Nació en Barcelona, pero desde hace años siente que algo le ata a Cádiz. En el viaje a la búsqueda de sus orígenes, Albert Rivera y Ciudadanos viajan de Cataluña a la Tacita de Plata, con un punto de inflexión en el madrileño municipio de Coslada. Allí emerge La Pepa, el espíritu de la Constitución de 1812, como guía espiritual, referente, del nuevo Ciudadanos que Rivera ha refundado para «ganar a los conservadores en las urnas».
Pese a que los dirigentes de Ciudadanos explican que el nuevo ideario del partido –se abandona la socialdemocracia para abrazar el liberalismo progresista– no constituye la historia de la formación, sino una hoja de ruta para el futuro, Rivera ha decidido viajar hasta 1812 para realizar su proyecto de 2019: entrar en gobiernos. Es el sueño del presidente de Ciudadanos.
«Somos el sueño de millones de españoles hecho realidad, que se sentían políticamente huérfanos, que no tenían una opción a la que votar. Un sueño que viene de muy lejos, de hace 200 años. Los liberales de Cádiz han vuelto y han vuelto para gobernar España», proclamó ayer en la Asamblea General de su partido, en medio de aplausos, y ante la presencia de Guy Verhofstadt, líder de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE) en el Parlamento Europeo, y de los vicesecretarios del PP Fernando Martínez-Maíllo y Pablo Casado.
En su ejercicio para explicar el giro liberal impuesto en esta Asamblea, Rivera ha decidido presentarse como heredero político de ese liberalismo español de principios del siglo XIX. «Unión, libertad, igualdad, soberanía… Aquella semilla de 1812 de San Fernando quedó muy bien plantada. Luego creció en el árbol de la Constitución de 1978, pero ha llegado el momento de mejorar para que no se la carguen».
Pero para plasmar en hechos su pretensión política, Rivera acude a un pasado más reciente. En busca de hechos palpables, reconocibles por los españoles, sitúa a los proyectos de Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar como modelos a seguir. Los calificó de «centristas», a los tres. «Estos tres grandes proyecto de país han tenido la característica de aglutinar a la mayoría de los españoles y han tenido como foco el centro político». En un momento en el que Rivera está dispuesto a competir por el espacio electoral del PP nombra a Aznar, que ha roto con Rajoy desencantado con su política, como un ejemplo a seguir por lo que supuso su gestión para España. Eso sí, marcó una diferencia: «Vamos a intentar hacer una cosa distinta: vamos a quedarnos en el centro». Considera que estos tres líderes políticos pasaron de un extremo al centro, mientras que él parte del centro político.
Rivera salió de la Asamblea con un respaldo absoluto a su proyecto y con un refuerzo de su poder en el partido. El ejemplo es que la dirección controla el 100% del Consejo General, el órgano encargado de vigilar la actuación de la Ejecutiva. Ayer se votó la composición de este órgano. Los 125 miembros elegidos son miembros de la candidatura España Ciudadana, impulsada por el presidente del partido. Sólo ocho compromisarios no oficialistas se postularon. No salió elegido ninguno. Este órgano fija las grandes líneas de actuación política y controla la actuación del Comité Ejecutivo como órgano de dirección y gestión.
Arrimadas pilotará una escuela de formación política
· Rivera ordena prepararse para no gestionar como Podemos ni «agachar la cabeza» cuando gobiernen
Como el estudiante que tiene que hincar codos ante un horizonte que presenta exámenes, Albert Rivera ha ordenado a sus cargos públicos que se formen e instruyan de cara al examen de la gobernabilidad. La Asamblea General de Ciudadanos ha ratificado la propuesta de la dirección de entrar en gobiernos –municipales, provinciales, autonómicos y estatal– a partir del próximo ciclo electoral, poniendo como fecha orientativa 2019. Pero Rivera tiene muy en cuenta la experiencia vivida por Podemos y apuesta por formar e instruir a sus cargos. La encargada de hacerlo será Inés Arrimadas, que además de líder de la oposición en Cataluña y portavoz nacional, es secretaria de Formación.
Pese a que había algunas enmiendas de militantes que pedían entrar ya en Gobiernos, para que pudieran visualizar y rentabilizar las reformas que impulsan, estas propuestas fueron tumbadas. La dirección nacional, eso sí, estudiará algunos casos concretos. De hecho, recientemente dio el visto bueno para que Ciudadanos gobierne en coalición con el PP en Orihuela.
El propósito de Rivera es tocar poder estando seguro de que no tendrá incendios políticos de calado. «Tenemos que sentirnos orgullosos de los que entremos en gobiernos, que no agachemos la cabeza. Por eso, propongo que nos preparemos para el futuro», fue el mensaje que lanzó a todos sus cargos públicos.
Arrimadas será la encargada de «preparar y formar a los futuros gobernantes». Rivera no quiere «inventos o experimentos» que mermen su credibilidad. «El día que gobernemos tendremos que hacerlo mejor que los que estaban». Para ello, desde la secretaría de Formación se buscará «garantizar la formación continua de los cargos». El plan que se ha diseñado abarca tres ámbitos: formas (comunicación y oratoria); fondo (contenidos técnicos en función de las necesidades de la persona); y capacidades transversales (la negociación o la gestión de equipos). «Somos conscientes de que debemos ofrecer una formación continua y adaptar la formación a las personas», señalan a este diario fuentes de la Secretaría de Formación.