LIBERTAD DIGITAL 22/02/17
· El periódico del conde de Godó desvela que Rajoy intentó convencer a Puigdemont para que acudiera a la Conferencia de Presidentes.
La Vanguardia pone punto y final a las especulaciones sobre reuniones secretas entre el Gobierno y la Generalidad. Las hubo, y al máximo nivel. Rajoy y Puigdemont se vieron en la Moncloa el 11 de marzo. Al parecer, el presidente intentó convencer al catalán de que acudiera a la Conferencia de Presidentes, pero Puigdemont le dio con la puerta en las narices.
La reunión sirvió para constatar la distancia entre los planteamientos de Rajoy y la posición de la Generalidad. El presidente del Gobierno está dispuesto a acometer una negociación en la que se llegaría a dotar a la administración autonómica de competencias exclusivas en materia de lengua, enseñanza y cultura. La oferta viene acompañada de importantes partidas económicas, pero el «mandato» de Puigdemont fija la celebración de un referéndum autorizado por el Estado como punto de partida para cualquier conato de negociación.
También ha valido el encuentro para desautorizar a la portavoz del Ejecutivo catalán, la convergente Neus Munté, que este martes negaba por activa y por pasiva la existencia de contactos al más alto nivel. Tampoco sale bien parado de esta historia el coordinador del PP catalán, Xavier García Albiol, que intentó desmentir al delegado del Gobierno, Enric Millo, el que levantó la liebre de las citas secretas entre Gobierno y «Govern».
Fue Rajoy, según La Vanguardia, quien movió pieza e invitó a Puigdemont a la Moncloa. Quería convencer al «president» de que asistiera a la cumbre de presidentes autonómicos que se celebraría el 17 de enero. Puigdemont aceptó con la condición de que se le diera la oportunidad de soltar un discurso sobre la situación política catalana en el que no hablaría sólo del referéndum. Rajoy descartó la «oferta».
Los protagonistas del encuentro se comprometieron a guardar silencio. Sólo sus colaboradores más directos supieron de la cita. Sin embargo, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, estaba al caso y este martes respondió con un «sí» a la pregunta de si le constaba que Rajoy y Puigdemont se hubieran reunido en las últimas semanas.
A pesar de que no hay ningún avance digno de mención, en Moncloa consideran un paso adelante la normalización de las relaciones con la Generalidad y la sintonía entre ministros y consejeros. La situación es diametralmente opuesta a la que se daba con Artur Mas.