EL CORREO, 11/9/12
El presidente anuncia en una entrevista en TVE un impuesto a las plusvalías, pero evita aclarar si España pedirá el rescate a la UE
Mariano Rajoy admitió anoche que le «repugna» el caso del preso de ETA Josu Uribetxebarria -que podría quedar en libertad condicional al estar afectado por un cáncer terminal-, pero subrayó que el Ejecutivo ha respetado la legalidad, como ya hiciera el ministro del Interior cuando le concedió el tercer grado por su enfermedad. «Las leyes no quieren que nadie muera en la cárcel», apostilló el presidente del Gobierno.
Rajoy, entrevistado en Televisión Española, encaró las críticas recibidas desde un sector de la sociedad -entre ellos, víctimas del terrorismo y miembros del propio PP, algunos destacados- y aseguró que su posición es «la misma» de siempre en materia antiterrorista. Insistió en que su Gobierno ni ha negociado con ETA ni lo hará nunca, y tampoco ha aceptado chantajes de la banda terrorista. «No me he salido de ahí y no me voy a salir», dijo.
El presidente y líder del PP mostró su comprensión con quienes le reprochan la concesión del tercer grado a Uribetxebarria, así como la libertad condicional otorgada por el juez de Vigilancia Penitenciaria, una medida recurrida por la Fiscalía y que hoy quedará posiblemente aclarada -o, al menos, encarrilada- en la Audiencia Nacional. Rajoy consintió en que dar la libertad condicional al etarra que secuestró al funcionario José Antonio Ortega Lara y asesinó a tres guardias civiles «es un hecho que evidentemente repugna» y «a nadie le gusta esta situación». «El señor Bolinaga es un criminal, no porque lo diga yo, sino porque lo han dicho los tribunales», recordó. Dicho esto, apostilló que el preso de ETA «ha pasado 15 años en la cárcel, pesa 47 kilos y lleva más de 50 días en un hospital», por lo que, aunque fuera excarcelado, debería seguir ingresado y su libertad estaría sometida a varias condiciones.
En la entrevista, la primera en televisión desde que llegó a La Moncloa y en la que respondió a un cuestionario elaborado por profesionales de cinco periódicos, Rajoy también señaló que no se arrepiente del apoyo que el PP ha dado al Gobierno de Patxi López en el País Vasco. Argumentó que, tras casi treinta años en los que el PNV había «monopolizado» el Ejecutivo, «es bueno que la alternancia se produzca de cuando en cuando». Los populares, continuó, han cumplido con su compromiso «y ahora los vascos decidirán».
Ya en el terreno económico, el presidente anunció que hará reformas para elevar los impuestos a las plusvalías, aunque no precisó el modo en que se realizarán, y creará algún «impuesto verde». No explicó si finalmente su Ejecutivo solicitará el rescate a la Unión Europea ni qué condiciones rechazaría si se autorizara esa ayuda. «Tengo la obligación de ser muy prudente», objetó Rajoy al emplazamiento sobre el posible rescate. «En estos momentos estamos estudiando la situación; si nos conviene o es necesario», señaló. En cualquier caso, aseveró que lo más importante es la reducción del déficit por encima de la cuestión del rescate, y que lo realmente clave para España no es solicitar o no el auxilio de Bruselas, sino el hecho de que el BCE «ha abierto una ventanilla» con su anuncio de que compraría deuda de los países que lo necesitaran; a juicio de Rajoy, «una señal magnífica» para los mercados.
«No son ocurrencias»
El jefe del Gobierno entendió que cuenta con un respaldo ciudadano amplio, pese a la sucesión de protestas en los últimos meses a causa del plan de recortes. «He sentido la comprensión de muchos españoles», aseguró, aunque admitió que a él tampoco le «gustan» «muchas decisiones» que ha tomado. Por primera vez desde que llegó a La Moncloa, admitió que tal vez no esté explicando bien a la ciudadanía las razones por las que las ha adoptado. «No son ocurrencias», se justificó, sino medidas necesarias «en un periodo transitorio».
Entre los anuncios que realizó, el presidente informó que el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013 el 27 de septiembre y enfatizó que la «primera prioridad» de las cuentas será tratar a los pensionistas «de la mejor manera posible». Agregó que su propósito es revertir la subida del IVA y del IRPF durante la legislatura y desveló que convocará una conferencia de presidentes autonómicos a principios de octubre para urgirles a «trabajar todos juntos» con el fin de «crear empleo».
EL CORREO, 11/9/12