ABC 28/10/13
· «The Economist» considera que España podría haber desoído al Tribunal Europeo
El Economist londinense estima que España podría haber «ignorado» la segunda sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH), anulando la sentencia Parot, y haber dejado en suspenso la posible excarcelación de etarras, terroristas, asesinos y autores de crímenes de muy diversa naturaleza.
El caso francés Francia adaptó el Código Penal a las «necesidades» con fórmulas que permiten condenas implacables
El semanario financiero más influyente de Europa justifica la eventualidad de la «ignorancia» e incumplimiento de una sentencia del TEDH recordando que el Reino Unido ya «ignoró» e incumplió una sentencia del Tribunal de Estrasburgo de muy otra naturaleza, relanzando la cuestión de fondo: el enfrentamiento institucional entre los sistemas jurídicos nacionales y los tribunales europeos, el TEDH y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Un caso histórico
El Reino Unido, Francia, Italia y Alemania han tenido muchos enfrentamientos con los tribunales europeos, que no siempre se han solucionado sin graves tensiones. El caso de la anulada doctrina Parot puede transformarse en un caso histórico, ya que abre, con crudeza, unas tensiones excepcionales, previstas por muchos historiadores de los derechos comparados, nacionales y europeos.
Los tribunales de Escocia y el Reino Unido han sostenido batallas campales de distinta naturaleza contra los tribunales europeos. Y, en algunos casos, como recuerda «The Economist» Londres llegó a «ignorar» una sentencia del TEDH en 2005.
Francia, por su parte, ha sido condenada por el mismo Tribunal en más de 600 ocasiones, desde 1950. Precavidos, los legisladores franceses tomaron muy tempranamente medidas imprescindibles para «adaptar» el Código Penal francés a las «necesidades» de la lucha contra el terrorismo y otros crímenes odiosos, defendiendo diversas fórmulas jurídicas que permiten preservar las más implacables condenas. Francia y otros Estados europeos llevan muchos años intentando «combatir» la primacía del Derecho de los tribunales europeos sobre los sistemas jurídicos nacionales, con relativa fortuna. Las decisiones del Tribunal de Justicia de la UE suscitan críticas y reser vas. Pero suelen ser aplicadas. En ocasiones, los legisladores nacionales tomaron iniciativas propias, para preservar la identidad jurídica nacional.