Retrato del caudillo pringado

Ni veinte minutos obsequió el presidente del Gobierno con su presencia a la sede de la soberanía nacional. Salió a la carrera, como el Dioni a Brasil, “como un pringado” decía la canción de Sabina. “Pringado”, le llamó Feijóo luego de adornarle con un ‘patético’ de los que escuecen, incluso a ‘don Teflón’, que parece que todo le resbala salvo cuando se le menosprecia. A Sánchez pueden llamarle ‘tiránico pero no tiranuelo’, susurra alguien que bien lo conoce bien de Ferraz. “Usted es el máximo responsable de todo, usted está tan pringado como ellos”, abrió la mañana el líder de la oposición. Una obviedad que nadie, salvo algunas pezuñas de su ovina militancia, pone en duda. Tiene a los dos capataces de su banda en el banquillo o entre rejas. “Hasta aquí ha llegado, se acabó la huida”, concluyó el guía del PP y anunció que le convocará a la comisión del Senado sobre la trama Koldo, luego trama Ábalos, después Cerdán y ahora queda inaugurada la trama Sánchez.

Cerdán con cara de Bárcenas

Se carcajeaba el aludido en su escaño con algo de ese histrionismo desmadejado que exhibe cuando le tocan la carita. MJ Montero, a su lado, intentaba también la risotada burlona pero no le salía. Hace tiempo que ya no es, que perdió la furia, que le arrancaron los colmillos de la gresca. Las otras dos vicepresidentas, Sara Aagesen, musa de Bergman, y Yolanda Díaz, musa de Hamás, parloteaban a su bola como dos alegres modistillas en un taller de zarzuela. La respuesta del retado fue algo tontales. No están finos los escribidores de Moncloa. “Que la realidad no estropee un buen titular”. “Todas las acusaciones son falsas, léase la página 28 del informe de la UCO”. Suicida invitación pues basta con leerse las otras 289 para deducir que el PSOE se financia en forma irregular, con sobres, efectivo abundante, entregas clandestinas y demás manejos gangsteriles. «Pagos recibidos sin respaldo documental». «Reserva de efectivo de origen desconocido». «Fuentes de ingresos no declarados». Y sentenció, feliz con la ocurrencia de monologuista chulángano de la telePepa: “Ánimo, Alberto”. Algo inadecuada la broma puesto que ahora el PSOE está en el papel del PP corrupto y a Cerdán se le está poniendo cara de Bárcenas.

Los sobres de Patxi

La tradición enumera 99 nombres de Dios, decía JLB en La muerte y la brújula. En castellano hay otros tantos para designar al dinero, guita, tela, lana, moni, parné y así…Koldo bautizó como ‘chistorra’ a los billetes de quinientos euros y ya ha arraigado la fórmula, tan picantona. Quizás la RAE la incorpore a su diccionario en la próxima edición. Los oradores del PP no manosearon lo suficiente el embutido para arrojárselo a la cara del PSOE. Quizás lo consideraron una obviedad que atenta contra su alta dignidad intelectual. Nunca lo tendrán más fácil. Basta con que cada diputado repitiera la fórmula ‘partido corrupto’ para que la sesión hubiera resultado redonda. No fue así. Miguel Tellado se erigió el más certero de la tropilla de la derecha al recitar los nombres de todos los cargos socialistas emparejados a los consiguientes delitos que les adjudican. Es decir, todos aquellos que están “pringados”. Leídos uno a uno, bastaban para redondear la alineación de dos equipos de fútbol de Soto del Real. “Lo suyo no es un partido, es una organización criminal”, le dijo a Bolaños, y esgrimió una fotito del triministro con ‘el clan de la chistorra’, también conocido como la ‘banda de Peugeot’. Bolaños, sin su botijillo de agua mineral y sin las bofetadas de Cayetana, parecía un ser desvalido, uno de esos tipos a los que ni siquiera le permitirías elegir un entrante. Luego incurrió el número dos del PP en el chiste fácil de la chistorra y los chorizos pero lo compensó al referirse al hermanísimo como “un vulgar delincuente” y a la imputada Begoña como “la catedrática sin título universitario”. Marlaska suspiraba, como una vecindona aburrida a la espera de que algún cotilleo sabroso desfilara frente a su ventana. Ofrece ahora el rostro más inmoral en un Gobierno de desalmados. La bancada azul se despoblaba sigilosamente, quizás para huir de los periodistas de los pasillos y Patxi López dispensaba muecas de cabrero resacoso cuando Jaime de Olano le preguntó sobre la naturaleza de los sobres con efectivo que dice que recibe del Congreso. Glups.

El presidente, al Senado

Los oradores gubernamentales recurrieron a una defensa elemental y pedestre que El País llama ‘el choque ideológico de fondo’, esto es, esgrimir con desesperación diversos patinazos del PP, como los cribados fallidos del cáncer de Andalucía,  el síndrome del aborto en Ayuntaminto de Madrid y teorías imaginarias sobre la privatización de la enseñanza y la sanidad para camuflar la ristra interminable de episodios corruptos que han convertido al PSOE en una alineación de presuntos delincuentes. Desperdició el PP tan gran oportunidad de demoler a un rival malherido, ofuscado, dubitativo y hasta temeroso (Albares incluso se escapó del Hemiciclo cuando le zurraba Bendodo), pero habrá más. Sánchez concurrirá, quizás, a la comisión del Senado este mismo mes, lo que, sin duda, le irrita demasiado, porque los líderes planetarios no se humillan de tal forma, y allí evitará la verdad, como siempre, y quedará reflejada la miserable imagen de un caudillo bien pringado.