Juan Carlos Girauta-ABC

  • Es curioso el modo en que este pedazo de demócrata suspende a voluntad el Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la memoria

Tiene en su Gobierno activos rusos, chavistas, iraníes y al Grupo de Puebla. Al último también en su partido, con Zapatero encaramado a lo alto del cabildeo de gorilas y Lastra lastrando, que es lo suyo. Por no mencionar la hez de la hez, que son sus aliados parlamentarios, algunos despeinados porque se acaban de quitar la capucha.

Por eso se debe de haber equivocado Sánchez en el Congreso al soltar lo de «Le Pen, Salvini, Putin y usted no se saldrán con la suya». El error, desconcertante, es que se lo dijo a Abascal teniendo mucho más a mano a los suyos. A ver, Le Pen no es buena compañía para nadie, pero yo vi votar juntos muchas veces

en el Parlamento Europeo a lepenistas y podemitas. Es más, vi a la entonces presidenta del Frente Nacional aplaudir con entusiasmo en no pocas ocasiones las soflamas antieuropeístas de Iglesias.

Salvini tampoco es un sujeto muy recomendable, pero cualquiera que busque en Google ‘Salvini estelada’ averiguará, si no lo sabe ya, que fue un buen aliado de los separatistas. Primera foto en Google Imágenes: el pájaro con una camiseta que reza «Catalunya i Euskal Herria Independència», bajo dos banderas: la independentista catalana y la ikurriña. Creo yo que cuando alude al oscuro exvicepresidente del Gobierno italiano debería mirar primero a sus aliados golpistas.

A ver si es que Sánchez no se ha enterado -inmerso en el regocijo narcisista por la serie que va a protagonizar- de que la Eurocámara se propone investigar la relación entre Rusia y sus asilvestrados socios catalanes. «Contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes», dice el informe. Amén de citar a quienes le mantienen en La Moncloa en un mismo paquete de manipuladores y desestabilizadores junto con una derecha muy extrema que «ha firmado acuerdos de cooperación con el partido Rusia Unida del presidente Vladímir Putin».

Sánchez vale mucho. Es capaz de tildar al prójimo de pintoresco mientras él circula por el mundo con una cabra y una trompeta. Con toda naturalidad. Lo mismo te salpica de barro a un partido de la oposición que te blanquea a la ETA. ¡Qué digo! Te la recicla y la pone en la sala de mandos del Estado. Volviendo al Parlamento Europeo, allí acaba el PSOE de votar en contra de que los crímenes de la banda terrorista se consideren de lesa humanidad. Antes se había opuesto al envío de una misión a España que esclareciera por qué el 44% de los crímenes de ETA siguen sin resolver. Adujeron los de Sánchez que «el terrorismo en España ya se ha acabado». Es curioso el modo en que este pedazo de demócrata suspende a voluntad el Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la memoria.

El terrorismo se ha acabado pero el franquismo no. Con la cabra y la trompeta, en el ‘show’ de Sánchez te hipnotizan para que recuerdes el pasado remoto y te olvides del reciente.