EL MUNDO 07/07/13
· Una hora después del Consejo Territorial interpretan de forma distinta el texto aprobado.
Alfredo Pérez Rubalcaba salió ayer muy ufano a proclamar que el consenso logrado en el Consejo Político Territorial sobre el modelo de Estado significaba que el PSOE y el PSC se habían reencontrado.
«Hemos recuperado un modelo compartido con el PSC», aseguró. «Y era muy necesario rehacer dicho modelo», sentenció.
Rubalcaba negó reiteradamente que una de las reformas constitucionales que propone, que se incluya en la Carta Magna la denominación de cada comunidad autónoma tal y como se recoge en sus Estatutos, suponga incluir que Cataluña es una «nación».
Para el líder del PSOE, es un tema que dejó zanjado el Tribunal Constitucional en su sentencia sobre el Estatut y, aunque avalara la inclusión del término en el preámbulo, dejó muy claro que carece de eficacia jurídica.
Por ello, Rubalcaba indicó que eso no estaba contemplado en la propuesta del PSOE, ni se habló de ello en la reunión, ni los socialistas están por esa opción. Pero sólo 20 minutos después, el primer secretario de los socialistas catalanes hizo una interpretación totalmente diferente, por lo que la recuperación del «modelo compartido» apenas duró una hora tras la foto de familia.
Pere Navarro interpretó que el Constitucional no anuló el término «nación» del Estatut. Así, dijo que el PSC defenderá, si se abre la reforma de la Carta Magna, recoger esa singularidad de Cataluña y en esos términos. La posición de Navarro fue vista con hartazgo por otros barones socialistas que han cedido en algunos aspectos para intentar poner fin a esta controversia y lograr que las aguas vuelvan a su cauce.
«Lo que hemos intentado es cerrar este debate. Buscar un consenso general y no reabrir más heridas. No se puede venir ahora a decir en público que hay que recoger en la Constitución que Cataluña es una nación», dijo un secretario general con cierta hartura.
También es significativo que si bien el líder del PSC mostró en público una visión triunfalista de su interpretación de la reforma que quiere hacer el PSOE, en la reunión no dijo nada del término nación, por lo que no se habló del asunto en ningún momento. Por ello, algunos dirigentes interpretaron que sólo lo hizo en «clave catalana» para intentar salvar su apoyo a la propuesta del PSOE, donde, en opinión de algunos dirigentes territoriales, tampoco ha conseguido grandes avances.
De hecho, barones como Guillermo Fernández Vara o Emiliano García-Page, siempre vigilantes y beligerantes contra el PSC, indicaron que el documento aprobado no les causaba ninguna inquietud y que la bandera de la «igualdad» estaba más que garantizada.
La dirección federal también quiso quitar hierro a la interpretación de Pere Navarro, pero dejando claro que el PSOE no contempla ni apoya que en la hipotética reforma de la Constitución se incluya la denominación de Cataluña como una nación.
De hecho, ni en el propio documento del partido se habla de una España de «naciones, nacionalidades y regiones», como proponían los socialistas catalanes. Ni siquiera se habla de una España «plurinacional». Todo apunta que la interpretación de Navarro es un brindis al sol, aunque volvió a provocar enfado.
EL MUNDO 07/07/13