CARLOS SEGOVIA – EL MUNDO – 04/12/16
· La emancipada Faes acoge con estupor la deriva económica del Gobierno en el incoherente arranque de una peligrosa legislatura para el PP.
Impresionante releer ahora eltuit del Partido Popular –y retuiteado por el propio Rajoy– de hace apenas un año en el cierre de la campaña electoral de las elecciones de diciembre de 2015 prometiendo bajar el IRPF, el Impuesto de Sociedades y las cotizaciones a la Seguridad Social. El pasado viernes en su primer Consejo de Ministros importante desde que ya no está en funciones no bajó el IRPF, claro está, e hizo lo contrario que decía en el tuit y en tantos mítines de entonces. Subió Sociedades y también las cotizaciones a la Seguridad Social al elevar un 3% la base máxima. Ya está en el BOE.
¿Tanto ha cambiado la situación en un año como para triturar así el discurso? Es difícil de creer que el 18 de diciembre de 2015 Rajoy o, al menos, su equipo, no supiera ya que se estaba desviando en 8.000 millones del objetivo y que, por tanto, en 2016 y en 2017 sería necesario un ajuste mucho más drástico que el previsto para no estrenar el mecanismo sancionador de la Unión Europea.
El hecho de que en la campaña de junio de 2016 insistiera en el mismo discurso, aunque más matizado, es también preocupante para la credibilidad del partido en el poder. Si se añade que el PSOE prometió también medidas de igualmente utópica realización a corto plazo como el ingreso mínimo vital, las campañas electorales en la cuarta economía del euro son un bochorno.
El riesgo de que el rumbo emprendido por Rajoy II no mejore los ya malos resultados electorales de Rajoy I ha agudizado la preocupación en centros neurálgicos del PP como sigue siendo la emancipada Faes, que celebró el pasado martes bajo presidencia de José María Aznar su primera reunión de la cúpula desde 1989 sin dirigentes del partido en activo. Este diario ha pedido a Aznar una valoración de las decisiones económicas que tomó el Gobierno el viernes, pero el ex líder del partido se muerde la lengua: «Prefiero no comentar».
El patronato que ha formado Aznar con Manuel Pizarro como vicepresidente y ex ministros como Alberto Ruiz-Gallardón, Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja, Abel Matutes, Josep Piqué, Eduardo Zaplana o Pío Cabanillas es como un contragobierno de Rajoy II.
¿Qué se dice en ese patronato? «Este Gobierno del PP toma medidas irreconocibles», afirma un influyente patrono de Faes.
Uno: se aprobó que de los 15.000 millones de ajuste que España debe abordar en 2017, la Administración Central asuma 11.000 millones, la sufrida Seguridad Social, 3.000 millones y se libera prácticamente del esfuerzo a los barones autonómicos al aceptar que asuman solo 1.000 millones. Es un precio a pagar para que el PSOE facilite el primer paso del ciclo presupuestario: el techo de gasto.
Dos: para conseguir ajustar las cuentas, aprobó subir impuestos y diversas medidas recaudatorias por valor superior a los 7.000 millones en vez de recortar gasto. De hecho, el ministro Cristóbal Montoro, aseguró que el gasto público en 2017 será igual que el ejecutado en 2016.
Tres: respaldó una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8% como exigía el PSOE, pero en contra de la doctrina económica tradicional de ministros como el de Economía, Luis de Guindos, o el de Energía, Álvaro Nadal. Ellos, como un amplio número de economistas han defendido siempre que una fuerte subida porcentual del SMI es contraproducente para los propios jóvenes que buscan trabajo y da una señal equivocada de que se pueden ya incrementar ampliamente los salarios en un momento en el que España aún no ha recuperado ni su riqueza ni el nivel de paro previo a la crisis. «Esta subida es paro directo para muchos de los que creen que se van a beneficiar», asegura otro patrono de Faes.
«Mariano hace lo que sea para estar tranquilo lo que dure esta legislatura, le da igual cuidar o no las esencias», añade un destacado miembro del sanedrín de Faes. «Rajoy desprecia a Ciudadanos y prefiere cualquier acuerdo con el PSOE, porque le da más estabilidad», sentencia un patrono ex ministro. «Es verdad que tiene poco margen, pero cede muy rápido y sin rumbo. En vez de intentar formar bloque con Ciudadanos para mantener un discurso reformista, da prioridad al PSOE», corrobora otro ex miembro del Gobierno. En cuanto a Piqué, dijo el lunes desde el Círculo de Empresarios que no hay que subir los impuestos a las empresas, sino lo contrario para dinamizar la economía.
El propio Rajoy recalcó en privado a los agentes sociales hace diez días, que cuando más se recauda es cuando se bajan los impuestos. ¿Entonces? «Hay que adecuarse a la realidad. Necesitamos más ingresos, pero tranquilos que en otro momento de la legislatura cumpliremos el programa electoral», dijo Montoro el pasado viernes. «Para pactar con otros partidos hay que pagar peajes», se defiende otro ministro. También hay matices, porque Hacienda espera que los cambios en Sociedades afecten sobre todo a las grandes empresas. Pero también hay amenazas, porque el Gobierno anuncia un cambio «en la fiscalidad medioambiental» sin concretar aún. ¿Carburantes?
En todo caso, Montoro dijo que lo que prometió realmente el PP es bajar el IRPF. «No estamos incumpliendo, la legislatura acaba de empezar». A ver cómo acaba.
CARLOS SEGOVIA – EL MUNDO – 04/12/16