ABC – 22/07/15
· El líder del PSOE alerta del riesgo de «fractura social» en Cataluña, pero se niega a formar un frente junto al PP.
· Ante la amenaza de ruptura, reforma federal.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aterrizó ayer en Barcelona un día después de que los partidos soberanistas hiciesen pública su determinación de llevar adelante el proceso independentista incluso ante una hipotética suspensión de la autonomía.
Había expectación en Barcelona por conocer el posicionamiento del líder socialista unas horas después de saberse del salto adelante soberanista. La expectación no se vio correspondida por un Sánchez que únicamente tiró del recetario federal, cargando con dureza contra la «irresponsabilidad» de Artur Mas, aunque atribuyendo a la vez parte del problema en Cataluña a la «abulia» del presidente Rajoy.
Ante esta situación de emergencia en Cataluña, Sánchez se desmarcó con rotundidad de la propuesta que se lanza desde el PP de conformar un gobierno de unidad constitucional, algo que el PSC ya adelantó que no está dispuesto a secundar. Sánchez volvió a insistir en su receta milagrosa, una reforma federal de la Constitución que dé «reconocimiento a las singularidades que dan forma y presencia a la España plural» y que para él es la única solución a la quiebra territorial que propugnan los secesionistas.
En un almuerzo organizado por «La Vanguardia» y la Asociación Española de Directivos, Sánchez partió del diagnóstico de que la España que alumbró la Constitución de 1978 está agotada. «La España de 1978 no es la de 2015, y el modelo de Estado que se gestó en 1978 no es el mismo que necesitamos para garantizar un nuevo periodo de progreso, paz social y estabilidad política y territorial». Dando por finiquitado el Estado de 1978, Sánchez apuntó que la «reforma de la Constitución es la mejor respuesta tanto a las trasnochadas pretensiones recentralizadoras como a la irresponsabilidad independentista».
En este contexto, y aun arremetiendo contra una gestión del Ejecutivo de Rajoy al que en parte responsabilizó de la desafección que hay en Cataluña con respecto a España, el líder socialisa adoptó un tono institucional para aludir al problema independentista, alineándose en buena forma con la respuesta que se ha dado desde el Gobierno. Según Sánchez, tras las elecciones del 27-S los independentistas podrían llevar a la «fractura social y política» y a «incrementar la frustración».
«¿Cómo es posible concebir que una mitad de la ciudadanía pueda imponer a la otra mitad la supresión de su derecho a mantener sus identidades plurales, catalana y española, con solo haber obtenido un escaño más las fuerzas que las representaría y siguiendo un procedimiento al margen de la legalidad?», se preguntó Sánchez.
«Las elecciones plebiscitarias conducirán a la fractura social y política, a incrementar la frustración, a profundizar el enfrentamiento de los catalanes entre sí, a generar innecesariamente enfrentamiento entre catalanes y españoles», afirmó ante un auditorio sin la presencia destacada de empresarios, aunque sí con la plana mayor del PSC. En cualquier caso, advirtió Sánchez, no va a permitir «ningún desafío a la legalidad».
«Lista unitaria»
Pese a este mensaje de dureza contra el soberanismo, el líder del PSOE se negó en redondo a conformar algo así como un frente de tipo constitucional junto al PP, considerando que es «importante no caer en esa trampa que pretenden Mas y la lista unitaria». Sánchez negó en este sentido que se pueda situar en un mismo bloque a todos los que responden «no» a la independencia. «Nada tiene que ver» la posición del PSOE, apuntó, con la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni Miquel Iceta con la líder de los populares catalanes, Alicia Sánchez-Camacho. «Niego la mayor, esta lista unitaria intenta reducir el debate en Cataluña el 27-S a un “sí” o a un “no” y no es así», apuntó el dirigente socialista.
En esta misma línea lamentó que según él se yerre en el «diagnóstico». «Yo no confundo al gobierno del PP con el sistema democrático español», apuntó como respuesta a la tesis independentista de que una reforma que dé acomodo a Cataluña en España es imposible tanto con un gobierno de la derecha como de la izquierda.
En este intento de desmarcarse del PP, Sánchez apuntó que si tiene la oportunidad de gobernar, pedirá que se incorporen los «nacionalistas moderados» a la «gobernabilidad» de España.
ABC – 22/07/15