Editorial-El Correo
- El presidente necesita algo más que «sudar la camiseta» para superar los escándalos y cumplir los retos del país, frenados por la inestabilidad
Aunque no está dispuesto a volver al rincón de pensar, convencido de que «el tiempo pondrá las cosas en su sitio», el presidente necesitará algo más que eso y que «sudar la camiseta» en la legislatura. Compaginar la compleja tarea de evitar fisuras entre sus socios de investidura, cada vez más apiñados en bloques sobre todo al emerger la economía, con los sobresaltos de las investigaciones en curso amenazan con echar por tierra los desafíos de su hoja ruta.
Por muy loables que sean la cohesión social y el crecimiento económico para la prosperidad del país, son metas que se ven condicionadas por una inestabilidad política que frena el impulso legislativo -el Gobierno sólo ha podido sacar adelante con sus socios 25 leyes, la mitad que el año pasado- y complica sobremanera la aprobación de un Presupuesto, lo que podría llevar a Sánchez a dar una vuelta de tuerca a su catálogo de osadías en busca del apoyo de Carles Puigdemont lejos de España y antes del aval judicial a la amnistía. Maniobras de riesgo para el próximo año que revelan, por un lado, las cabriolas a las que le somete su debilidad parlamentaria y, por otro, la incapacidad del PP para tejer una mayoría alternativa mas allá de algún flirteo con Junts.