LA RAZÓN, 18/4/12
La Audiencia Nacional ha confirmado el cierre de la causa abierta contra el exjefe de ETA Ignacio Gracia Arregi, «Iñaki de Renteria», por ordenar prolongar el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y ha acordado no procesarlo por estos hechos, por lo que seguirá en libertad.
Así lo ha acordado la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal en un auto en el que confirma la decisión del juez Santiago Pedraz y decreta el sobreseimiento provisional de la causa al considerar que la «endeblez» de los indicios contra Gracia Arregi no permite ordenar su procesamiento.
«Desde esa debilidad indiciaria», entiende la sala que hay una «elevada probabilidad de que, abierto el juicio oral y celebrado éste, la insuficiencia probatoria conduzca a la absolución y cierre toda posibilidad de nueva investigación y, en su caso, de una ulterior y más sólida acusación».
De esta forma, el tribunal, integrado por los magistrados Javier Gómez Bermúdez, Javier Martínez Lázaro y Manuela Fernández Prado, desestima la pretensión de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia y la Asociación Víctimas del Terrorismo Verde Esperanza de revocar la conclusión del sumario y procesarlo.
El pasado 18 de julio Pedraz dejó sin efecto las medidas cautelares que había adoptado contra «Iñaki de Renteria» cinco días antes, cuando le dejó en libertad, le impuso comparecencias semanales y le prohibió abandonar España.
El juez decidió no procesarlo después de interrogar como testigo al etarra Jesús María Uribetxeberria, uno de los miembros del «comando Gohierri» que secuestró a Ortega Lara entre 1996 y 1997, y en cuya declaración policial manifestó que «Iñaki de Renteria» ordenó prolongar el cautiverio cuando llevaba seis meses retenido.
En esa declaración de Uribetxeberria -condenado a 32 años como autor material del secuestro- radica la base de la imputación de Gracia Arregi, pues en ella el etarra manifestó que «Gorosti» pasó a ser el jefe del comando tras la detención en julio de 1996 de Julián Atxurra Egurola, «Pototo», y que les ordenó alargar el secuestro.
Para Pedraz, los dos documentos firmados por «Gorosti» incautados a la banda terrorista y atribuidos en una pericial caligráfica al exdirigente de ETA, «sólo demostrarían que se trata de la misma persona, mas no una relación con los hechos que se siguen en la presente causa».
El fiscal no recurrió el auto de conclusión de la causa pero sí se adhirió a los interpuestos por las acusaciones populares.
LA RAZÓN, 18/4/12