EL CORREO – 09/09/14
· El jefe del Ejecutivo no desvela si llegaría a recurrir al artículo 155 de la Constitución para intervenir la comunidad.
Mariano Rajoy tiene listo el arsenal de medidas legales para frustrar la consulta sobre la independencia de Cataluña del 9 de noviembre. El presidente del Gobierno anunció ayer ante el comité ejecutivo nacional del PP que tiene todos los flancos jurídicos cubiertos para impedir la consulta porque es ilegal y vulnera la Constitución. Rajoy, sin embargo, no dio detalles de sus planes ni tampoco despejó las dudas sobre si recurrirá al artículo 155 de la Constitución que suspende la autonomía de un territorio.
Como Rosa Díez la pasada semana, los miembros de la dirección del PP salieron tranquilos de la reunión pese a la parquedad de su líder en los pormenores sobre la respuesta legal al desafío soberanista catalán. «No se va a celebrar», garantizó Rajoy. «Están preparadas ya todas las decisiones que hay que adoptar» para abortar la consulta soberanista, resumió tras la reunión el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano. Los asistentes a la cita tampoco fueron más locuaces. «No seríamos Gobierno si eso (la respuesta) no estuviese preparado», comentó tras la reunión el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien, de todas maneras, se mostró seguro de que el presidente catalán «no va a pisar la línea roja». El titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, apuntó que el paquete de medidas incluirá respuestas políticas, además de las jurídicas.
La Moncloa guarda un silencio total sobre su estrategia. «No vamos a enseñar las cartas antes del envite», comentan en la sede de la Presidencia. Las fuentes gubernamentales se limitan a confirmar que Rajoy presentará un doble recurso ante el Constitucional contra la ley de consultas que aprobará el Parlamento catalán casi con seguridad el 19 de septiembre, y otro contra la convocatoria del referéndum.
Todo será a velocidad de vértigo. Mas piensa rubricar el decreto solo horas después de que la Cámara autonómica apruebe la norma que dará cobertura jurídica a la votación. Rajoy, a su vez, firmará la doble impugnación de inmediato. La corte, según fuentes de la misma, tiene previsto despachar el asunto con similar celeridad, bien en el pleno ordinario previsto para el 7 de octubre o bien en uno extraordinario que convoque el presidente del tribunal. Así, en 15 días todos los elementos pueden estar alineados en el campo de batalla legal.
El Constitucional, con toda probabilidad y pese a las dudas introducidas en los últimos días desde la Generalitat, ordenará la suspensión cautelar durante cinco meses tanto de la ley de consultas como de la convocatoria. Transcurrido ese tiempo, y si no hay un fallo, puede prorrogar la congelación o levantarla. La idea de los magistrados, dicen en el tribunal, es entrar en el fondo del asunto de modo urgente para tener una sentencia antes del 9 de noviembre, la fecha del referéndum. Una decisión que con toda probabilidad declarará inconstitucional la ley y la consulta.
Rajoy evitó referirse ante la dirección del PP a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Hasta ahora ha dicho que era una solución extrema a la que espera no llegar. Pero si Mas decide, en contra de lo que ha sostenido hasta ahora, saltarse el marco legal y sacar las urnas a la calle, el Gobierno puede verse abocado a recurrir a la disposición constitucional. Ese artículo prevé que el Ejecutivo, «con la aprobación por mayoría absoluta del Senado», tenga capacidad para tomar las medidas necesarias que «obliguen» a la comunidad díscola «al cumplimiento forzoso» de las disposiciones legales.
Iniciativas políticas
El Gobierno también prevé, según reveló Ruiz Gallardón, adoptar iniciativas en el terreno político, pero el presidente fue igual de parco. Hasta ahora el único movimiento ha sido la oferta de un frente electoral antisoberanista formado por el PP, PSC, Unió Democrática de Cataluña, Ciutadans y UPyD. La propuesta planteada por Dolores de Cospedal en Barcelona el pasado viernes cosechó un cerrado rechazo de todos los invitados, salvo UPyD. Rajoy y su partido han descartado la opción de una tercera vía propugnada por los socialistas y Unió Democrática que, entre otras particularidades, prevé una reforma de la Constitución para reconocer la singularidad nacional de Cataluña. Una puerta que Rajoy no quiere abrir porque tocar la Carta Magna no figura entre los escenarios políticos que maneja.
El ‘número dos’ de los socialistas, César Luena, emplazó al presidente del Gobierno a ir más allá de la respuesta legal al desafío soberanista y a que ponga sobre la mesa propuestas políticas. «Nos gustaría –dijo el secretario de Organización del PSOE– que Rajoy, además de medidas, tuviese soluciones, porque la irresponsabilidad de Mas es enorme, pero el inmovilismo de Rajoy es grave». Luena volvió a descartar la opción frentista porque es la estrategia que «interesa al nacionalismo independentista». El camino correcto, sentenció, es el de tender «puentes».
EL CORREO – 09/09/14