EL CONFIDENCIAL 24/05/17
El Gobierno considera que la moción de censura de Pablo Iglesias contra Mariano Rajoy es otra operación de imagen del jefe de Podemos, más dirigida a acosar al PSOE que contra el propio Ejecutivo, y procurará darle el menor relieve parlamentario posible. En fuentes gubernamentales no descartan la intervención de Rajoy en el pleno correspondiente, pero en medios parlamentarios apuntan que el discurso de rechazo al candidato de Podemos corresponderá en principio al portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando.
Más complicado lo tendrá el grupo parlamentario del PSOE, que para la fecha del pleno, el martes 13 de junio, tendrá que recurrir a un portavoz provisional a la espera de que Pedro Sánchez conforme su nuevo equipo en el congreso convocado para el fin de semana siguiente. La decisión final del PP sobre el ‘nivel’ del interviniente o intervinientes en el pleno dependerá tanto de la relación de complicidad o competencia que establezcan los sanchistas con Iglesias como del grado de agresividad o demagogia del líder podemita.
Como no hay turno previsto del presidente censurado, Rajoy tendría que apelar expresamente a su condición general de titular del Ejecutivo que le faculta para intervenir en cualquier pleno. O delegar en la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
«¿Yo replicar? No, yo nunca le replico a nadie», dijo Rajoy en el Senado al ser preguntado sobre si tiene previsto contestar a Pablo Iglesias en persona en el debate de la moción de censura. El presidente del Gobierno, además de despejar la cuestión, sí quiso bromear sobre la fecha elegida por la presidenta del Congreso, Ana Pastor: «Ponerla en martes y 13 revela un cierto buen humor».
En fuentes gubernamentales y del Grupo Popular, insisten en que de las palabras de Rajoy no se puede deducir que descarte intervenir en el pleno, y tampoco lo contrario. Aseguran que todavía no hay nada decidido. Sí admiten en los mismos medios que su objetivo es lograr que Iglesias saque el menor provecho posible de la sesión, a la que concurrirá con el apoyo de algunos grupos independentistas como ERC más Bildu. La expectación principal del debate reside en comprobar cómo reacciona el nuevo-viejo PSOE sanchista al órdago de Podemos.