EL CONFIDENCIAL 15/08/16
· Si el PP acepta las seis condiciones y fija una fecha para la investidura, comenzará la negociación. Como ocurrió con Cifuentes y Díaz, C’s impondrá la firma de un nuevo documento
El comité ejecutivo del PP deberá aprobar este miércoles las seis condiciones impuestas por Ciudadanos sobre regeneración y lucha contra la corrupción para empezar la verdadera negociación de la que dependerá que los 32 diputados encabezados por Albert Rivera viren al sí en la investidura de Mariano Rajoy, aún sin fecha. Si los plazos se cumplen, el jueves las formaciones podrían designar a los miembros de sus respectivos equipos negociadores -cuatro en total-. En Génova saben que el documento de seis puntos es la antelasala a una serie de conversaciones en las que Ciudadanos está decidido a imponer las principales medidas de su ideario.
En realidad, el modelo a seguir en la negociación, según explican miembros de la cúpula naranja, será muy parecido al de Madrid y Andalucía, que elevó a Cristina Cifuentes y Susana Díaz como presidentas autonómicas respectivamente con el respaldo de los de centro. El partido liderado por Rivera pretende entregar a Rajoy una hoja «con 70 u 80 medidas aproximadamente» de su programa electoral, que los populares deberán firmar si quieren contar con el voto afirmativo. Las seis condiciones de regeneración también formaron parte de los documentos planteados por Ignacio Aguado y Juan Marín, como otras muchas propuestas que el dirigente barcelonés expondrá al presidente en funciones.
Entre las medidas estarán algunos puntos ‘estrella’, como reducir la cuota a los autónomos y hacerla progresiva en función de sus ingresos, recuperar los 2.500 millones ‘perdidos’ gracias a la amnistía fiscal de Cristóbal Montoro o el endurecimiento del Impuesto de Sociedades -que, como publicó este diario, será la prioridad de los de centro para garantizar una importante fuente de ingresos-. Más allá del ámbito estrictamente financiero, Ciudadanos incluirá en su lista de medidas el incremento de la baja por maternidad y paternidad que, según su propuesta electoral, se ampliaría, en el caso de las madres, de seis a ocho semanas intransferibles, instaurando ocho semanas para los padres, mientras que las 10 restantes se podrían distribuir libremente.
El documento incluirá reformas en el modelo laboral, aunque la dirección de Ciudadanos aún debe decidir cuáles serán las exigencias finales en este ámbito. De la misma forma, habrá propuestas para reformar la Administración y «pinchar la burbuja política», usando el término de la formación naranja, lo que sin duda será uno de los puntos que mayor choque en la negociación con los conservadores. Fundamentalmente porque el partido de centro es partidario de eliminar el Senado, «o garantizar su uso como una verdadera cámara de representación territorial«, que será probablemente en lo que indaguen populares y centristas.
Si los acontecimientos siguen el curso natural y las negociaciones comienzan, Ciudadanos elaborará este nuevo documento que los cuatro grupos de trabajo propuestos por el Partido Popular estudiarán en un periodo exprés de 15 días como máximo. La voluntad del PP pasaría por que el resultado de las mesas garantizara un pacto de gobernabilidad en que, en las cuestiones de Estado, sería necesaria también la implicación de los socialistas. Pero en la formación de centro no piensan en esos términos. Insisten, más allá del pacto que consigan alcanzar con Rajoy, en que el PP gobernará con 137 diputados y todo lo que conlleva un Gobierno en minoría. En Ciudadanos también son partidarios de destacar la importante labor que tendrá la oposición, ya que con sus votos, los del PSOE y Podemos, podrán sacar adelante muchas iniciativas, quieran o no los populares.
Estos bloques de trabajo que podrían constituirse a finales de esta semana se dividirán en reformas institucionales, economía, pacto nacional por la educación y la ciencia y, por último, servicios sociales. El segundo equipo se ocupará estrictamente de las urgencias del paquete económico, es decir, el techo de gasto, los objetivos de estabilidad presupuestaria, el cumplimiento de los compromisos en la materia con la UE y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017. En ese punto, se incluiría un programa para mantener la recuperación económica, creación de empleo y las bases para un nuevo modelo de financiación autonómica. Precisamente, son las urgencias económicas para el país la mayor consonancia existente entre Rajoy y Rivera.
La prueba de fuego para Ciudadanos
La dirección del partido de centro es consciente de que el éxito de los mensajes que lancen a la opinión pública es en estos momentos fundamental. La declaración institucional de Rivera el pasado martes, un día antes de reunirse con Rajoy, fue toda una declaración de intenciones del líder de centro para explicar el cambio de rumbo que su formación tomaría tras citarse con el candidato propuesto por el Rey.
Rivera hizo hincapié en que su partido «es el único» que ha trabajado por desbloquear la situación -en la pasada legislatura, con el acuerdo de Gobierno firmado con Pedro Sánchez, y ahora, en su intento de negociación con Rajoy- y después enumeró las seis condiciones ‘sine qua non’ para empezar a negociar el sí. Exigencias muy políticas con el objetivo de regenerar que, sin embargo, no son tan asumibles para los ciudadanos de a pie, que esperan reformas en materia de empleo o nuevas políticas sociales.
En esa línea, principales dirigentes de centro son conscientes de la importancia que tendrá en las próximas semanas explicar a la ciudadanía las cesiones que esperan obtener de los populares y transmitir los cambios que, con su llegada, se producirán en el Congreso de los Diputados aunque siga gobernando el PP. Esa será la verdadera prueba de fuego.