EL CORREO 19/09/14
· El Gobierno estará de guardia el fin de semana para aprobar los recursos contra la ley de consultas y la convocatoria del referéndum
Mariano Rajoy está casi seguro de que Artur Mas cumplirá su palabra de no saltarse la ley a la torera. Sin embargo, el presidente catalán no lo ha dicho con esta claridad; siempre se ha refugiado en ambigüedades y dobles sentidos. Las dudas, por tanto, persisten en el palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno ya dijo la semana pasada que tenía listas todas las medidas para responder al desafío independentista si se consumaba la convocatoria de la consulta, y algún ministro que ha tenido acceso a los documentos que manejan los servicios jurídicos del Estado confirma que los textos son muy detallados y precisos.
Rajoy tiene el lastre de que no lleva la iniciativa. Se ve obligado a actuar a expensas de lo que haga el presidente catalán y a contrarreloj. El Parlamento autonómico aprobará esta tarde la ley de consultas con los votos de las cuatro fuerzas soberanistas –CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP– y el de los socialistas, que no comparten que la norma sea el paraguas legal para celebrar la consulta pero consideran que es un elemento para fomentar la participación ciudadana en el futuro.
Con la luz verde de la Cámara, el texto será publicado en el Boletín Oficial de la Generalitat de Cataluña. Si Mas decide forzar la máquina para evitar imprevistos, la norma podría aparecer publicada a última hora de la tarde en una edición especial en el boletín digital. A partir de ese momento entraría en vigor a todos los efectos, y acto seguido el jefe del Ejecutivo catalán podría firmar el decreto de convocatoria.
Pero la Generalitat también podría esperar a mañana para dar más solemnidad al acto de la firma. Incluso tiene la opción de apurar hasta el lunes. En cualquier caso, el Gobierno autonómico tiene seis días de margen desde que la ley se aprueba hasta que se publique en el diario oficial, un plazo que es improbable que Artur Mas quiera agotar.
Tanto si la convocatoria se firma hoy mismo como si es mañana, Mariano Rajoy convocará un Consejo de Ministros extraordinario este mismo sábado. Todos los miembros del Gobierno están avisados para que no abandonen Madrid. Este es un trámite insoslayable, porque la interposición del recurso debe estar precedida del debate y aprobación en el Consejo. Es un requisito establecido para las situaciones de extrema urgencia y así se procedió con la abdicación del Rey Juan Carlos en junio.
Visos de inconstitucionalidad
El presidente del Gobierno podría haberse limitado a impugnar la ley de consultas y que el Constitucional procediera a la suspensión cautelar durante cinco meses de todos los hechos que emanasen de la norma. Los servicios jurídicos del Estado, sin embargo, aconsejaron recusar tanto la ley como la convocatoria para no dejar el menor resquicio legal. Fuentes gubernamentales han anticipado que, entre los argumentos que se recogen en los textos impugnatorios, figuran las razones empleadas por algunos de los miembros del Consejo de Garantías Estatutarias de Cataluña, que apreciaron visos de anticonstitucionalidad y de vulneración del Estatut y se opusieron a la ley de consultas, aunque perdieron la votación por cinco a cuatro.
Aprobados los recursos, se remitirán los textos al Consejo de Estado para que emita su informe preceptivo, pero no vinculante. El presidente de la institución, Manuel Romay Beccaría, convocará el lunes un pleno para dar su parecer favorable a los recursos. Ahí llegará el momento del Tribunal Constitucional, que tiene convocado un pleno el 23, 24 y 25 de septiembre. Dada la urgencia, analizará los recursos el mismo martes para ordenar a continuación la suspensión cautelar de la ley y del referéndum.
Claro que Mas, en este juego del gato y el ratón, puede extender los plazos y dejar la firma de la convocatoria para los días posteriores. Así pillaría a Rajoy fuera de España, ya que del martes al sábado próximos tiene comprometido un viaje a China que no va a suspender. En ese caso presidiría el Consejo de Ministros la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. En todo caso, el procedimiento sería el mismo.
Alternativas ante el veto
Ante esa tesitura más que prevista, Mas ha adquirido el compromiso de reunirse con las cuatro formaciones que impulsan el referéndum y acordar la respuesta al veto. El presiden-
te catalán y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, se reunieron el miércoles y empezaron a analizar todos los posibles escenarios. Tendrán más de un mes para tomar una decisión trascendental: desobedecer la suspensión del Constitucional, anticipar elecciones o sellar un Gobierno de unidad.
El presidente catalán, aunque no con claridad, se inclina por acatar la decisión de la corte y convocar unas elecciones anticipadas plebiscitarias con una candidatura unitaria de CiU y Esquerra con un mensaje independentista inequívoco. Pero el líder republicano aboga por sacar las urnas a la calle el 9 de noviembre como sea. Su oferta es formar un Gobierno de unidad soberanista, una tesis que tiene partidarios en Convergència Democrática.
De abrirse paso esta segunda opción, Rajoy se vería abocado a la adopción de medidas más drásticas. Entre ellas no se descarta, aunque no se exteriorice –salvo por el ministro de Exteriores–, la suspensión de la autonomía de Cataluña.