Rajoy pretende contar con PSOE y PNV para un final irreversible de ETA

DIARIO VASCO, 8/12/11

Recaba información sobre la situación en Euskadi y aboga por un «desarme incondicional» de la banda. El futuro presidente ha contrastado datos en los últimos días con la cúpula del PP vasco

La crisis económica consume estos días la mayor parte de la energía del futuro presidente del Gobierno, pero Mariano Rajoy no aparca Euskadi. El líder del PP está al tanto de la situación diaria del nuevo escenario abierto tras el cese definitivo de la violencia de ETA y no se va a quedar parado. De hecho, Rajoy pretende contar con el PSOE y con el PNV para que el final del terrorismo no tenga marcha atrás y se logre el «desarme incondicional» de ETA, según fuentes cercanas al futuro inquilino de La Moncloa.

Rajoy está puntualmente informado de los avatares de la política vasca y de cualquier movimiento relacionado con el nuevo escenario vasco sin violencia. De hecho, desde el día de las elecciones hasta hoy, el dirigente del PP ha hablado en un par de ocasiones con el líder del partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, para conocer los últimos avances.

El próximo presidente está enfrascado estos días en reuniones y contactos con líderes europeos, y también con el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, para preparar la decisiva cumbre europea de hoy sobre el futuro del euro y la economía.

Pero también ha guardado un hueco en su agenda para el caso vasco, un asunto que no ha apartado, ni mucho menos, de su agenda. Así, Rajoy está tratando de recabar más información sobre el cese definitivo de la actividad armada de ETA y las circunstancias que lo rodean, según los medios consultados. El dirigente del PP ha estado puntualmente informado por el Gobierno de Zapatero de los últimos pasos dados por ETA, pero ahora quiere tomar la iniciativa.

No obstante, Rajoy se quiere conducir con prudencia en este asunto, que no podrá abordar de forma directa hasta que dentro de dos semanas tome posesión como nuevo jefe del Gobierno. En todo caso, el líder del PP no adoptará medidas con carácter inminente pese a la presión de distintos sectores para que mueva ficha, por ejemplo, en materia penitenciaria. El futuro presidente del Gobierno quiere controlar los ritmos y plazos, y se marcará una lista de prioridades con un objetivo «primordial»: Que ETA se desarme y que su desmantelamiento sea de forma incondicional, señalan las fuentes del PP conocedoras de las intenciones de Rajoy. Y es que el PP valora el cese definitivo del terrorismo pero sostiene que ETA debe ir más allá.

En este sentido, en línea con lo que viene defendiendo Antonio Basagoiti y sus compañeros en Euskadi, la gestión del nuevo tiempo sin violencia debe hacerse de la mano del PSOE y el Gobierno Vasco, por un lado, y del PNV, por otro. Rajoy está en contacto con la cúpula de Antonio Basagoiti, que está pilotando de forma conjunta con Génova los pasos a dar. El PP vasco no quiere de momento una interlocución con la izquierda abertzale pero sí con socios de Amaiur como Aralar, con la que se reunión la semana pasada, o EA, con quien tiene pendiente un encuentro.

Interpelaciones

La izquierda abertzale, por ejemplo, da por seguro que cualquier paso que adopte el futuro Gobierno central va a estar consensuado con los socialistas, que darán cobertura a Rajoy en materia de pacificación. No obstante, el Gobierno Vasco de Patxi López está marcando cierto perfil propio y reclama a los populares que sean audaces en el nuevo tiempo y flexibilicen la política penitenciaria.

López y compañeros suyos como Gemma Zabaleta, ayer en este periódico, o Jesús Eguiguren, creen que en el nuevo contexto sin violencia se puede acercar a los presos a cárceles vascas e, incluso, favorecer la legalización de Sortu. Por su parte, el PNV también quiere influir en el rumbo que adopte Rajoy en materia antiterrorista en las cuestiones técnicas referidas a presos, víctimas y salida de la clandestinidad de la izquierda abertzale.

El mundo de Batasuna tampoco va a bajar el pistón, aunque en primera instancia valoró la reacción del dirigente popular al anuncio del final de la violencia. Los familiares de presos de ETA quieren recibir al nuevo Gobierno con una multitudinaria manifestación, el sábado 7 de enero en Bilbao, para reclamar mejoras en la situación de los reclusos. Los diversos colectivos convocantes quieren convertir esta marcha en una de las más grandes de la historia. Será el punto de partido de nuevos actos para reclamar una nueva política penitenciaria. Resolver la cuestión de los presos es ahora la prioridad de la izquierda abertzale, junto a la legalización del nuevo partido Sortu.

La formación independentista sostiene que el impulso de una ley adaptada al nuevo tiempo y que haga de contrapeso a la Ley 07/2003, que garantizaba el cumplimiento efectivo e íntegro de las penas, puede ser una salida, junto a la liberación de presos enfermos o con la mayor parte de la condena cumplida, y la abolición de la doctrina Parot que alarga la estancia en prisión de los presos con altas condenas.

DIARIO VASCO, 8/12/11