Responsabilidad

LUIS VENTOSO – ABC – 28/05/16

· Igual esas cosas que le pasan a Cataluña algo tienen que ver con los que allí viven.

El periodista Puigdemont, de 53 años, presidente de Cataluña y máxima autoridad del Estado allí, ofreció ayer uno de esos desayunos que amenizan los grandes hoteles madrileños. Como es habitual en él, fue un discurso abiertamente golpista, pues anunció su intención de violentar la ley y proclamar en un año la república catalana. Aunque la tonada ya es cansina, no pude evitar cierto disgusto al volver a oírla, porque no quiero que rompan mi país y porque me da grima el provincianismo xenófobo y bastante miedo sus consecuencias (cuando empezó lo de Yugoslavia tampoco iba a pasar nada…).

Pero luego me quedé pensando. Si en Cataluña gobierna una coalición separatista, sustentada además por un grupo antisistema que simpatiza con el magma etarra, quien ha decidido eso no ha sido el coreano Ban Ki-moon, ni Merkel, ni los votantes de Chamberí o Lugo…

Si Cataluña sufre la peor calificación de una comunidad española en la historia de Moody’s, por detrás de Nigeria y Bangladesh, pese a ser la región más primada por el Estado español (soy gallego y no recuerdo que hayamos tenido aranceles proteccionistas desde el XIX, ni planta de Seat a dedo, ni Juegos Olímpicos, ni las primeras autopistas, ni AVE, ¡todavía!), pues me imagino que algo tendrá que ver tan pésima nota con cómo han gestionado los gobiernos catalanes, porque comunidades más pobres aprueban, y alguna con nota (el gran Puigdemont ya ha aclarado que «somos poquísimo responsables de eso»).

Si en Barcelona gobierna una alcaldesa que procede del submundo antisistema y cuya primera decisión ha sido agredir a la industria medular de su maravillosa ciudad, el turismo; si padecen bochornosos altercados okupas, la responsabilidad de haber elegido a Colau no creo que sea de los de Santander.

Si el Barça, al que adoré en mi niñez y que era queridísimo por toda España, se ha convertido en un ariete de rechazo al resto de los españoles, no parece que la culpa sea de Florentino.

Si Cataluña, que era para toda España un ejemplo, lo más próximo al ideal europeo, nuestra meca artística –el lugar palpitante que eligieron para vivir los jóvenes García Márquez y Vargas Llosa–, se ha ido plegando sobre su ombligo y perdiendo tirón empresarial y prestigio cultural, no creo que se deba a una conjura masónica del Ibex, ni que los del cine y la música prefieran hacer sus presentaciones en Madrid por el aire seco de la Meseta.

Si en Cataluña gobernó durante ¡23 años! un pícaro que evadía impuestos en Andorra y montó una trama con sus hijos para saquear el dinero de los catalanes, no eran los andaluces quienes lo votaban.

Si en Cataluña los ciudadanos sufren desde la Administración una implacable ofensiva de propaganda separatista, sufragada con el dinero que falta en las arcas de la comunidad para, por ejemplo, pagar a las farmacias, no son los madrileños quienes admiten y toleran tan aberrante lavado de cerebro.

Lo que sí creo es que la mayoría de los catalanes no apoyan semejantes disparates. Pero es su responsabilidad decirlo muchísimo más claro. Porque igual resulta que esas cosas que le pasan a Cataluña algo tienen que ver con quienes allí viven.

LUIS VENTOSO – ABC – 28/05/16