JON JUARISTI-ABC

  • El PNV no será racista, pero lo que es xenófobo y antiespañol, lo sigue siendo a rabiar

He visto el vídeo de la entrevista de Daniel Ramírez a Iñaki Anasagasti, en ‘El Español’, y debo atestiguar que en ningún momento se escucha a este último pronunciar la frase que aparece entrecomillada en el encabezamiento de la transcripción: «El Athlétic gana con negros y Pradales viene de Burgos». El entrevistador compara estas supuestas declaraciones de Anasagasti con una frase atribuida a Xabier Arzalluz: «Prefiero un negro que hable euskera a un blanco que no lo hable».

En rigor, esta última frase ni siquiera es de Arzalluz. Quien sostuvo algo parecido fue Federico Krutwig, uno de los ideólogos de la primera ETA, según el cual un negro vascófono sería más vasco que un vasco de pura cepa que no hablara euskera o que, en el caso de hablarlo, no lo transmitiera a sus hijos. Con el tiempo, Krutwig matizaría esta opinión, afirmando que un negro –un melanodermo, decía él, muy asépticamente– nunca podría ser plenamente vasco.

Lo que sí sostuvo Arzalluz es que las razas humanas existen y que basta comparar a un sueco con un zulú para darse cuenta de ello. Ni siquiera se le ocurrió contemplar la posibilidad de que hubiera zulúes suecos, que los hay.

Arzalluz y Krutwig eran tan racistas como la mayoría de los españoles de su generación, a los que se les enseñaba desde preescolar que existían cinco razas humanas, a saber, blanca, negra, amarilla, cobriza y aceitunada. También se enseñaba lo mismo a los de la siguiente generación, la mía y de Anasagasti, así que nos imaginábamos a los comanches con brillo de lebrillo y a los aborígenes australianos rellenos de rica anchoa. Total, que el racismo era un componente de la cultura española de la época, pero a los nacionalistas vascos se les notaba más porque eran eso, nacionalistas.

Por ejemplo, el Athlétic de Bilbao, bajo el franquismo, no admitía jugadores negros. Miguel Jones Castillo, nacido en Guinea Ecuatorial pero criado en Bilbao, llegó a jugar en el Athlétic algún partido amistoso, pero tuvo que fichar por los colchoneros porque se le negó la posibilidad de hacerlo por los leones. En la práctica, los guineanos eran equiparados a los de Burgos, tampoco dignos de pisar algún día la gabarra. El Athlétic era para futbolistas de pura raza vasca (o sea, amerluzada), pero esa condición original la mantuvieron todas las directivas franquistas del club.

Imanol Pradales, por cierto, no es de Burgos, sino de Santurce, bonita aldea. En Santurce (Puerto Rico), la mayoría de la población fue cimarrona desde su fundación. Algún día veremos, como en la peli de Bajo Ulloa, un lehendakari negro no necesariamente borincano, pero el PNV seguirá en las mismas. Por ejemplo, equiparando a Aznar con ETA, como hace Anasagasti al final de la entrevista. Porque el PNV no será racista, pero lo que es xenófobo y antiespañol, hasta las cachas.