Comentabas hace un momento los avatares de Koldo, el portero de un puticlub de Pamplona, el Rosalex, y decías: “Yo no sé cómo serán las noches de Pamplona”. El gran Ramón Irigoyen, que es pamplonica y experto, daba una pista: “Entre Sodoma y Pamplona, hay un justo término medio, que es París”.
El Debate publicaba una noticia muy destacable: El hermano de Sánchez, residente fiscal en Portugal, cenó en privado en Madrid con el presidente del Tribunal Constitucional. Y cuelga la foto en la que se ve a David Sánchez en compañía de Conde-Pumpido.
Mientras, Sánchez no descansa. Ayer en un mitin de Gijón arremetió contra Núñez Feijóo con una dureza inusitada. Retorció una respuesta del presidente del PP a Susanna Griso para atribuirle la intención de pactar con Puigdemont: “¡Es igual que yo!”
Irene Montero se acreditaba ayer como una firme candidata al premio Nobel de la paz. Ella empezó por el principio: ¿Para qué sirven las guerras, vamos a ver? Pues para hacer más ricos a los ricos y para que «los hijos de pobres mueran en el campo de batalla». El corolario inevitable es: “Las guerras se acabarían si los que mueren en ellas fueran los hijos de los ricos”. ¿Cuál es la solución entonces? Está claro: enviar al frente solo a los hijos de los ricos y así las guerras se acabarían por consunción.
No podía faltar nuestro Antonio Papell: “En el fondo del acoso a la mujer del presidente a cargo de la derecha carca y meapilas está la misoginia secular que considera que la mujer del líder, previamente cancelada como persona, ha de ser tan solo el reposo del guerrero y debe permanecerá sumisa en casa con la pata quebrada”. ¿Es tonto, no?
Mi amigo Juan Carlos Aparicio me envía un meme que me ha parecido gracioso y atinado al mismo tiempo. Se trata de un retrato de Pedro Sánchez con esa carita de estólido que suele poner en el Congreso mientras Feijóo le habla de las habilidades de su señora y debajo, una leyenda con un propósito: “Vamos a terminar con la corrupción: ¡La vamos a legalizar!”
Ok Diario arrojaba luz, no sobre Begoña Gómez, la de Sánchez, sino sobre el de la de Sánchez, o sea, Sánchez propiamente dicho:
Primer asunto: “Sánchez promocionó en un acto oficial a Barrabés, tras apoyarle su mujer para dos contratos de ocho millones”. Fue en Zaragoza en 2021, durante la presentación del Plan de recuperación de Aragón.
Y segundo: “Sánchez coloca a dedo en La Moncloa a la hijastra del presidente del Teatro Real que enchufó a su hermano”. Se trata de Pilar Sánchez-Bella, nieta del ministro franquista de Información y Turismo que sucedió a Manuel Fraga Iribarne, que salió del Gobierno, víctima del Asunto Matesa.La madre de Pilar Sánchez-Bella está casada en segundas nupcias con Gregorio Marañón, presidente del Teatro Real, que enchufó a David Azagra como asesor.
Sánchez o el ‘do ut des’. Te doy para que me des.
No podía faltar un ovillejo de nuestro gran Gulliver a propósito de la décimoquinta:
La final de Wembley del sábado se merece un ovillejo que va dedicado con mucho cariño a mi querida Agitprop, una activista de mi blog de primera hora, así como a todos los demás remeros de esta bendita nave que tienen el corazón blanco:
– ¿Quién es el mejor, decid?
¡el Madrid!
– ¿En la final, qué pasó?
¡ganó!
– ¿Y qué se trajo de Europa?
¡otra Copa!
Ante germánica tropa
que nos hizo sudar tinta
llegó la Decimoquinta,
el Madrid ganó otra Copa.