ABC 17/03/15
· El líder de C’s desvela a ABC su estrategia de pactos y advierte de nuevas elecciones anticipadas si no existe regeneración
Pactos con «luz y taquígrafos» «Si llaman a C’s con cargos o consejerías… no hace falta ni que llamen. Otra cosa es cómo se articula el cambio, con fechas concretas y acuerdos auditables» Superar la indefinición «Cuando se nos advierte de que ahora toca mojarnos, definirnos, respondo que por supuesto, que hemos venido aquí para mojarnos» Apoyo desde fuera «No nos sentiríamos cómodos en un gobierno que no presidiéramos, siendo comparsas. Queremos un compromiso claro y profundo»
Partido emergente, en el centro del nuevo escenario político que se abre en España y probablemente decisivo en la conformación de los nuevos gobiernos que surjan del ciclo electoral que afronta el país en los siguientes meses, empezando por Andalucía el domingo próximo. Señalados por las encuestas como «partido bisagra», Ciudadanos (C’s) aspira a ser en realidad «partido palanca», la que fuerce una regeneración política que, según su presidente, Albert Rivera, no pasa por el «pasteleo» en forma de pactos que ha definido la política española hasta ahora.
En este contexto, la gran incógnita es saber cuál será la decisión del partido tras las elecciones andaluzas de este domingo, donde todo parece apuntar a una victoria en minoría de Susana Díaz (PSOE). Rivera es claro en declaraciones a ABC. Por lo pronto, Ciudadanos descarta uno de los posibles escenarios, el de un gobierno de coalición. «No nos sentiríamos cómodos en un gobierno que no presidiéramos, siendo comparsas. Experiencias pasadas como la del tripartito en Cataluña son un mal ejemplo», desveló a este diario, en un planteamiento político que alude a la Junta de Andalucía pero que da pistas sobre cuál puede ser el papel de Ciudadanos en las próximas citas electorales que se presentan en España: autonómicas y locales en mayo, autonómicas en Cataluña en septiembre y generales a finales de año o principios de 2016.
«Acuerdos auditables»
Rivera, que en primer lugar reclama prudencia ante lo que anticipan las encuestas –«tanto en positivo como en negativo», apunta–, sí es claro sobre cuáles son las condiciones de C’s ante un acuerdo hipotético: «Un compromiso claro y profundo» para llevar a cabo el «programa de reformas» que a su criterio necesita España y particularmente Andalucía.
«Si quien llama a la puerta de Ciudadanos viene con cargos, consejerías… no hace falta ni que llamen… sea el PP o el PSOE… Otra cosa es hablar de cómo se articula ese cambio, un acuerdo que deberá ser con luz y taquígrafos, con fechas concretas y acuerdos de transformación que sean auditables», apunta. «Lo que dice la gente es que quiere que Ciudadanos sea la palanca que fuerce un cambio profundo, y eso no lo sacrificaremos por nada», resume Rivera. Las encuestas dan al candidato de C’s Juan Marín una horquilla de entre ocho y doce diputados, suficientes para ser decisivos en la conformación del nuevo gobierno de la Junta, siempre que la socialista Díaz cumpla con su promesa de no apoyarse en Podemos.
Defiende Rivera que el nuevo «mapa político» que se está dibujando en España aún se está leyendo con las «gafas de la vieja política», la que entiende que el «pacto, el diálogo, es en realidad pasteleo». Su idea parece apostar por permitir un gobierno en minoría en base a acuerdos puntuales, eso sí, sobre una regeneración que no pasa únicamente por limpiar la política de imputados, como señaló en alusión a los expresidentes Chaves o Griñán. «Quien gobierne en Andalucía tendrá que hacer un giro de 180 grados, y si no están dispuestos a ello, quizás vayamos a unas nuevas elecciones anticipadas», afirma a ABC. «No nos temblará la voz para decir un no rotundo si lo que se pone sobre la mesa es lo mismo de siempre», añade.
«Venimos a mojarnos»
Cabalgando la ola de las encuestas, usando con habilidad la plataforma televisiva y la de las redes sociales, en Ciudadanos se asume que ha llegado la hora de empezar a definirse, de tomar decisiones, abandonando en buena forma la transversalidad, o ambigüedad, que ha caracterizado al partido. «Cuando se nos advierte de que ahora toca mojarnos, de que tendremos que empezar a definirnos… respondo que por supuesto, que hemos venido para mojarnos… Es que estamos aquí para eso», señala Rivera.
Al respecto, el líder de C’s asume que la política de pactos que trace su partido a partir de ahora, particularmente en Andalucía, puede decepcionar a alguno, a la vez que implica desgaste para una formación que, hasta ahora siempre desde la oposición, se ha podido presentar inmaculada. Ante esto, el líder de Ciudadanos promete «hacer toda la pedagogía que haga falta» para explicar que si la política en España está cambiando, también lo va a hacer la manera en la que se articulan los pactos entre los partidos. Unos pactos, recuerda, que ante la irrupción de nuevas formaciones como la suya se adentran en un terreno de muchas más combinatorias.
Perpetuar al PSOE
En este escenario, una pregunta es inevitable: ¿Es coherente el discurso regenerador con perpetuar al PSOE en Andalucía? «Mire, si el PSOE sigue ganando en Andalucía es porque el PP ha sido incapaz de presentar una oferta atractiva… El mismo PP que acusa de perpetuarse al PSOE lo hace en otros lugares de España», asume Rivera.
El partido parece apostar pues por una política de pactos a la carta tras las municipales y autonómicas de mayo, acuerdos variables que, en ningún caso, se dejarán al arbitrio único de las direcciones locales o regionales. Para ello, el partido ha creado un Comité de Pactos Nacional que definirá con quién y, sobre todo, cómo se pacta en cada comunidad o ayuntamiento.
Si la política de pactos marcará el futuro del partido en las próximas semanas y meses, Albert Rivera debe adoptar él mismo una decisión trascendente, en lo personal y en lo político: quedarse en su comunidad para hacer frente desde primera línea al proceso soberanista, o asaltar la política nacional.