EL CORREO, 20/12/11
El líder del PP tiende la mano al PSOE para pactos en educación, sanidad y política internacional
La previsibilidad, una de las cualidades preferidas de Mariano Rajoy, ha impregnado toda su primera intervención en el debate de investidura que ha comenzado esta mañana en el Congreso. No se ha sacado ningún conejo de la chistera y tan sólo ha ratificado uno de sus principales compromisos adquiridos durante la pasada campaña electoral: la actualización del poder adquisitivo de las pensiones, a partir del 1 de enero de 2012. Una medida que, a priori, choca con la promesa de cumplir con el objetivo de reducción del déficit. Un segundo después del anuncio, muy aplaudido por la bancada popular, el propio Rajoy ha cercenado esta posibilidad: «Este será, señorías, el único compromiso de aumento del gasto que me van a escuchar en el día de hoy. Insisto, señorías, el único y exclusivo».
El futuro presidente, que se ha comprometido a decir siempre la verdad, ha esbozado las que serán sus primeras medidas de gobierno y el catálogo de su acción de gobierno, pero sin entrar en detalle. Y es que el debate no ha hecho nada más que empezar. Esta tarde tendrá que responder a la replica del portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y, al menos, a los portavoces de CiU, IU, UPyD y PNV,
Rajoy ha explicado que en el Consejo de Ministros del día 30 aprobará un real decreto-ley de medidas urgentes en materia económica, que incluirá la prórroga de los Presupuestos Generales para 2012. Una prórroga que tiene fecha de caducidad, ya que el futuro Ejecutivo presentará unos nuevos Presupuestos antes del 31 de marzo.
Rajoy ha insistido que quiere llamar al pan, pan y al vino, vino; aunque por el momento, no ha especificado si es pan blanco, integral o de centeno ni si el vino es de rioja, ribera o toro. Y es que el presidente de ‘facto’ (la mayoría absoluta con la que cuenta el PP garantiza que será investido el miércoles como tal) ha aseverado que el objetivo de su Gabinete (del que no ha desvelado su estructura) es reducir en 16.500 millones el déficit en el año 2012. Eso sí, siempre que la vicepresidenta económica en funciones, Elena Salgado, acierte con la previsión de que el año acabará con un déficit del 6% de nuestro Producto Interior Bruto (65.000 millones de euros).
Una pista
Lo que no ha especificado es cómo piensa lograr aminorar el déficit, aunque sí ha dado una pista clara: ha reiterado que piensa tocar todas las partidas presupuestarias, salvo las pensiones. O lo que es lo mismo, los recortes pueden llegar en sanidad, educación, defensa, prestaciones por desempleo…
Otra de sus prioridades será la reforma laboral. Espera, para después de Reyes, las propuestas de patronal y sindicatos, aunque ya ha dejado ver su intención de que, con o sin acuerdo entre los agentes sociales, la reforma llegará al Congreso en el primer trimestre del próximo año.
A los grupos de la oposición en general, y al PSOE en particular, le ha tendido la mano para cerrar pactos en materia de política exterior, educación, sanidad y, como no, en la renovación de los cargos pendientes de extracción parlamentaria más importantes como: los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional, el defensor del pueblo y el presidente de la RTVE.
EL CORREO, 20/12/11