Rajoy y Trump, cardado y gualda

EL MUNDO 09/02/17
LUIS MARÍA ANSON

DETIENE Soraya el botafumeiro gallego, rebosante de incienso vital y rosa. Lo ha balanceado como todas las mañanas ante la puerta del despacho presidencial monclovita. Interrumpe a continuación al presidente, que está leyendo las últimas noticias de la vuelta ciclista a Qatar.

– Mariano, me ha dicho Trump al despedirse que estás perdiendo pelo. Es necesario que tomes medidas drásticas para atajar la crisis.

– Según Arriola, el tiempo lo arregla todo y lo mejor es no hacer nada y tener cerrado el pico.

– Pues no. Pedro no tiene razón. Así es que me he puesto en contacto con Harold Bornstein.

– Y ¿quién es ese, uno que canta?

– No, presidente, no. Harold Bornstein es el médico capilar de Trump. Me ha dado su dirección en Nueva York, en el 10 Hudson Yards, cerca de L’Oreal.

– ¿Oye, ese no será amigo de José María Aznar?

– No, es amigo de Trump. Y tiene tal prestigio que Pablo Iglesias se nos ha adelantado y ha encargado a Bornstein que le dé nuevo aire a su coleta. Según parece, la mejorará con mechas rubias. Y tal vez le suministre la Propecia. Errejón está que brama.

– No te entiendo, Soraya. ¿Qué es la Propecia, una actriz porno, una droga dura?

– No, es un medicamento que fortalece el cabello y lo hace crecer. Luego, con un cepillo especial de puntas de titanio se carda muy bien desde la raíz. Como puedes comprobar viendo La Sexta, Trump está hecho un pincel. Su cabellera es un primor.

–Lo es, lo es. Pero es que, además, ha tenido el acierto de teñirse de gualda.

– Claro, Bornstein ha incorporado a su terapia capilar un tinte especial que utiliza la Nasa para las astronautas coquetas y se lo ha aplicado a Trump. Me lo ha contado Hillary. Por cierto, no se ha repuesto del disgusto.

– Ah, claro lo de Mónica Lewinsky.

– No, presidente, no, eso pasó hace mucho tiempo. De lo que no se ha repuesto es de su derrota.

– Pues la verdad, mi querida Soraya, es que ese médico americano ha hecho una gran labor y habrá que invitarle a Madrid. Le llamaré a Donald esta noche.

– No hace falta. Le he enviado a Bornstein nuestro Air Force One para recogerle, a pesar del fallo de uno de los motores.

– Menos mal que te ocupas de todo. ¿Qué haría sin ti? Especialmente hoy, que estoy fastidiado por el mal papel de Mohammed Almunain en la vuelta a Qatar. Fíjate qué desastre, ha quedado séptimo.

Soraya agita su melena y abandona el despacho. A continuación me telefonea para informarme sobre la política capilar de Rajoy.

– Esta semana -le digo a Soraya- asistiré a la nueva versión de La Celestina de José Luis Gómez. Estoy completamente seguro de una cosa: no me encontraré en el teatro con Mariano. Pero haré lo posible por verle enseguida y comprobar sus éxitos capilares.

Luis María Anson, de la Real Academia Española.