acordada». Por su parte, Sánchez tuvo que salir al paso tras mostrarse partidario de la creación de un Estado federal asimétrico en el que Cataluña cuente con una financiación especial. Quien más lejos se ha situado de las tesis defendidas por el Ejecutivo central es Pérez Tapias. El representante de la corriente Izquierda Socialista es el único de los tres aspirantes a la Secretaría General que se declara a favor de una consulta, aunque con la condición de que ésta sea meramente a título orientativo y suponga el inicio de un proceso y no su final.
Las palabras pronunciadas ayer por Rajoy ponen de manifiesto que estas diferencias y vaivenes de los candidatos socialistas en torno a Cataluña han sembrado inquietud en La Moncloa, donde se ve al principal partido de la oposición como un aliado clave para enfrentarse a las aspiraciones soberanistas. En cualquier caso, tras pedir lealtad institucional al PSOE, Rajoy insistió en que la consulta planteada por la Generalitat no se llevará a cabo aunque el PP tenga que frenarla en solitario. «Ese referéndum no se puede celebrar y no se va a celebrar, lisa y llanamente porque es ilegal», sentenció el presidente. El jefe del Ejecutivo reiteró que «lo que sea España es algo que corresponde decidir al conjunto de todos los españoles, como perfectamente reza la Constitución».
Estado del Bienestar
Rajoy dedicó buena parte de su discurso en el campus de FAES para realizar una encendida defensa de las políticas sociales de su Gobierno. El presidente del Gobierno restó cualquier credibilidad a las acusaciones de amplios sectores de la izquierda que atribuyen al PP y sus recortes la liquidación del Estado del Bienestar.
Según enumeró, no ha bajado ni congelado las pensiones, es el que más dinero a becas ha destinado en unos presupuestos del Estado, el sistema de dependencia presta servicio hoy a más personas que en diciembre de 2011 y la sanidad es más universal que nunca además de atender a los inmigrantes irregulares en unas condiciones, al menos, iguales a las del mejor país europeo en esta materia. «Es más fácil comentar que reformar, mas fácil opinar que decidir y es más fácil criticar que construir», atacó Rajoy a los adversarios que le censuran.
Por último, el jefe del Ejecutivo, que se declaró realista a la vez que optimista con el futuro, afirmó no tener duda de que la culminación de la salida de la crisis devolverá a los españoles toda la autoestima que se han dejado por el camino. En este sentido, Rajoy pidió no olvidar que España sigue siendo una democracia de primer orden y una potencia económica con éxito en los cinco continentes. También destacó la existencia de unas instituciones solidas que los españoles se han dado a sí mismos y que, puso a modo de ejemplo, han permitido «hacer una sucesión en la Jefatura del Estado en quince días sin que pase nada».