Ciudadanos ha situado en la mirilla de su trabajo político un nuevo objetivo: la supresión de los aforamientos para los diputados y senadores. Así lo contempla Albert Rivera y su equipo, hasta el punto de que entre sus próximos planes está impulsar una reforma exprés de la Constitución para suprimir este «privilegio», según lo califican en la formación naranja, para los diputados y senadores. La estrategia de Ciudadanos pasa por sacar adelante esta reforma a principios de año, en torno a febrero, gracias al apoyo mayoritario de la Cámara, describen fuentes de la dirección del partido.
Para llevar a cabo su propuesta Ciudadanos necesita llegar a acuerdos con PP y PSOE, pues los proyectos de reforma constitucional deben ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras. Lo que se persigue es calcar la estrategia que llevaron a cabo PP y PSOE en 2011 –entonces ambos sumaban–, cuando se pusieron de acuerdo de forma apresurada para sacar adelante la reforma el artículo 135 de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria. Claro que entonces justificaron la urgencia del cambio por la «gravedad» de la situación económica.
Para suprimir los aforamientos a diputados y senadores –condición por la cual sólo pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo– es necesario modificar el artículo 71 de la Constitución, que en su tercer punto recoge: «En las causas contra diputados y senadores será competente la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo».
Esta medida es una de las demandas históricas de Ciudadanos, de la que ha hecho caballo de batalla. En distintos parlamentos autonómicos ha impulsado iniciativas para cambiar el estatuto de autonomía y acabar con esta condición. En el pacto de investidura que rubricó en agosto con el PP, su punto 94 recoge: «Eliminación de los aforamientos ligados a cargos políticos y representantes públicos». De hecho, fue una de las seis condiciones previas exigidas por Rivera a Rajoy para empezar a negociar y, según el documento, se debía tramitar durante los tres primeros meses de la legislatura.
Desde la dirección de Ciudadanos emplean el argumento de «¿quién se va a oponer a esta medida?» para mostrar su optimismo respecto a que pueda salir adelante. No confirman que sea uno de los asuntos tratados con el PP, pero se remiten a su pacto. Respecto a la posibilidad de que, por ejemplo, Podemos pueda pedir que se someta esta reforma constitucional a referéndum –bastaría con que lo pidieran 35 diputados–, no creen que suceda, bajo el argumento de que quien no esté a favor «deberá explícaselo a sus votantes».
C’s ya impulsó una reforma exprés de la Constitución en el fallido acuerdo de gobierno que firmó con el PSOE en febrero y que no se consumó porque el Congreso tumbó la candidatura de Pedro Sánchez. Esa reforma se preveía acometer en un mes para, entre otras medidas, suprimir el aforamiento de diputados, senadores y miembros de asambleas autonómicas.
En C’s conciben esta supresión de los aforamientos de forma paralela al trabajo para intentar trazar una hoja de ruta para una reforma de la Constitución más amplia. El partido de Rivera demanda poner en marcha también en las próximas semanas la mesa de trabajo acordada con el PP para consensuar un documento que sirva de base para abordar los cambios en la Carta Magna.