ABC 11/10/16
· Una parte de La Moncloa sigue sin fiarse del PSOE y del control de la gestora
En tres semanas habrá Gobierno en España o estarán convocadas las terceras elecciones generales. En La Moncloa observan con atención cada paso que va dando el PSOE, y ante la posibilidad de que los socialistas se acaben absteniendo en una investidura la última semana de octubre, Mariano Rajoy ha empezado a preparar ya su discurso, con el que pretende hacer más digerible la abstención en las filas socialistas.
La designación de Javier Fernández como presidente de la gestora socialista, y por tanto como interlocutor político del líder del PP, ha devuelto el optimismo al presidente en funciones, y a parte de su equipo. El entorno de Rajoy en La Moncloa está claramente dividido, entre los que creen que la investidura es cuestión de días, y los que no acaban de fiarse de un PSOE roto ni del control de la situación que pueda tener ahora mismo la gestora. La decisión final del PSOE la tomará el Comité Federal, y no todos en el PP piensan que será una abstención.
Contactos exploratorios
Rajoy, de momento, ha mantenido ya varias conversaciones con Javier Fernández, según confirmó ayer el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Fuentes de La Moncloa explicaron que son contactos exploratorios, en los que se ha hablado de calendario sobre todo, y que han servido a Rajoy para dejar claro a su interlocutor que no pondrá condiciones, que quiere evitar el «disparate» de unas elecciones y que su discurso de investidura será «conciliador».
Desde el entorno de Rajoy se subraya que en esas conversaciones no se ha entrado en ninguna negociación específica, ni se ha producido un intercambio de documentos. Pero sí han servido para que el presidente en funciones compruebe que el diálogo es posible con Javier Fernández, aunque sea consciente de que la decisión de la abstención no depende de él.
Ante la posibilidad de que el Comité Federal opte por acabar con un bloqueo que dura casi diez meses y permita así la formación de Gobierno, Rajoy encargó el viernes pasado a su gabinete que empezase a trabajar en el discurso de investidura, que tendría que estar listo para la última semana de octubre. Lo hizo después de escuchar al presidente de la gestora socialista y calibrar la situación.
El presidente en funciones quiere que su discurso, que abriría el debate, sea muy parecido al que pronunció el 30 de agosto, en la investidura que resultó fallida. Partirá del acuerdo con Ciudadanos y con Coalición Canaria, y tendrá un tono de mano tendida hacia el PSOE, con propuestas similares y con una exposición de los retos inmediatos que tiene España, y que pasan por los compromisos con Europa y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2017.
Pactos de Estado
Como informó ABC este domingo, Rajoy volverá a plantear hasta ocho pactos de Estado sobre asuntos en los que cree posible y necesario el entendimiento con el PSOE, y que parten del acuerdo suscrito con Ciudadanos. Son acuerdos relacionados con la reforma del sistema de financiación autonómica, el fortalecimiento de las pensiones, la creación de empleo, la unidad de España, la Educación, la Energía, la Ciencia, la lucha contra la violencia de género y la regeneración democrática. Rajoy quiere poner el acento en lo que une al PP, al PSOE y a Ciudadanos, como la defensa de la Constitución y el Estado de Derecho, y también otros asuntos de Estado como la lucha contra el terrorismo yihadista.
Es un camino que el PP espera recorrer a partir de la investidura. El objetivo es que sea una legislatura en la que se aparquen los puntos más espinosos de los programas que puedan separar a unos de otros, y todos se centren en lo que puede acercarles.
Será una legislatura de negociación y de pactos, en la que Rajoy valorará en su equipo la capacidad de llegar a acuerdos. Sin estos será imposible gobernar y aprobar la primera gran ley, que serán los Presupuestos.
Las cuentas del calendario
«Hay tiempo», repiten en el Partido Popular, donde todavía salen las cuentas del calendario. Rajoy se comprometió con Fernández a respetar el calendario interno del PSOE, y en La Moncloa cuentan con que el Comité Federal será en torno al 23. Los populares quieren tener «paz» con los socialistas en estas semanas y no provocar ninguna reacción airada que complique su abstención.
El calendario definitivo está aún por definir, pues depende de ese Comité Federal. Pero todo indica que en la semana del 24 de octubre su concentrará todo el proceso de investidura, desde la ronda de consultas que mantendrá el Rey con los representantes de los grupos parlamentarios, hasta el debate de investidura con dos votaciones y 48 horas entre ambas. La hora límite serán las 23.59 del día 31.