El consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, es el candidato mejor colocado para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba cuando decida abandonar el Gobierno para dedicarse de lleno a su candidatura como cabeza de lista del PSOE a las generales de 2012.
Hombre fuerte del ejecutivo del lehendakari Patxi López y secretario Político del PSE, tiene una excelente relación política y personal con Rubalcaba, que le utilizó como interlocutor del Gobierno en las conversaciones con Batasuna y el PNV en el santuario de Loiola durante el último proceso de paz.
El sustituto de Ares sería, a su vez, Miguel Buen, que el próximo martes será nombrado viceconsejero deSeguridad pese a haber encabezado la lista de su partido a la Diputación Foral de Gipuzkoa en las elecciones del pasado 22 de mayo. El nombramiento le obliga a abandonar su acta antes incluso de que se hayan constituido las Juntas Generales. Se trata de un “histórico” del partido con un perfil mucho más político que su antecesor, Rafael Iturriaga.
Las fuentes políticas vascas consultadas interpretan estos movimientos como el anticipo del relevante papel que están llamados a tener los socialistas vascos en el post-zapaterismo. El anuncio del presidente Rodríguez Zapatero de que no sería el candidato del PSOE en las elecciones generales del próximo año dio paso a la convocatoria de primarias para elegir a su sucesor entre Rubalcaba y Carme Chacón, ministra de Defensa.
Pulso del PSE
El PSE, con el lehendakari Patxi López al frente, irrumpió en escena para reclamar que fuese un Congreso Extraordinario, y no unas primarias, el que eligiese al candidato del partido y abriese un debate de ideas tras la debacle electoral. Su propuesta suponía el relevo de toda la ejecutiva del partido y la salida de Zapatero de la escena política por la puerta de atrás. El desencuentro entre ambos ha ido en aumento por los permanentes desaires del presidente del Gobierno, que ha negociado a sus espaldas con el PNV en reiteradas ocasiones.
La imagen de enfrentamientointerno obligó a Chacón a renunciar, contra su voluntad, a la carrera sucesoriaen beneficio de Rubalcaba. El vicepresidente y ministro anunció días atrás que abandonará sus responsabilidades en el Gobierno si son incompatibles con las del partido. Hasta entonces, Rubalcaba compaginará la portavocía del Gobierno con sus viajes por toda España para celebrar encuentros con militantes del partido en calidad de candidato, y numerosos actos institucionales como titular de la cartera de Interior. Toda una maratón al que las fuentes políticas vascas consultadas creen que pondrá fin después del verano para preparar su estrategia electoral, que pasa por recortar distancia con el PP.
Dos supervivientes de la política
Además de buena sintonía personal, Rubalcaba y Ares tienen en común que son dos supervivientes de la política, lo que da cuenta de su habilidad para moverse en todos los terrenos. El vicepresidente fue miembro destacado del felipismo y apoyó a José Bono cono secretario general en el Congreso que eligió a Rodríguez Zapatero, lo que no le ha impedido escalar en el organigrama del poder. Portavoz parlamentario, el presidente le llevó al Ministerio del Interior para que gestionara el proceso de paz que ETA frustró en diciembre de 2006 con la detonación de un coche-bomba en el aparcamiento de la T4 de Madrid.
Como su homólogo, Ares lleva en política desde 1983 y ha conseguido también sobrevivir a dos equipos políticos enfrentados. Ha sido secretario de Organización del PSE, y como tal número 2 de los socialistas vascos, desde 1995 a 2009 con Ramón Jáuregui, Nicolás Redondo Terreros y Patxi López en la secretaría general.
EL CONFIDENCIAL, 10/6/2011