Pablo Sebastián-Vozpópuli
- Sánchez cree que el escándalo de Cerdán, como el de Ábalos pasarán y que la Justicia no dictara sentencias condenatorias a su entorno político
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró ayer en comparecencia desde la sede del PSOE de la calle Ferraz de Madrid que no adelantará la fecha de las elecciones generales previstas para julio de 2027, a pesar de los graves casos de corrupción que afectan al PSOE. Y concretamente al que hasta ahora era su secretario de Organización Santos Cerdán, al que Sánchez ha exigido su dimisión en el cateo y la entrega de su acta de diputado tras las graves revelaciones de un informe de la UCO en el que se acusa a Cerdán de corrupción y de pertenencia a una organización criminal.
La presencia de Sánchez en Ferraz y no en La Moncloa ya anunciaba que no habría adelanto electoral, después de que sus socios de investidura dieran por buena y por ‘contundente’ la expulsión de Cerdán que ellos reclamaban.
No obstante y ante la envergadura del escándalo de Cerdán -el interlocutor del presidente con el prófugo Puigdemont- Sánchez, en su comparecencia, ha pedido ‘perdón a la ciudadanía y a los militantes y los votantes del PSOE’. Y ha anunciado cambios en el Comité Ejecutivo de su partido que se aprobarán en el Comité Federal del 4 de julio y una auditoría externa de las cuentas del PSOE. Al tiempo que descartaba una crisis en el seno de su Gobierno.
Pero Feijóo ha declarado que no está dispuesto a presentar una moción de censura contra Sánchez
Ante estos hechos el líder del PP y de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha declarado que el máximo responsable de esta situación es el Presidente del Gobierno y que por ello tiene que marcharse, porque no es creíble que él no supiera nada de lo que hacía su número dos.
Debe convocar elecciones dijo Feijóo quien añade que debe de caer el número uno, de la corrupción, añadiendo que Sánchez ‘debe rendirse ante la Justicia’. Y advirtiendo que sus socios en el Gobierno están pasado de su actual condición de aliados a la de ‘cómplices’ de una corrupción que impulsaba el PSOE y que aprobaba su Gobierno.
Pero Feijóo ha declarado que no está dispuesto a presentar una moción de censura contra Sánchez en el Congreso de los Diputados porque considera que con ella le daría un ‘balón de oxígeno’ a Sánchez si gana la votación con el apoyo de sus actuales socios de Gobierno.
Y ello y a pesar de que Feijóo sabe que la moción de censura no solo sirve para derribar al presidente del Gobierno como ocurrió con Mariano Rajoy, sino también para denunciar ante el conjunto de la ciudadanía y desde el gran altavoz del Parlamento toda la corrupción del sanchismo y la grave crisis institucional que sufre nuestro país y que está amenazando el orden constitucional.
Un PSOE donde los mal llamados, por el ministro Oscar Puente, como políticos ‘resentidos’ en alusión a García Page, Lambán, Díaz y Madina, han causado estupor los mensajes descubiertos por la UCO
Como se desprende del ataque que desde el Gobierno se ha lanzado en contra de los magistrados del Tribunal Supremo, lo que fue denunciado por la presidenta del CGPJ Isabel Perelló. Y del amparo que el gobierno le está dando al procesado Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, por el delito de ‘revelación de secretos’ que el juez ve inspirado por la propia ‘presidencia del Gobierno’. O de la muy reciente declaración de la Comisión Europea en la que se califica la Ley de Amnistía para los golpistas catalanes como ‘auto amnistía’ con la que Sánchez paga su investidura al prófugo Puigdemont.
O cuando desde el Tribunal Superior de Justicia de se ha pedido a la Oficina de Conflictos del Gobierno que investigue si hubo un ‘conflicto de intereses’ en el Consejo de Ministros que aprobó el rescate de Air Europa, en presencia de Pedro Sánchez aún a sabiendas que su esposa Begoña Gómez recibía en sus negocios subvenciones de Globalia, grupo propietario de Air Europa.
Sánchez cree que el escándalo de Cerdán, como el de Ábalos pasarán y que la Justicia no dictara sentencias condenatorias a su entorno político y familiar antes de las elecciones de 2027 donde piensa volver a presentarse como el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno.
Un PSOE donde los mal llamados, por el ministro Oscar Puente, como políticos ‘resentidos’ en alusión a García Page, Lambán, Díaz y Madina, han causado estupor los mensajes descubiertos por la UCO en los que se revela que Cerdán y Koldo manipularon dos votos -‘mételos en la urna’, decían- en la votación de las primarias del PSOE de 2014, en las que Sánchez logró la secretaría general. Dos votos fraudulentos que a Sánchez le parecen muy pocos subrayando que él ganó frente a Madina por más de 17.000.
Y unos dirigentes del PSOE que desde el Gobierno califican como ‘resentidos’, que pasando de las declaraciones a los hechos ya es hora de que movilicen -como debería hacer García Page- a sus diputados para romper su obediencia a Sánchez y favorecer una moción de censura a la que, lamentablemente, no se atreve Feijóo.