EL MUNDO – 05/07/16
· Cree que Rajoy contará con la abstención final del PSOE y que no habrá una gran coalición.
El móvil no suena. Hay línea, pero no entra la llamada deseada. Nadie marca el número de Ciudadanos. En el partido esperan que el PP se ponga en contacto con ellos para conocer las intenciones de Mariano Rajoy de cara a una posible investidura. «Nadie se ha puesto en contacto con nosotros», reconoció ayer Albert Rivera, tras una reunión de la Ejecutiva de su partido para analizar el estado de las negociaciones. En su caso, de las no negociaciones. Pues ni PP ni PSOE aceptaron su propuesta de una mesa a tres. El paso de los días evapora la aspiración de Ciudadanos de la gran coalición, de la que sería parte, para asimilar la realidad más plausible de un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy.
¿Qué ve Albert Rivera en su bola de cristal? «Nuestro plan A es un Gobierno con una amplia mayoría, con un plan de reformas consensuado por los tres partidos constitucionalistas, que dan apoyo al Ejecutivo desde el Parlamento. La otra opción, el plan B, es un Gobierno en minoría –gracias a la abstención del PSOE–, con nosotros en la oposición, negociando cada tema, cada ley», expuso el líder de Ciudadanos. La primera opción es la deseada en Alcalá –sede de la formación–, pero la segunda es la que ven más posible. En este caso, la postura oficial es quedarse en la oposición, para mantener abierta la puerta a negociar cada propuesta o ley tanto con el Gobierno como con la oposición.
«Si alguien piensa que ese gobierno en minoría puede salir adelante, le escucharemos», dijo Rivera. «Queremos escuchar a quien quiera formar Gobierno, cómo quiere y piensa hacerlo, pero como no sumamos, no dependerá de un acuerdo con Ciudadanos el que haya o no Gobierno».
Aún queda por dilucidar el sentido del voto de Ciudadanos respecto a ese Gobierno en minoría del PP, de Mariano Rajoy. Como ha informado este diario, la Ejecutiva de la formación deberá decidirlo una vez sea proclamado candidato el líder del PP. De manera pública y oficial se mantiene que no apoyarán a Rajoy y que no es su candidato. Pero fuentes del partido recuerdan que queda por delante toda una negociación, una previsible reunión de Rajoy con Rivera o, entre medias, la negociación de la Mesa del Congreso, donde la presencia de Ciudadanos podría depender de la generosidad del PP. En todo caso, desde el partido de Rivera priorizan la negociación de una hoja de ruta reformista al veto a Rajoy.
Tras las elecciones del 26-J, la importancia de Ciudadanos para las conversaciones de la gobernabilidad ha quedado casi anulada. Sus 32 diputados no son decisivos para la formación de Gobierno, pero el partido naranja reivindica su papel, y la necesidad de estar presente en la mesa de negociación «para que se lleven a cabo las reformas que PP y PSOE no han querido hacer en los últimos 35 años».
Ocurre que Rajoy está mucho más interesado en marcar el número de Pedro Sánchez. Si le dieran la opción de hacer una única llamada sería al PSOE. Una abstención de los socialistas permitiría a Rajoy gobernar en minoría (222 escaños, cuando la mayoría es 176). Una abstención de Ciudadanos sería insuficiente (169 escaños sumarían ambas fuerzas), necesitaría la aportación del PSOE. Rajoy, además, mantiene una actitud distante y cerrada respecto a Ciudadanos.
Desde la dirección del partido dan por descontado que finalmente se producirá la abstención del PSOE, y aunque creen que no resolverá la cuestión, aguardan al Comité Federal de los socialistas del sábado.
EL MUNDO – 05/07/16