«Utilizar el caso de Miguel Ángel Blanco es una indecencia», ha dicho Rubalcaba al evocar unas declaraciones de ayer de Acebes. El ministro del Interior está seguro de que Aznar habría actuado igual si con una decisión así hubiera podido salvar la vida del concejal de Ermua asesinado por ETA.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha justificado hoy de nuevo su decisión tachado de “indecentes” las declaraciones de algunos líderes del PP al hilo de la decisión de poner en prisión atenuada al etarra Iñaki de Juana Chaos. El ministro se ha referido en especial a las del secretario general del PP, Ángel Acebes, que dijo que si el Gobierno popular hubiera cedido, Miguel Ángel Blanco -concejal popular asesinado por ETA en 1997-, estaría vivo. Rubalcaba ha dicho que si aquel Gobierno hubiera podido salvar la vida decretando la prisión atenuada para alguien, “lo habría hecho una y mil veces”.
«Utilizar el caso de Miguel Ángle Blanco es una indecencia», ha dicho Rubalcaba al evocar las declaraciones de ayer de Acebes. El que fuera ministro del Interior declaró ayer que si el Ejecutivo del PP hubiera «cedido» ante los terroristas en su momento, ahora ciudadanos como Miguel Ángel Blanco estarían vivos. Y se preguntó: «¿Vale más la vida de De Juana que la de Blanco?». Rubalcaba entiende que si el Gobierno de Aznar «hubiera podido salvar a Miguel Ángel Blanco con una prisión atenuada, lo habría hecho una y mil veces».
También cree indecente lo que dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que dijo que ayer fue «el día más triste para la democracia española, después del 23-F». Rubalcaba le ha recordado que la Audiencia Nacional juzga estos días a los sospechosos de un atentado «que causó la muerte a 191 personas, en su comunidad».
Además de estas críticas, Rubalcaba ha explicado de nuevo la decisión que tomó ayer de poner a De Juana en prisión atenuada, decisión que impulsó al preso a dejar la huelga de hambre que mantenía desde hace 115 días. El ministro ha vuelto a destacar que De Juana cumplía prisión por un delito de amenazas y que le queda “año y pico” para cumplir la condena. “Si no estuviera preso por un delito de amenazas y no le quedara sólo un año para quedar libre, la decisión habría sido otra”, ha dicho el ministro. Además, ha subrayado que De Juana hubiese muerto en «poco tiempo» si hubiera seguido en huelga de habre, según los informes médicos en los que se basó el Gobierno para tomar la decisión.
El ministro ha dicho que no tiene «ninguna duda» sobre la legalidad de su decisión y que es consciente de que políticamente el Gobierno entero sufrirá desgaste por una medida que sabe impopular. «El presidente del Gobierno también se come el marrón, no hay más que ver los ataques furibundos que sufrió ayer», ha dicho. Para atenuar ese desgaste, ha anunciado que se esforzará «para que los ciudadanos comprendan la decisión, aunque no espero que la compartan».
«Había dos posibilidades: Una, que De Juana muriera en prisión, lo que tendría como consecuencia que se convertiría en alimento para el fanatismo que ya llevamos muchos años sufriendo. La segunda era una medida legal de prisión atenuada, que se ha tomado más veces y que demuestra que el Estado de Derecho es firme. Ninguna opción era buena, pero la segunda es mucho mejor que la primera».
EL PAÍS, 2/3/2007