ABC 28/06/16
· Insiste en formar una mesa de negociación con los equipos de C’s, PP y PSOE
Sus condiciones por ahora no se mueven, pero no todos los posibles gobiernos pasan por Ciudadanos. Este es el primer mensaje que lanzó ayer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, tras analizar sus resultados electorales. Reconoció que sus 32 diputados, obtenidos con 3,1 millones de votos, no son «necesarios» para que gobierne el PP ya que podrían hacerlo «con la abstención del PSOE».
En una rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo, Rivera reiteró que, para dar su apoyo, su partido quiere que se produzcan «cambios» y regeneración en un nuevo Gobierno del PP. Sin embargo, también dejó caer que el cumplimiento de estas condiciones no son imprescindibles para que haya un nuevo Ejectutivo: los populares podrían gobernar con la abstención del PSOE.
Con ocho escaños menos en el Congreso y habiendo caído unos 400.000 votos respecto a las elecciones de diciembre, ahora Ciudadanos traslada la responsabilidad de que haya o no un nuevo bloqueo institucional a una abstención del PSOE sin tener así que ceder ellos, en principio, en sus exigencias.
«Para apoyar al PP ya está el PSOE, no hace falta Ciudadanos. Con una abstención socialista, Rajoy puede gobernar y Fernández Díaz seguir como ministro del Interior», dijo Rivera. El líder insistió ayer una y otra vez en esta idea a lo largo de toda la rueda de prensa que ofreció desde su sede. «El PP con una abstención del PSOE ya puede poner en marcha un Gobierno, nosotros no somos necesarios». Rivera incluso llegó a asegurar que su formación «nunca será» la artífice de unas terceras elecciones porque con la abstención del PSOE se puede poner en marcha la legislatura. Un mensaje que afianzó tras asegurar que «no hay ni un solo votante de Ciudadanos que no sepa que no vamos a estar ni apoyar un Gobierno donde estemos pendientes de la corrupción del señor Bárcenas o de la señora Rita Barberá».
La situación de la formación ahora es complicada. A la espera de ver qué hacen los socialistas, en Ciudadanos
saben que el PP podría intentar gobernar sin su apoyo y gracias a una abstención del PSOE, lo que significaría que Ciudadanos podría verse limitado en el nuevo panorama político. Por la otra parte, Rivera insiste en la importancia de formar una mesa en la que además de los dos partidos tradicionales esté Ciudadanos para que haya «cambios y estabilidad».
Negociación a tres
Por ello su fórmula preferida es la de un pacto a tres, entre los partidos «constitucionalistas», pero sus 32 escaños y su rechazo al candidato del PP lo complican. Y aunque el líder de la formación aseguró ayer no haber «vetado» nunca a Mariano Rajoy, también dijo que no apoyará un Gobierno con él al frente.
«Si no va a cambiar nada, si va a ser un Gobierno con el mismo presidente, con la misma sospecha de corrupción, nosotros nos quedaremos en la oposición». La misma noche electoral Rivera lanzó la idea de quedarse en la oposición, intentando consolidar el espacio «moderado» de su formación, pero jugando la baza de la regeneración.
Sobre la posibilidad de si su partido se abstendría ante una investidura de Rajoy, Rivera no volvió a ser tan claro como el 16 de junio. «No, no se lo puedo repetir porque ahora estoy en una rueda de prensa, pero nosotros no vamos a apoyar un Gobierno de Rajoy y más cuando, con la abstención del PSOE, no hace falta que yo le conteste ya».
Ciudadanos tampoco ve claras las «cábalas» de otros «partidos», como calificó ayer la posibilidad de un acuerdo entre PP, PNV, Coalición Canaria y Ciudadanos (y la abstención de Nueva Canarias).
«Nosotros no queremos que la gobernabilidad de España vuelva a pasar por los nacionalistas. Llevamos 30 años así», dijo Rivera. La primera reacción del partido es la de negarse a formar parte de «ningún pacto con los nacionalistas» porque no van a dejar que «la gobernabilidad de España» dependa de un partido como el PNV, que no defiende la igualdad de todos los españoles. «Que no cuenten con nostros».
En la anterior legislatura, Ciudadanos llegó a sentarse con el PNV en un intento de buscar apoyos a su acuerdo con el PSOE. Entonces fueron los vascos quienes dijeron que no.
Análisis de los resultados
Rivera también encargó ayer un informe al Comité Electoral de su partido para analizar por provincias y Comunidades Autónomas el motivo de su caída en votos (ocho décimas porcentuales) y en escaños, pasando de tener 40 a 32. «No es un resultado satisfactorio», reconoció.
En la valoración que hizo ayer el líder del partido dijo que el 26 de junio hubo «muchos factores» que han afectado al resultado, entre ellos el Brexit, la polarización de la campaña, «el voto del miedo» o la coalición de Unidos Podemos y la ley electoral. También que parte de su electorado se ha quedado en casa.
La formación dice que sus votos demuestran la existencia de un electorado «de centro» que se ha consolidado. Por ello, Rivera negó que sus votante provengan del PP o del PSOE, ya que aunque han caído ocho décimas, el PP ha subido cuatro puntos.