ABC 21/11/12
El PP se lanza a la búsqueda del voto socialista ante los «complejos» del PSC.
El primer aniversario de la victoria del PP en las elecciones generales coincidió ayer con la cuarta participación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la campaña en Cataluña, un escenario impensable ahora hace un año, cuando la cabalgada independentista de Artur Mas difícilmente se intuía que llegaría tan lejos. Lo urgente es lo urgente, con lo que el PP dejó de lado cualquier atisbo de celebración, incluso de balance, para centrarse en intentar atraer al máximo número de votos posible, porque lo que se dilucida en el 25N «no es un problema de derechas o izquierdas, es algo mucho más importante», como expresó el presidente Rajoy.
En este contexto, y con un partido que se ha volcado en el área metropolitana de Barcelona para atraerse a los desencantados de un PSC con serios problemas de identidad, Rajoy lanzó una Opa en toda regla a los votantes socialistas, así como al resto de catalanes que sintiéndose españoles contemplan votar a otras formaciones. «Hay quien ofrece callejones sin salida, otros están perdidos en su laberinto y otros buscan hacerse fuertes a nuestra costa», prosiguió el presidente, que ya en alusión implícita al PSC presumió de que el suyo, el PP, es un partido « que no hace contorsionismo electoral o campañas acomplejadas. Estamos muy orgullosos de pedir el voto a quien se siente catalán y español».
Consciente de la intranquilidad, cuando no miedo, con el que muchos catalanes viven el proceso soberanista, Rajoy quiso transmitir un mensaje de tranquilidad, de confianza, casi de acompañamiento. «Aquí nadie va a sacar a Cataluña de España ni de Europa. Con el PPC ningún catalán va a quedarse atrás, a la suerte de proyectos irresponsables, en un viaje al nunca jamás. Nadie va a poner a nadie en peligro, a amenazar el Estado del bienestar, su estatus actual. Aunque algunos abandonen sus responsabilidades, otros las asumimos».
En su intervención más vibrante en lo que llevamos de campaña, el presidente cargó directamente contra Artur Mas, al que acusó de dimitir de sus responsabilidades: «Cuando más falta hacía el coraje a alguno le temblaron las piernas y abortó la legislatura a modo de escapada». En la cúpula de la antigua plaza de toros de las Arenas, abarrotada con más de 1.500 personas, (varios centenares se quedaron en la calle), Rajoy concluyó con un símil futbolístico que encendió a los asistentes: «Juntos formanos una Liga de Campeones, todos juntos, como la selección española, que lo ha ganado todo juntos».
«No necesitamos mesías»
Por su parte, la candidata Alicia Sánchez-Camacho, acusó a Mas de querer conducir a Cataluña «a vagar 40 años por el desierto. Ni mesías ni mártires, necesitamos gobernantes » . Como Rajoy, Camacho pidió el voto « prestado » del PSC. «No permitiremos que nadie nos haga escoger. Nuestro corazón es compartido entre Cataluña y España», concluyó.
ABC 21/11/12