Pedro Sánchez volvió ayer a la sede del PSOE y comenzó a trabajar ya como secretario general de cara a cerrar una dirección fuerte que haga frente a Mariano Rajoy tras el 39º Congreso del PSOE que se celebrará a mediados de junio. El líder socialista ha hablado ya uno por uno con los miembros de su núcleo duro y ha intercambiado qué ideas y propuestas tienen para el partido. Ayer tomó su primera decisión política, aunque provisional: el valenciano José Luis Ábalos será el portavoz interino del Grupo Socialista en el Congreso hasta el cónclave del mes de junio.
José Luis Ábalos ya se reunió ayer con el ex portavoz, Antonio Hernando. El martes por la noche tuvo una conversación larga con la portavoz adjunta en el Congreso, Isabel Rodríguez, que le trasladó el plan de trabajo de la Comisión de Investigación de la Financiación Irregular del PP y el de la Comisión del ex ministro Jorge Fernández Díaz.
El líder del PSOE quiere imprimir una línea de oposición dura y contundente con Mariano Rajoy y con el PP, aunque descartando apoyar iniciativas como la moción de censura de Podemos, como ya dijo Pedro Sánchez incluso antes de ganar las primarias.
El nuevo secretario general quiere demostrar en el Congreso que los socialistas llevan a cabo una oposición útil, que usan el Parlamento para mejorar la vida de las personas. Pero también que muestran la suficiente contundencia contra la corrupción del PP, como explican desde su equipo. De hecho, temen que la sucesión de escándalos que se ha conocido recientemente continúe en los próximos meses.
Para lo inmediato, el equipo de Sánchez revisó el martes el plan de trabajo que el PSOE presentó ayer en la comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP. Los socialistas quieren que Rajoy sea el primero en declarar en la misma. Además, y junto con Ciudadanos, han impuesto que acuda con un formato de interrogatorio, en el que los portavoces parlamentarios le podrán preguntar por sus responsabilidades políticas en múltiples casos de corrupción.
Si, al hilo del trabajo de la comisión, con la documentación que se va a analizar y las comparecencias que se van a producir, los socialistas consideran que Rajoy debe volver a comparecer ante la comisión y así lo piden otros grupos, el PSOE baraja forzar que el presidente del Gobierno vuelva al Parlamento para depurar ya sus últimas responsabilidades. Así lo confirmaron ayer a EL MUNDO fuentes próximas a Sánchez y de la dirección del Grupo Socialista.
Además de Rajoy, el PSOE quiere que respondan ante la comisión la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, Ángel Acebes, Javier Arenas, Francisco Álvarez-Cascos, Rodrigo Rato, Ana Mato, Luis Bárcenas, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Francisco Granados…
Fuentes del núcleo duro de Sánchez añaden que el punto de inflexión en la oposición a Rajoy se producirá a partir del Congreso Federal del PSOE, cuando haya una nueva Ejecutiva y una nueva dirección del Grupo Socialista.
Las mismas fuentes apuntaron que el anterior portavoz de Sánchez, Antonio Hernando, lo hizo muy bien entre 2014 y 2016. Su problema fue «su pérdida de credibilidad posterior», añaden.
La comparecencia en Pleno de Rajoy podrá esperar, dijeron desde el Grupo Socialista. Lo inmediato es su comparecencia –quizá dos veces– ante la comisión.
Sánchez ya dijo antes de las primarias que no descarta presentar en el futuro una moción de censura contra Rajoy. Pero su equipo recuerda que las mociones son constructivas y, ahora mismo, no dan los números para sacarla adelante.
Mientras, en la comisión de investigación la estrategia de Ciudadanos pasa por focalizar y vincular la corrupción y la posible financiación irregular del PP en Rajoy. Si, hace unas semanas, en la formación naranja no tenían limitado el periodo a investigar, ayer Albert Rivera lo circunscribió a los años de Presidencia en el partido de Rajoy.
«Desde 2003, toda la etapa Rajoy al frente del PP», confirmó. Una posición que comparten los populares. Esta decisión, además de fijar un espacio temporal y cambiar el posicionamiento inicial, supone dejar fuera a José María Aznar.
Rivera comunicó este criterio días después de que se conociera que ha aceptado la invitación de Aznar para clausurar un máster en liderazgo en el marco de la II Semana Atlántica del Instituto Atlántico de Gobierno (IAG).
Ciudadanos apuesta por desgastar a Rajoy, pero no se cierra a respaldar peticiones de comparecencias de cargos anteriores a la etapa del actual líder del PP. «Vamos a fijar el caso PP en la etapa 2003-17, pero estamos dispuestos a no bloquear», puntualizó Rivera. Esta comisión de investigación es una de las exigencias que Cs puso a Rajoy para negociar su investidura.
Podemos y Cs son partidarios de que Rajoy comparezca al final de la comisión. Ambas formaciones creen que su presencia debe cerrar esta investigación parlamentaria a la vista de las nuevas informaciones que puedan producirse y de lo que aporte el resto de comparecientes. Irene Montero dejó claro que no era conveniente que su presencia fuera en pleno verano, como ha solicitado en el juicio de Gürtel.
Rivera, por su parte, reconoció lo «insólito» de tener que llamar dos veces a Rajoy, al principio y al final. «Lo lógico es que sea de los últimos en intervenir». Pero tanto Ciudadanos como Podemos se mostraron abiertos a apoyar la petición del PSOE de que sea el primero en dar explicaciones, siempre y cuando también sea de los últimos. Esto es, que acuda dos veces.
La comparecencia de Rajoy será monográfica, es decir, el día que acuda no habrá más intervinientes. Será en formato interrogatorio, pregunta-respuesta. Y cada partido tendrá 20 minutos para realizar todas sus preguntas. Rajoy no contará con limitación temporal.