ABC – 17/03/16
· El socialista se citó ayer con el líder de C’s para tranquilizarle sobre la vigencia de su pacto.
· Ciudadanos no va a vetar, a priori, ningún encuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias porque está convencido de que la abstención de Podemos que quiere el PSOE es poco menos que imposible.
Pero si la cita que van a mantener ambos líderes «antes de Semana Santa», según acordaron ayer telefónicamente, tiene continuidad hacia un acuerdo diferente, C’s romperá con Sánchez. Los de Albert Rivera no van a hacer siquiera cuestión previa del hecho de que Sánchez haya decidido verse con Iglesias y con Izquierda Unida a solas, después de proclamar a bombo y platillo que él y el líder de Ciudadanos irían juntos a verse con «terceros»; simplemente van a dejar que corra el tiempo y se aclare el panorama.
Es más; ayer por la tarde, el líder socialista se reunió durante media hora con Rivera en el Congreso para «evaluar» los encuentros que han venido manteniendo juntos, la que Sánchez tuvo en Barcelona con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la que tiene pendiente con Iglesias. Según ambas formaciones, «el documento suscrito por ambos partidos sigue siendo la base de cualquier negociación».
El anuncio de la reunión, unida a la que el PSOE mantendrá con IU y a la que no acudirá Ciudadanos por el veto de los de Alberto Garzón, supone una cesión del partido de Rivera respecto al acuerdo del pasado 5 de marzo. Tras la derrota de Sánchez en la investidura ambos partidos trasladaron que el acuerdo estaba vigente y que a partir de ahora negociarían conjuntamente. Ciudadanos optó ayer por mantener un perfil bajo en este asunto.
En primer lugar, porque todavía dudan, según fuentes de la dirección del partido, que el encuentro llegue a concretarse. Y en segundo término porque no le conceden mucha importancia. Lo explicó el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, que aseguró que «la importancia que le damos a esa reunión es ninguna». Además, afirman que el acuerdo que han firmado con el PSOE está abierto a mejoras, pero incorpora cuestiones que alejan a Podemos irreversiblemente.
No solo el referéndum catalán, sino políticas de gasto público o lo referente a la estabilidad presupuestaria. Si el martes quien tomó la iniciativa de acercarse al líder socialista fue el de Podemos, vía whatsapp, ayer fue Sánchez quien le devolvió el gesto telefoneándole al filo del mediodía. A los dos les interesa, por distintas razones, iniciar un deshielo de unas relaciones políticas envenenadas desde la polémica intervención de Pablo Iglesias en el debate de investidura que concluyó con un sonoro «no» de Podemos al líder socialista. Aquello dejó muchas heridas abiertas en el PSOE, empezando por los «insultos» a Felipe González con su afirmación de que tiene «las manos manchadas de cal viva», en alusión a los asesinatos de los etarras Lasa y Zabala en 1983 a manos de los GAL.
En ese momento, Sánchez y su núcleo duro pensaron que con Podemos iba a ser poco menos que imposible, pero las encuestas señalan que a Iglesias le está empezando a pasar factura su «altanería» y quieren aprovecharse de ello. Creen que Podemos estudiará abstenerse para que Sánchez gobierne y evitar así una repetición de elecciones. De momento, ayer iniciaron la «normalización» de relaciones.
ABC – 17/03/16