EL CORREO, 14/5/12
El presidente del Gobierno respalda en Bilbao la «justa decisión» del PP vasco de romper el pacto con los socialistas de López
Mariano Rajoy advirtió ayer en Bilbao que su Gobierno «no se va a mover» ni un milímetro de lo que dicta la ley para buscar la desaparición definitiva del terrorismo y gestionar el escenario abierto el pasado 20 de octubre por el cese de la violencia. En la jornada de clausura del congreso del PP vasco, Rajoy se reafirmó en la necesidad de «aplicar la legislación antes, durante y después» de que la banda entregue las armas. El presidente del Ejecutivo descartó la apertura de cualquier negociación o vía de contacto con los terroristas para facilitar su desarme, como acaba de plantear la comisión del alto el fuego que promueve el abogado sudafricano Brian Currin con el respaldo de la izquierda abertzale. «ETA tiene que disolverse de forma incondicional y lo demás es su problema», advirtió el jefe del Ejecutivo sobre la petición realizada por los verificadores en su última visita al País Vasco.
El líder nacional del PP lanzó este mensaje de firmeza sobre la gestión del final de ETA ante la militancia reunida en el XIII congreso de su partido en Euskadi, cónclave que ha revalidado el liderazgo de Antonio Basagoiti. Mariano Rajoy aprovechó la jornada de clausura para cerrar filas con los suyos en un asunto muy delicado para las víctimas del terrorismo, que han llegado a mostrar su malestar por el alcance del Plan Integral de Reinserción de presos. Este programa, impulsado por el Ministerio de Interior, suaviza las condiciones iniciales para facilitar eventuales acercamientos al País Vasco de reclusos que rompan de forma fehaciente con la disciplina de la banda terrorista. En una fase posterior, Interior les exige que pidan perdón a las víctimas si aspiran a acceder a eventuales beneficios penitenciarios.
El plan de reinserción ha sido apoyado por el PP vasco, en la votación de su ponencia política celebrada el sábado, primera jornada del congreso. De los 480 compromisarios convocados a la cita, sólo nueve rechazaron el documento, mientras que otros dos se abstuvieron. Algunos de ellos repitieron ayer asistencia para escuchar a Rajoy.
El presidente del Gobierno comenzó su intervención con un recuerdo al «dolor» de las víctimas de ETA, aplaudido por los asistentes. «Hemos recorrido juntos la batalla contra el terror. Nos acordamos de todas y las echamos de menos», señaló Rajoy en un auditorio en el que estaba presente Pilar Elías, exconcejala del PP en Azkoitia y viuda del industrial Ramón Baglietto, asesinado en 1980 por la banda terrorista. Elías es una de las fundadoras de ‘Mujeres por la Justicia’, una plataforma surgida del grupo Voces contra el Terrorismo que lidera el expresidente de la AVT Francisco José Alcaraz. Esa asociación, formada por viudas, madres, hijas y hermanas de víctimas, se ha convertido en la primera del colectivo que convoca una concentración de protesta contra el Gobierno de Rajoy -el 9 de junio en Madrid- por su «deleznable» política de reinserción de presos etarras. Sin embargo, Pilar Elías aplaudió ayer públicamente el homenaje promovido por Rajoy a los afectados por el terrorismo en el congreso del PP.
De alguna forma, el presidente del partido quiso dirigirse a ese sector beligerante de sus votantes que se siente dolido, cuando no «traicionado», por la política antiterrorista de su Gobierno, reflejada en su apuesta por superar la llamada ‘vía Nanclares’ que llevaba el sello de Zapatero. Para ello, Mariano Rajoy retrocedió al comunicado del 20 de octubre con el que ETA anunció el cese definitivo de sus «acciones criminales». «A veces es bueno recordar para reafirmarse. Yo dije entonces que me parecía bien. Que no era mala noticia. Y lo reitero. También dije que esto no terminará hasta la disolución definitiva e incondicional. Eso es lo que esperamos y lo que deseamos. Mientras no se produzca, ETA es una organización terrorista. Eso lo entiende todo el mundo», explicó el jefe del Ejecutivo central.
«Obligación moral»
En un momento de fuerte presión de la izquierda abertzale para que el Gobierno dé «pasos» que afiancen el nuevo tiempo sin violencia, Rajoy subrayó que su «obligación moral» como persona y como gobernante es «aplicar la ley igual para todos los ciudadanos». Después de que se produzca la disolución de la banda, «vendrá la ley», avisó.
El jefe del Ejecutivo rechazó de forma contundente y con una terminología muy de su estilo las peticiones formuladas la semana pasada por los verificadores internacionales, que se entrevistaron con partidos e instituciones en Bilbao, entre ellos, el PNV, el PSE y el Gobierno vasco. La dirección de la organización terrorista ha hecho llegar a esa comisión que evalúa el alto el fuego sus exigencias para que el gabinete de Rajoy acepte abrir lo que se denominan ‘conversaciones técnicas’ para pactar con la Administración una solución para los «presos y el desarme», entre otros objetivos. El presidente se descargó de cualquier presión. «El Gobierno de España no tiene compromisos con nadie porque nunca ha negociado nada», subrayó. Asimismo, volvió a poner la pelota en el tejado de la banda terrorista. «Que se aplique la ley porque de ahí no nos vamos a mover. ETA tienen que disolverse de manera incondicional y definitiva; y lo demás es su problema», concluyó.
También en clave vasca, Rajoy aprovechó su cita en Bilbao para respaldar «la justa decisión» adoptada por Basagoiti de dar por roto el pacto parlamentario con el PSE. En su opinión, los populares han sido «leales y generosos» en el acuerdo. «El PP ha cumplido con su palabra y ha pensado en grande», señaló.
EL CORREO, 14/5/12