Gabriel Sanz-Vozpópuli

Algo ha cambiado en los últimos días la lógica ‘monclovita’, porque, por obra y gracia de ERC, el «gobierno de cooperación» igual termina en el de «coalición» tan anhelado por Iglesias

Pedro Sánchez nos tenía reservado un giro de guion inesperado: ya no descarta ser investido gracias a la abstención de ERC; a saber, ese partido independentista catalán que tiene a su líder, Oriol Junqueras, en prisión preventiva y esperando una sentencia del Tribunal Supremo que oscilará entre 15 años por un (presunto) delito de sedición, o 25, por rebelión entre septiembre y octubre de 2017.

La Abogacía del Estado, a favor de que Junqueras salga de prisión para recoger su acta de eurodiputado La Abogacía del Estado, a favor de que Junqueras salga de prisión para recoger su acta de eurodiputado

Como quiera que, en algún momento el Gobierno que se forme tendrá que decidir el indulto a Junqueras y a los otros procesados, me asaltan varias preguntas… ¿Ha sopesado el inquilino de La Moncloa la imagen de rehén político que transmitirá si se lo concede? ¿Se inhibirá el día que el Consejo de Ministros lo estudie, dado que él y el PSOE tienen un interés político evidente en que salgan de la cárcel cuanto antes?   

Y si, al final, les mantiene en prisión por aquello del qué dirán Pablo Casado, Albert Rivera, y esa media España que no votó socialista, ¿con qué mayoría va a aprobar el PSOE el Proyecto de Ley de Presupuestos 2020? ¿Y el de 2021? ¿Asistiremos a otro giro de guión para que le saque las castañas del fuego UPN -hoy desechado para no tumbar la Presidencia Navarra de María Chivite-? ¿O sacrificará las cuentas pactadas previamente con Pablo Iglesias en aras del apoyo de Coalición Canaria, que dice que con Unidas Podemos no va ni a por una herencia? 

ERC está más que interesada en que Pablo Iglesias y los suyos entren en el Gobierno de Sánchez para convertir España en un Estado «plurinacional»

Vayamos ahora con la única certeza a esta hora: algo ha cambiado en los últimos días en la lógica monclovita. Porque el «gobierno de cooperación» del que salió Iglesias hablando tras su entrevista con Sánchez -el cual dio pie a mucha broma a cuenta de la bajada de pantalones de Podemos- igual resulta que termina siendo el «gobierno de coalición» que buscaba.

De hecho, me consta que a ERC no le desagrada que el Iglesias apologeta del derecho a decidir y de la «plurinacionalidad» de España -en esto último coincide con la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra- pinte mucho en el próximo gobierno socialista.

¿Y a los barones autonómicos socialistas Emiliano García-Page, Javier Lambán, Susana Díaz, o Guillermo Fernández Vara, qué les parece? ¿Que dirá ese presidente de Castilla-la Mancha que hace una semana anunciaba a bombo y platillo que «los independentistas deben perder toda esperanza en esta legislatura»? 

Muchos callarán; solo alguno alzará la voz. Pero confieso que me pongo en la piel de todos ellos, digan lo que digan/callen lo que callen, y solo alcanzaría a balbucear lo del primate del póster que hizo furor en los años 80: «Cuando conocía todas las respuestas, me cambiaron todas las preguntas».