Sánchez e Iceta negocian a toda prisa cómo abrir ya la reforma de la Constitución

EL CONFIDENCIAL 11/07/17

· Las ejecutivas de PSOE y PSC se reúnen este viernes en Barcelona para aprobar el catálogo de medidas para hacer frente al soberanismo antes del 1-O. Los equipos están trabajando aún en él

«El plazo es ya. Ya estamos tardando«. Pedro Sánchez no va a esperar a Mariano Rajoy y pondrá sobre la mesa las iniciativas para hacer frente al secesionismo y propiciar el diálogo en apenas unos días. Será este viernes, y en Barcelona, en una ‘cumbre’ conjunta de las direcciones de PSOE y PSC. Y hasta entonces los dos partidos hermanos conversan y negocian sobre el listado de propuestas que finalmente aprobarán y también el calendario que tomarán como referencia para llevarlas escalonadamente al Parlamento. Nada está cerrado aún, porque el documento definitivo sigue «madurándose». Lo que sí tiene claro Ferraz, con este gesto, es que pondrá «toda la carne en el asador» para buscar una salida para Cataluña, y antes del anunciado referéndum unilateral del 1 de octubre. Y el PSC de Miquel Iceta, que hay que lanzar un mensaje rotundo a la sociedad catalana. La coordinación entre las dos formaciones es total, igual que la sintonía de sus líderes.

La fecha del 1-O, para el que quedan 82 días, es clave. El PSOE quiere actuar «cuanto antes«, «trabajar de forma inmediata y hacerlo con el PSC para promover las iniciativas» que fuercen la apertura del diálogo, advertía este lunes la presidenta del partido, la exministra Cristina Narbona. «El plazo es ya». Ahí estaba el giro respecto a lo adelantado hace menos de una semana, con la entrevista en La Moncloa de Sánchez y Mariano Rajoy. Entonces, los socialistas advirtieron de que si el presidente no se movía, el secretario general enarbolaría la bandera. El tiempo de espera se ha consumido para Ferraz, igual que se han consumido las esperanzas de que el Gobierno pueda reaccionar y buscar una salida política. Por esa razón, la propuesta tanto tiempo anunciada por el PSOE, la creación de un espacio parlamentario para discutir la reforma de la Constitución, ya tiene un horizonte. Inminente. Sánchez quiere que se abra antes del 1-O. Que se comience a debatir sobre una modificación de la Carta Magna para dar una respuesta a Cataluña.

«El plazo es ya». El PSOE considera que se ha consumido el tiempo de espera a Rajoy y que le toca actuar porque el 1-O está ya muy cercano

El PSOE tiene intención de que la solicitud de constitución de un foro parlamentario sobre la revisión de la Ley Fundamental se registre muy pronto. No se descarta que se haga en lo que resta de julio, a fin de que los trabajos puedan arrancar en septiembre o incluso antes, en agosto, para lo que haría falta la habilitación de la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al pleno del Congreso en periodo de vacaciones, como ocurre ahora. Narbona reconocía, en ese sentido, que los tiempos no solo dependen del PSOE, sino del resto de fuerzas. «Nos ponemos plazo a nosotros mismos y también al Gobierno. La cuestión es actuar cuanto antes», apremiaba Narbona en rueda de prensa desde Ferraz.

Qué tipo de foro parlamentario
Los socialistas están dándole aún vueltas al formato de ese «espacio de diálogo» para hablar de la revisión de la Carta Magna. Podría tratarse de una subcomisión encajada dentro de la Comisión Constitucional, pero esa idea choca con una pega: ya hay otra subcomisión que depende de la Constitucional que está en funcionamiento: la que estudia una modificación de la Ley Electoral. Otra opción que gana fuerza es la de crear una comisión mixta Congreso-Senado. «No predeterminamos el tipo de foro. Vamos en serio y de buena fe, y sí queremos un marco formal donde los grupos empiecen a producir ideas y soluciones», señalaba este lunes una integrante de peso de la ejecutiva federal. Los socialistas subrayan que el PP no podrá oponerse. «Las fuerzas parlamentarias tenemos la obligación de buscar dinámicas que reviertan el conflicto entre la Generalitat y el Gobierno —afirmaba Sánchez en una entrevista publicada el pasado domingo en los diarios del grupo Vocento—. Y dado que el PP no tiene mayoría, el resto de grupos podemos hacerlo«.

Para el PSOE es básico el reconocimiento de la España «plurinacional», que exigiría modificar el Título VIII, pero no el artículo 2 de la Carta Magna

El PSOE no pone objeciones a que se perimetre el campo de revisión constitucional. Pero sí quiere aprovechar la apertura del debate para culminar la estructura federal del Estado y para «blindar nuevos derechos». Sánchez está determinado a reconocer el carácter «plurinacional» del Estado a la Carta Magna, que aprobó el 39º Congreso Federal del partido. Pero no modificando el artículo 2, el que consagra la unidad «indisoluble» de España y el que reconoce la «autonomía» de las «nacionalidades y regiones» que la integran. Lo que propone es que se «perfeccione» ese reconocimiento de la España plurinacional en el Título VIII, el que desmenuza la organización territorial de España y cuya reforma no es tan complicada como la del artículo 2.

La puesta en marcha de una mesa que estudie la modificación de la Carta Magna será, sin embargo, una de las medidas que PSOE y PSC aprobarán en su reunión del viernes. No la única. El catálogo de propuestas aún «se está cerrando«, confirman interlocutores de las dos formaciones a este periódico. El paquete de iniciativas se articula en torno a tres bloques básicos: la reforma de la Ley Fundamental de 1978, el diálogo sobre algunas de las 46 exigencias planteadas por Carles Puigdemont a Mariano Rajoy en abril de 2016 y la recuperación de los elementos del Estatut anulados por el Tribunal Constitucional en su sentencia de 2010.

Los dos equipos
En la relación de propuestas están trabajando, con máximo secretismo, miembros de los dos partidos: por el PSOE, sus secretarios de Organización y Política Federal, José Luis Ábalos y Patxi López, más la responsable de Igualdad, Carmen Calvo —por su condición de profesora titular de Derecho Constitucional—, y la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, y por parte del PSC, su secretario de Organización, Salvador Illa, y la responsable de Impulso Federal, la diputada Meritxell Batet. Los documentos que están sirviendo de fuente son la ‘Declaración de Granada’ consensuada en 2013, en la época de Alfredo Pérez Rubalcaba, y los textos preparatorios (como el elaborado por la Fundación Alfonso Perales, dependiente del PSOE andaluz, entidad que entonces presidía Calvo), más la resolución aprobada en el 39º Congreso Federal y las síntesis elaboradas por las ejecutivas de los dos partidos hermanos, y que se han intercambiado.

El documento final recogerá algunas de las exigencias de Puigdemont a Rajoy y propondrá recuperar partes del Estatut anuladas por el TC

Narbona reconoció que algunas de las reivindicaciones que formuló Puigdemont a Rajoy «pueden ser utilizables dentro de la panoplia de actuaciones» que piensa promover y que a juicio de los socialistas aún no se han materializado. El ‘president’ de la Generalitat incluyó en ese catálogo, en primer término, la exigencia de un referéndum soberanista, pero a renglón seguido situaba otras peticiones de carácter social, fiscal y financiero y citaba los «incumplimientos» del Estado con Cataluña, como las inversiones en las redes de infraestructuras y en otras áreas, el modelo de gestión de puertos y aeropuertos, el sistema de financiación o los traspasos pendientes.

Los socialistas subrayan que recogerán solo «algunos» de esos puntos, y no todos, porque esos 46 «son los de Puigdemont», y no los de su partido. Por ejemplo, el PSOE no compartirá el pacto fiscal que Artur Mas demandaba en 2012 —una fórmula similar al concierto económico vasco o al convenio navarro—, sino una nueva financiación autonómica, ya que además el modelo vigente tendría que haberse revisado en 2014 y cuenta, a su juicio, con grandes goteras.

El tercer bloque de propuestas se centra en la recuperación de lo perdido por el Estatut de 2006. Lo decía también Sánchez en su entrevista de este domingo: «¿Hace cuánto que en el Parlamento no se plantean modificaciones que reconozcan el autogobierno de Cataluña puesto en cuestión tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut?». En realidad, ni el rescate de los 46 puntos de Puigdemont (o los 45 + el referéndum) ni el reconocimiento de lo anulado por el TC son ideas estrictamente originales de Sánchez. Ya las incluyó la gestora en la ponencia marco que llevó al 39º Congreso, y que coordinaron Eduardo Madina y José Carlos Díez.

«Queremos agotar todas las posibilidades. El 1-O está a la vuelta de la esquina y sí queremos lanzar el mensaje de que vamos a poner toda la carne en el asador para buscar salidas a la crisis con Cataluña», remarca a este periódico una dirigente de la máxima confianza del secretario general. «Rajoy dice lo mismo de siempre y el referéndum está ya demasiado cercano, y el PSOE ya está ordenado. El presidente no se puede escudar en que el principal partido de la oposición está debatiendo aún su liderazgo», abunda otra integrante de la dirección.

Los alcaldes del PSC cumplirán
En el PSC, fuentes próximas a Iceta insistían en que aunque se trabaja todavía en el «aterrizaje» de las medidas concretas, el mensaje que lanzan los dos partidos es muy potente. «La reunión del viernes tiene mucha importancia. El simbolismo de la cumbre es clave y es en sí misma un mensaje para la sociedad catalana», el de que los socialistas se remangan y mueven ficha ya, tras mucho tiempo esperando, advierte un dirigente del núcleo duro del primer secretario. «Es necesario arrancar ya con cuestiones concretas que están a nuestro alcance. Ahora bien, no queremos crear falsas expectativas ni prometer lo que no se pueda hacer. Será un paquete de propuestas realista y posibilista. Lo que queremos decir es que solo con la ley, como quiere Rajoy, no se resuelve el problema. Nada puede quedar al margen de la ley, pero con eso solo no basta», insiste esta misma fuente.

En el PSC insisten en el «simbolismo» de la cumbre del viernes y en que saldrán propuestas «realistas», ya que no quieren crear «falsas expectativas»

En la cita del viernes sobrevolará la eventual indisciplina de alguno de los 122 alcaldes socialistas de Cataluña. La dirección de Iceta está trabajando discretamente con los que adelantaron que podían facilitar el referéndum o votar en él para advertirles de que no pueden cometer ninguna ilegalidad y que eso está fuera de toda cuestión. Ahora se ha instalado el convencimiento de que esa ‘rebelión’ de cargos del PSC está contenida. Lo dijo Narbona durante su comparecencia: el propio Iceta le trasladó este fin de semana —la presidenta del PSOE clausuró la Escuela de Verano del PSC en Mataró— la «confianza» en que los ediles responderán «de forma nítida» y cumplirán con la ley y la Constitución.

El paso de los socialistas está al caer. Apenas tres días para cerrar un documento en el que marquen su hoja de ruta concreta, con calendario, para Cataluña. Sánchez actúa, decía Narbona, frente al «inmovilismo irresponsable» del Gobierno.

El líder socialista estrena agenda internacional en Nueva York

El secretario general del PSOE tendrá esta semana su primer viaje internacional tras sus primarias y su congreso. Pedro Sánchez vuela a Estados Unidos, para intervenir este martes en el Consejo de la Internacional Socialista que se delebra en Nueva York, en la sede de la ONU. 

El líder socialista propondrá, según él mismo adelantó en un artículo en ‘El HuffPost’, la «puesta en marcha de un grupo de trabajo para elaborar un Plan de Cambio Climático y Energía para el Progreso Inclusivo». «Un plan con en el que debemos contribuir a implementar el Acuerdo de París y elevar el nivel de ambición en 2020-2023 de acuerdo con el calendario previsto. Un plan en el que debemos exponer cómo planteamos la participación y la responsabilidad en la gestión del cambio, y cómo concebimos, en definitiva, un nuevo marco de desarrollo». Y cómo conciben los socialistas españoles el multilateralismo, ya que hay gobernar la globalización, defiende, «desde los principios de los derechos humanos, la democracia, la justicia social y la sostenibilidad medioambiental». 

Sánchez tenía previsto para el pasado 22 de junio un viaje a Bruselas, a la reunión de los socialdemócratas previa al Consejo Europeo, pero a última hora la sustituyó por una entrevista en Madrid con el comisario de Finanzas de la UE, el francés Pierre Moscovici. Fue entonces cuando le anunció que el PSOE votaría en el Congreso abstención al tratado de libre comercio con Canadá (CETA).