EL MUNDO 15/12/12
En principio, cuenta con un amplio respaldo para sortear hoy el Comité Territorial
Nada de debates personalistas, enterrar la polémica sobre cuándo hacer las primarias y, sobre todo, ponerse a trabajar en la elaboración de un proyecto «radicalmente reformista» a lo largo de 2013, del que salga un «nuevo PSOE», capaz de convertirse en alternativa al PP en las próximas elecciones generales.
Esto es, en resumen, lo que pretende conseguir la dirección federal del PSOE en el primero de los tres cónclaves socialistas que debe afrontar el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, para continuar al frente del partido, pese a las resistencias internas.
La dirección federal ha hecho en estos días un gran trabajo interno para que el Comité Territorial que se celebrará hoy en la sede socialista de la calle de Ferraz transcurra por estos cauces. Y todo indica que Rubalcaba tiene una mayoría sólida para que así sea. Pero no faltarán voces críticas y alternativas.
Así, algunos barones ya casi admiten que 2013 se dedique a preparar un nuevo proyecto socialista, pero quieren también un calendario claro -respaldado por el Comité Federal- de todos los pasos a seguir, incluida la celebración de las primarias.
Parece que el otoño de 2014, tras las elecciones europeas del verano, y antes de las municipales y autonómicas -previstas, por ley, para el cuarto domingo de mayo de 2015- podría ser una fecha de consenso que, incluso, aceptaría la actual dirección del partido.
El debate está en si se fija ya el calendario de forma oficial. Es decir, si se plantea desde el Consejo Territorial para que lo ratifique el Comité Federal el próximo 12 de enero, o se sigue dejando la fecha abierta.
Lo que parece improbable es que se fuerce el debate sobre adelantar las primarias al próximo año, sobre todo, cuando la federación andaluza se ha descolgado de esta propuesta. Y sin su fortaleza interna es absolutamente imposible anticipar este proceso interno.
De todas formas, no parece que sea la reunión de mañana un paseo militar para Rubalcaba. Hay dirigentes socialistas, consultados por este periódico, que profundizarán en los pésimos resultados electorales logrados por el PSOE en los tres últimos comicios: Galicia, País Vasco y Cataluña.
Así se pronunciarán algunos barones del sector que apoyó a Carme Chacón en el último Congreso Federal, aunque no parece que la sangre llegue al río, más allá de consideraciones puntuales.
Para evitar estas polémicas, la dirección federal quiere plantear el Comité Territorial como el primer cónclave que fije una ruta de trabajo, donde se abra el inicio de dos grandes apuestas de los socialistas para el futuro: ir hacia una España federal, y una reforma constitucional que abarque más que la reforma territorial.
Eso sí, todo ello se deberá desarrollar en una futura conferencia política que aborde un nuevo proyecto de partido y de propuestas programáticas para acercarse a la ciudadanía y recuperar credibilidad.
Otro factor que preocupa es la postura del PSC. Se quiere evitar una profundización en la brecha entre el PSOE y los socialistas catalanes. Para ello, también desde Ferraz se están tendiendo puentes, para lograr una apuesta federal -que no incluya el llamado derecho a decidir- y que cuenta casi con la unanimidad del partido.
Tanto en la apuesta federal como en la reforma constitucional, parece claro que Rubalcaba obtendrá el aval de los barones.