- Asistimos a un Gobierno literalmente roto, en el que no es difícil vaticinar que los abiertos insultos por parte de Unidas Podemos al sector PSOE se incrementarán de forma creciente
Hay momentos en que se ha de saber cuándo terminan las cosas, cuando es mejor detenerse que seguir por caminos inciertos que muchas veces anticipan una caída. Como hacer caso al croupier que en una casa de apuestas dice “no va más”.
Así sucede también en la acción de los gobiernos en que es conveniente conocer cuándo hay que parar. Probablemente, esta desdichada legislatura se agotó el día 23 de diciembre de 2022, cuando se publicó en el BOE la Ley de Presupuestos del Estado para 2023. Tal vez, ocurrió que el Gobierno calibraba que a partir de entonces, y con un horizonte electoral con meta volante el 28 de mayo –elecciones municipales y autonómicas–, y meta final allá a finales de 2023 en las elecciones generales, se abría un amplio tiempo para, entre cuestiones económicas y la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre del año, pasar página de las desdichas de esta legislatura, incluyendo los disparates legales aprobados hasta entonces: Ley del “Sí sólo es sí”, derogación de la sedición o abaratamiento de la malversación.
Puede ser un error que le cueste caro al Gobierno. En coalición con Unidas Podemos, es clara la deslealtad absoluta de esa fuerza, que viene incrementando su oposición dentro del propio Gobierno, así su política sobre Ucrania y su oposición a la política del presidente Sánchez en cuanto a Marruecos. Por no hablar de su oposición ya en el terreno de lo intolerable a la reforma de la ley del “Sí sólo es sí”, con camino de 800 a día de hoy depredadores sexuales que han visto sus penas rebajadas o que han sido directamente excarcelados en cinco meses desde su entrada en vigor.
La sesión parlamentaria de este martes, de abierto choque entre los socios de la coalición, resultó penosa. Con el feminismo radicalmente enfrentado, hoy asistimos a un Gobierno literalmente roto, en el que no es difícil vaticinar que los abiertos insultos por parte de Unidas Podemos al sector PSOE se incrementarán de forma creciente.
Con el objetivo proclamado de tumbar el “régimen del 78”, no pueden sino suponer una losa a la acción de Gobierno, como ha sucedido a lo largo de esta tan infeliz legislatura
Por no hablar de los otros aliados estratégicos del Ejecutivo, la golpista ERC de Cataluña y Bildu, herederos del terrorismo, en el País Vasco; ambos votaron en contra de la mayoría parlamentaria para la reforma del “Sólo sí es sí”, denotando con ello la profunda alianza estratégica que sostienen con Unidas Podemos. Ese plantel de aliados insufribles no pueden sino causar más que problemas mayúsculos al sector PSOE del Gobierno. Ambos, con el objetivo proclamado de tumbar el “régimen del 78”, no pueden sino suponer una losa a la acción de Gobierno, como ha sucedido a lo largo de esta tan infeliz legislatura.
Y así proseguir en la legislatura nos trae a día de hoy con noticias crecientemente inquietantes. No sólo la reforma del “Sólo sí es sí”, que promueve el PSOE y que sale adelante con los votos del PP, dado el abandono de los aliados estratégicos del Gobierno a esa reforma. También el varapalo judicial, mediante auto del Tribunal Supremo, en que se explica que la derogación de la sedición fue un error mayúsculo que nos desprotege como Estado; como lo fue el abaratamiento del delito de malversación.
Hace dos semanas estuvieron en España integrantes del Parlamento Europeo, en visita relacionada con los fondos europeos para nuestro país. Si bien habrá que esperar al informe que finalmente elaboren, parece que les costaba entender cómo se había producido el abaratamiento del delito de la malversación, en contra de lo que sucede en la Unión Europea. Como también parece que no terminaban por entender el destino de los fondos, la falta de transparencia en la gestión de los mismos, la opacidad que rodea esa actuación.
A ello se añade el cambio de domicilio social de Ferrovial de España a Holanda, seguido de una ráfaga inaudita de insultos y descalificaciones desde el propio Gobierno; tiene que haber otra manera de que el Gobierno se entienda con las grandes empresas de este país. El anuncio del Banco Central Europeo de que van a seguir subiendo los tipos de interés, con el efecto dramático que tiene sobre las hipotecas en España.
Cuando no se materializa ni una de las reformas que requiere España para avanzar, sea en sanidad, en educación, en materia de pensiones; cuando asistimos a un incremento disparado de la deuda pública, del déficit; cuando las desigualdades se acrecientan, y tenemos un paro que dobla el de la Unión Europea, un paro juvenil directamente insoportable, es evidente que algo va francamente mal.
Así las cosas, lo previsible será justamente que las dificultades para el Gobierno se agraven y tornen insoportables. Puede acabar siendo como el juego de cartas del siete y medio que de forma tan magistral describió Pedro Muñoz Seca en “La Venganza de Don Mendo”:
«MENDO.- Y un juego vil que no hay que jugarle a ciegas, pues juegas cien veces, mil … y de las mil, ves febril que o te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor, pues indica que mal tasas y eres del otro deudor. Mas ¡ay de ti si te pasas! ¡Si te pasas es peor!>>.
Ese es el problema, no llegar en el siete y medio es un desastre, pero pasarse es mucho peor. Y así, la acción de este Gobierno, si se empeña en proseguir lo que está agotado, hasta las elecciones generales.