ABC – 09/01/16
· Ve al líder del PSOE «capaz» de un pacto «de 8 o 9 partidos» hasta con independentistas.
Casi cruzándose en los pasillos con la diputada de Podemos Carolina Bescansa y su bebé, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, llegaba a mediodía de ayer al Congreso de los Diputados a recoger su acta. Lo hacía con un mensaje claro que transmitir: aunque el líder del PSOE «no ha querido ni hablar» de su proyecto –una gran coalición con populares, socialistas y Ciudadanos que permita un Gobierno apoyado por más de 200 diputados y capaz, por tanto, de hacer reformas de calado–, él seguirá peleándolo y llevará su propuesta «al debate de investidura».
A pesar del rechazo cosechado hasta la fecha, y tal vez contra la lógica de los hechos, el candidato Rajoy mantiene su oferta a los grandes partidos constitucionalistas: cree que un pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos permitiría poner en marcha un Gobierno fuerte apoyado por «250 diputados» y legitimado por ello para emprender importantes reformas. Insiste en que su partido ha sido la fuerza más votada y por ello puede y debe intentar formar un gobierno estable.
Otra cosa es que lo consiga: no depende de él, sino de que logre negociar ese pacto a tres del que, de momento, el PSOE se ha apeado sin ningún género de duda. Por ello, Rajoy protestaba: «Hay gente que no ha querido ni hablar», como le pasó a él con Pedro Sánchez cuando le citó en La Moncloa para plantearle su propuesta de Gobierno. «No pude hacerla porque no ha querido escucharme; la haré cuando llegue al debate de investidura».
«Contactos discretos»
Mientras tanto, seguirá manteniendo alguna «conversación discreta» con los líderes políticos, aunque no tiene mucha confianza en avanzar con el líder socialista: «La disponibilidad de Pedro Sánchez es evidente: me la ha reiterado en muchas ocasiones», ironizó.
De hecho, el presidente en funciones ve al líder socialista dispuesto y decidido a intentar formar un gobierno propio: «Capaz le veo, porque ha dicho que esa es su pretensión y ya lo ha hecho en otras instituciones públicas». Eso sí, para llevarlo adelante, necesitará que le apoyen «ocho o nueve partidos», entre ellos algunos independentistas u otros que defienden el derecho a la autodeterminación. Y aunque le darían «los números», eso, insistió, «no es lo más conveniente para España».
¿Qué es lo que necesita entonces el país? Mariano Rajoy cree tener la fórmula: «tranquilidad, seguridad, estabilidad, certidumbre», ideas todas que sirvan para transmitir «dentro y fuera de España» un mensaje propicio a «consolidar la recuperación económica». Si ese Gobierno alternativo «de partidos de izquierda y radicales» se materializara, asegura Rajoy, sería «la primera vez en la historia de España que el partido que gana las elecciones no gobierna».
No hay reglas
El presidente en funciones está dispuesto a continuar manteniendo encuentros con distintos líderes políticos para llegar al necesario consenso. De hecho, recuerda que en este proceso «continuo» «no hay normas ni reglas cerradas» y lo importante es «llegar al fondo del asunto». Mariano Rajoy no adelanta, en ningún caso, si tiene previsto algún «plan B» en caso de que se produzca el, si no cambian las cosas, anunciado rechazo del PSOE a su petición de apoyo para un pacto de gobernabilidad o, al menos, de investidura.
El presidente del Gobierno asegura que personalmente ve tres posibles salidas a la incertidumbre política: una es «lo que yo planteo», un gobierno de PP con apoyo –habría que negociar en qué condiciones– de PSOE y Ciudadanos. La segunda es «una coalición de partidos de izquierda y de extrema izquierda». La tercera, la repetición de las elecciones, algo que ocurriría entre los meses de mayo y junio de este año. «Lo mejor para España es la primera opción», añadió. Y por eso, pidió a los políticos «ir a lo esencial».
ABC – 09/01/16