EL MUNDO – 17/08/16
· Ciudadanos no aceptará que se cambie «ni una coma» de sus seis condiciones y exige ya la fecha de la investidura.
· Pedro Sánchez reúne hoy a la cúpula del PSOE para reforzarse en su negativa.
Prohibida la goma de borrar. Es la advertencia que Albert Rivera le lanza a Mariano Rajoy. Ciudadanos no está dispuesto a que el Comité Ejecutivo del PP, que se reúne esta mañana, matice o reformule alguna de las seis condiciones sine qua non que el partido naranja quiere que los populares acepten como condición previa para empezar a negociar.
Si en la respuesta que acuerde Rajoy y su equipo hay rastros de goma y palabras reescritas, Ciudadanos rompería cualquier posible negociación: «Presentar alternativas o querer redefinir alguna de las propuestas sería no aceptar las condiciones y, por tanto, no estaríamos en situación de iniciar una negociación», advierte José Manuel Villegas, vicesecretario general.
Rivera exige a Rajoy que acepte seis condiciones que denomina «por la regeneración y la lucha contra la corrupción» y que fije hoy mismo una fecha para la investidura, como paso previo para abrir una negociación entre los equipos de ambos partidos. «Si no hay fecha de investidura, no se iniciarán las negociaciones», zanja Villegas. Todavía ayer, a la espera de la reunión hoy del órgano directivo del PP, en este partido mantenían la incertidumbre sobre la investidura o no de Rajoy. «La investidura está hecha para formar gobierno, no está hecha para que haya una votación negativa y terceras elecciones.
Estamos intentando buscar que no sea una investidura frustrada, sino que dé como consecuencia un gobierno. Es fundamental que haya una fecha de investidura, pero el Rey no encargó a Rajoy un debate, sino un acuerdo para que la investidura salga adelante», reflexionó José Antonio Bermúdez de Castro, secretario general del Grupo Popular en el Congreso, durante una entrevista en la Cope.
En el PP son partidarios de dar carta blanca a su líder para negociar, aceptar las exigencias de su interlocutor, pero con condiciones. «Pueden tener matices, como todas las condiciones. Cuando se plantean algunas reformas, por ejemplo el aforamiento, todos sabemos que es imprescindible hacer una reforma de la Constitución y se necesita para ello el concurso de otras formaciones políticas», dijo ayer Fernando Martínez Maillo, vicesecretario de Organización del PP.
«Al PP le toca decidir si acepta o no unas condiciones previas sin mover una coma para iniciar una negociación, no iniciar una negociación sobre las condiciones», es la respuesta de Villegas, en conversación con este diario. «No cambiaremos ni una coma de las seis condiciones –su textualidad figura en la página siguiente– porque no hay matices en la lucha contra la corrupción», añadió Fernando de Páramo, secretario de Comunicación. «Rajoy debe escoger entre tapar la corrupción de su partido o luchar contra ella».
Rivera escuchará lo que Rajoy le traslade. Espera que sea esta misma semana. Eso sí, no entablará un tira y afloja. «No hay negociación. Son condiciones previas innegociables. No hay matices en ninguno de los seis puntos. Durante mucho tiempo ha habido matices y por eso estamos en la situación en la que nos encontramos ahora», insistió De Páramo, una de las personas del círculo de confianza de Rivera, en declaraciones a los medios.
El núcleo duro de Ciudadanos, Rivera y su equipo de confianza, es consciente de que tras el volantazo a su estrategia –pasar del veto a Rajoy a abrir la puerta a votar sí a su investidura– y la impresión en la sociedad de que cedieron su abstención sin lograr nada a cambio necesitan visualizar de cara a la opinión pública que consiguen cesiones del PP, que han rectificado pero a cambio de algo. «Si al final nos tenemos que sentar con Rajoy porque no se quiere regenerar, tiene que aceptar esta regeneración si quiere negociar», desgrana la mano derecha de Rivera.
Los cambios de posicionamiento y mensaje de Ciudadanos provocan la obligada pregunta de si esta decisión es firme, definitiva, toda vez que en anteriores ocasiones las negativas terminaron en afirmaciones. «Aseguro que son seis condiciones innegociables», zanjó De Páramo. «No me arrepiento de haber pasado de una posición a otra porque lo hemos hecho con la intención de desbloquear el país y que no haya nuevas elecciones».
La base para presionar a Rajoy es el Compromiso por la regeneración democrática que el partido naranja usó de base como exigencia previa al PP y al PSOE en las negociaciones tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015. Constaba de 10 puntos, pero Ciudadanos sólo exigió seis a Rajoy. «No son muchas medidas porque tenían que ser condiciones previas, no, por ejemplo, 15 condiciones de las que aceptan 12. Se trata de las más básicas, las que gozan de un mayor consenso social y que son de sí o no, que no dan lugar a interpretaciones», explica Villegas.
Uno de los trasfondos que subyace en el intercambio de pareceres respecto a las condiciones entre el PP y Ciudadanos es quién lleva la batuta. Quién exhibe de cara a la opinión pública la bandera de liderar el diálogo, de presentarse como vencedor. El giro estratégico de Rivera, aceptando negociar con Rajoy si aceptaba antes las seis condiciones, perseguía ese propósito: recuperar la iniciativa y el relato que, hasta entonces, estaba dominado por el PP. De hecho, desde la dirección de Ciudadanos se lamentaban por el «victimismo» de los populares, pues consideran que el PP no ha realizado ninguna concesión más allá del refrito de su programa electoral que entregó a todos los partidos.
Con todo, los 32 diputados de Ciudadanos serían insuficientes junto a los 137 del PP para investir presidente a Rajoy. La participación del PSOE, al menos con la abstención, sigue siendo vital para que la votación salga adelante. Por esta razón, tanto Ciudadanos como el PP centran esfuerzos en poner el foco en los socialistas, en hacerles responsables de unas posibles nuevas elecciones. «Si el PSOE no reflexiona, asume la responsabilidad y se abstiene para que haya un gobierno, lo cual es perfectamente compatible con que ejerza su oposición, no habrá gobierno; y por tanto, lamentablemente, si el PSOE no se mueve, iremos a unas terceras elecciones», dijo ayer Maillo.
«La participación del PSOE es fundamental. Las matemáticas son caprichosas y los socialistas tienen que tomar una decisión para desbloquear España. Sánchez tiene dos opciones: la abstención y desbloquear la situación o escoger el bloqueo, pensar más en su partido, en su carrera política. Mirarse el ombligo y no pensar en España, zanjó De Páramo.
EL MUNDO – 17/08/16