ABC 03/02/15
· El acuerdo mantiene viva la prisión permanente revisable para los delitos de terrorismo con resultado de muerte
Poco antes de las seis de la tarde, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, llegaba al Palacio de la Moncloa para firmar con Mariano Rajoy su primer pacto de Estado. Durante el fin de semana, el Gobierno y el principal partido de la oposición habían cerrado los últimos flecos técnicos del «Acuerdo para afianzar la unidad en defensa de las libertades y en la lucha contra el terrorismo», incluida la fórmula para mantener la pena de prisión permanente revisable para los casos de asesinato, pero sin mencionarla expresamente en el texto del acuerdo. El jefe de la oposición accedió a la petición de Rajoy para que la firma se estampara en el Palacio de la Moncloa. El pacto entre los dos partidos que siempre han estado llamados a ser alternativa en el Gobierno, y que suman el 85 por ciento del Congreso, está abierto «de par en par» al resto de las fuerzas parlamentarias.
Abierto a otros grupos parlamentarios La ley sobre delitos de yihadismo se debatirá el 10 en el Congreso; el Gobierno confía en que CiU y PNV se sumen El PSOE llevará la prisión permanente ante el TC Después de firmar el pacto, el líder socialista reiteró que su formación llevará ante el Tribunal Constitucional la prisión permanente revisable
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Precisamente, uno de los últimos puntos que quedaban por acordar era el lugar y la foto de la firma de un acuerdo de Estado que ambos consideran crucial, no solo como mensaje interno en España sobre la unidad de las principales fuerzas democráticas, sino también hacia el exterior, para demostrar que tenemos «una de las democracias más consolidadas del mundo» y que somos «un país serio y responsable en el que se puede confiar», según subrayó Rajoy.
El presidente del Gobierno recibió al jefe de la oposición a la puerta del Palacio de la Moncloa. Entraron juntos a uno de los salones, donde ya estaban la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el del Interior, Jorge Fernández Díaz, así como los portavoces parlamentarios, Rafael Hernando (PP) y Antonio Hernando (PSOE), y el resto de miembros de los equipos que han participado en unas negociaciones exprés. El pacto se ha hecho realidad en apenas tres semanas, tras los atentados de París. El viernes, Rajoy y Sánchez lo dejaron prácticamente cerrado en una conversación telefónica.
Acto solemne
El acto de la firma, que duró 14 minutos, tuvo toda la solemnidad en el Salón de Tapices del Palacio de la Moncloa, reservado para las grandes ocasiones. Sánchez se mostró muy serio en todo momento, y ni siquiera relajó el gesto cuando se dio un apretón de manos con un Rajoy más sonriente, y visiblemente satisfecho. Después de firmar cada una de las cuatro páginas del acuerdo, ambos tomaron la palabra.
El discurso de Sánchez pareció un intento de justificación de por qué estaba ahí en ese momento, haciéndose la foto con Rajoy en un año lleno de elecciones en el calendario. Recordó que el PSOE siempre ha defendido la unidad de los demócratas frente al terror, y se adjudicó la iniciativa del pacto, que reedita el último que se firmó entre los dos grandes partidos, en diciembre de 2000. En realidad, el nuevo acuerdo tiene como origen un paquete de doce enmiendas al Código Penal que el Gobierno llevó al Congreso, a través del Grupo Popular. Sánchez se vio obligado a poner de relieve una «discrepancia», ya que la prisión permanente revisable se mantiene totalmente viva, aunque no se mencione, pese a la oposición mostrada por el PSOE. «Esta discrepancia, reconocida por las partes, no afecta a lo fundamental, a la imprescindible unidad en la lucha contra el terrorismo», advirtió.
Rajoy fue mucho más efusivo al agradecer a Sánchez su disposición al pacto. «Estamos mandando un mensaje nítido a los radicales: la sociedad española está cohesionada en torno a su libertad, su democracia y sus valores».
El texto suscrito consta de ocho puntos e incluye un párrafo que «salva» la posición del PSOE: «El presente acuerdo no se verá afectado por los posibles cambios en el sistema de penas que puedan producirse en el futuro en función de las posiciones mantenidas por las partes en el curso de la tramitación de la reforma del Código Penal». Traducido quiere decir que el pacto seguirá vigente en todos sus términos, aunque el PSOE gobierne y suprima la prisión permanente revisable, como es su deseo. Es más, el propio Sánchez, horas después y a través de su cuenta en Twitter no dudó en asegurar que «recurriremos la prisión permanente revisable ante el Tribunal Constitucional».
En el documento se subraya que «a los delitos de terrorismo con resultado de muerte les será aplicable la máxima pena privativa de libertad recogida en el Código Penal». Es decir, la prisión permanente revisable. El acuerdo contiene medidas para luchar contra el terrorismo yihadista: más recursos, políticas de prevención, memoria de las víctimas y reformas legislativas. La más importante es una proposición de ley con nuevas figuras delictivas, como la del «lobo solitario» o la de los retornados, que se debatirá el 10. Rajoy explicó que con el pacto «nos estamos dotando de las mejores herramientas jurídicas y operativas para garantizar la libertad y seguridad de los españoles», y explicó que nace la renovada determinación de mantener la unidad sin reservas de los demócratas frente al terrorismo. Defendió la postura de su partido y el rechazo a la prisión permanente revisable, y dejó claro que siempre ha antepuesto «la necesaria unidad contra el terrorismo ante cualquier consideración partidista». Subrayó que los derechos de los españoles no se debilitan lo más mínimo.