ABC 13/12/13
«Lo tenemos todo hablado y sabemos los dos nuestra posición, que compartimos»
Alfredo Pérez Rubalcaba escenificó ayer su total sintonía con Mariano Rajoy para frenar la consulta soberanista catalana y lo hizo hablando lo justo; solo para aclarar que lo que propone Artur Mas a los catalanes el 9 de noviembre es un referéndum «de autodeterminación» y, por tanto, ilegal. Con ello, avisó a CiU, «Mas está llevando a Cataluña a un callejón sin salida». Al secretario general de los socialistas le parecía importante esa aclaración porque la doble pregunta no plantea abiertamente la independencia, aunque en realidad ese sea el objetivo de sus promotores.
Rubalcaba compareció media hora después de hacerlo el presidente de la Generalitat, sin haber intercambiado impresiones con Rajoy –lo hicieron después, por la tarde–. No hace falta, dejó dicho a mediodía, porque «lo tenemos todo hablado y sabemos cuál es nuestra posición, que compartimos», en alusión a los numerosos encuentros y conversaciones privadas que mantienen para frenar el desafío soberanista.
Tras hablar con Mas hace un mes en la Generalitat, Rubalcaba salió convencido de que esa consulta no se celebrará nunca –porque CiU se plegará a la no autorización y convocará elecciones plebiscitarias–, y no le desagrada la forma en que Rajoy está llevando desde el Gobierno la respuesta del Estado; esto es, alejado de posturas tremendistas que a lo único que contribuirían es a «retroalimentar» el victimismo nacionalista, argumenta en privado. Quizá por eso, Rubalcaba no quiso ayer decirle al Ejecutivo lo que tiene que hacer –«vamos a dejar que tome las decisiones que crea oportunas» –y mucho menos hablar de medidas como la suspensión de la autonomía (artículo 155 de la Constitución).
El PSC, dividido
Al primer secretario del PSC, Pere Navarro, le pilló el acuerdo entre CiU y el resto de los nacionalistas catalanes con el pie cambiado. Cuando se hizo público, al filo de la una del mediodía, estaba en la plaza Sant Jaume donde, a pocos metros –en la sede de la Generalitat–, se estaba fraguando el pacto sin que él se enterara. Solo acertó a una valoración de urgencia. Ya por la tarde, cuando compareció para valorar más en profundidad lo sucedido, los críticos de la corriente «Avancem» del PSC se le habían adelantado para apoyar la consulta.
Navarro, que ayer habló con Rubalcaba varias veces, tildó de «opiniones personales de colectivos minoritarios» lo dicho por «Avancem», y se centró en repetir que Artur Mas está metiendo a Cataluña «en un callejón sin salda». El líder del PSC añadió, más en clave catalana, que el pacto de ayer es «una acción unilateral condenada al fracaso» porque el referéndum no va a contar con autorización legal del Estado. El dirigente socialista, que desde hace semanas actúa en sintonía con Ferraz porque el «derecho a decidir» que defiende no es el que quiere poner en práctica Mas, advirtió que no es cierto que el Estado federal que propone el PSOE tenga relación alguna con un proceso que se plantea en términos de independencia. «La consulta sobre el futuro de Cataluña tiene que ser acordada entre los gobiernos y legal. La que hoy hemos conocido no lo es y, por lo tanto, no es viable», recalcó el máximo dirigente del PSC.
ABC 13/12/13