EL MUNDO 12/07/14
Muchos meses después, casi un año, de la última entrevista cara a cara entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat en La Moncloa, y con muchas tensiones y encontronazos en la distancia sobre las espaldas, Mariano Rajoy y Artur Mas se muestran dispuestos a celebrar por fin un nuevo encuentro. Será inminente. Si no surge ningún obstáculo de último minuto, se producirá antes de las vacaciones del mes de agosto.
Ayer, ambos hablaron por teléfono. Asegura la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que la conversación duró lo «suficiente» y fue «cordial». Ahora los respectivos gabinetes cierran el día y la hora.
El esperado anuncio del contacto entre ambos se produjo al término del Consejo de Ministros. En esta ocasión no hubo que hurgar ni insistir para conocerlo, la portavoz del Gobierno dio cuenta de ello en respuesta a la primera pregunta que le dirigieron los periodistas.
«Rajoy y Mas han hablado esta mañana. Ha sido una conversación telefónica cordial y a partir de ahí trabajaremos para poder concertar un encuentro». Después gotearon algunos detalles. Muy pocos.
Santamaría no quiso desvelar de quién había partido la iniciativa. Cuál de los dos dio el primer paso y levantó el teléfono. Fue el Gobierno de la Generalitat el que se prestó a aclarar este extremo que, según la vicepresidenta, mejor debía dormir para «no alimentar» el tira y afloja «que se ha visto en los últimos días», cuando desde el Gobierno catalán se aseguró que Artur Mas en persona le había solicitado un encuentro a Rajoy el día de la proclamación del Rey, y el presidente del Gobierno había optado por dar la callada por respuesta.
· Según fuentes de la Generalitat, ayer mismo por la mañana Mas remitió una carta por correo electrónico a Rajoy y éste le respondió por teléfono a las 13.00 horas.
· No se proporcionaron datos acerca de la misiva del president aunque sí se apuntó que la misma llevaba fecha de 10 de julio porque fue escrita el jueves.
Santamaría tampoco precisó la fecha aproximada de la reunión que preparan ambos, pero fuentes de La Moncloa dan por hecho que, salvo imprevistos de última hora, se producirá antes del periodo vacacional de agosto.
«Lo importante», aseguró Santamaría, «es que han hablado y en ambos hay voluntad de reunirse». Todo indica que en esta ocasión, a diferencia de lo sucedido a finales del pasado mes de agosto, el encuentro no se llevará a cabo en secreto. Mariano Rajoy acabó decepcionado con esta fórmula cuando el pacto de discreción que amparó su reunión de hace un año fue roto desde Barcelona.
Ahora, las señales que llegan desde La Moncloa inducen a pensar en una entrevista transparente, con luz y taquígrafos, en la que ambas partes aporten su versión públicamente, sin canales anónimos ni filtraciones interesadas.
El encuentro, en principio, no tendrá una agenda preestablecida, pero el Gobierno recuerda que la línea roja que el presidente Rajoy en ningún caso puede traspasar es la que marca la consulta independentista que pretende celebrar la Generalitat el próximo 9 de noviembre.
Encontrar una salida legal a este referéndum es la primera preocupación de Mas. A buen seguro éste será su principal objetivo en su cita inminente con Rajoy. No obstante, la número dos del Gobierno se encargó ayer de precisar una vez más que la posición del presidente sobre esta cuestión es inamovible.
«Mariano Rajoy ha dejado siempre clara su postura» respecto al referéndum: «No se puede contravenir la Constitución», ni tampoco «aquello que el propio Congreso de los Diputados y el Tribunal Constitucional han determinado».
Así, pues, el diálogo quedará delimitado por los términos que establecen la Carta Magna y las leyes. «Y el referéndum de autodeterminación», recalcó la vicepresidenta, «no tienen cabida en nuestro ordenamiento jurídico».