Su reaparición está prevista para el sábado, día 28, en Sevilla y para organizarla cuenta con la ayuda de un hombre con predicamento sobre el terreno, el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, crítico entre los críticos con la Gestora socialista y con la presidenta andaluza.
En un principio, el acto del ex secretario general con militantes, tal y como él mismo anunció en su cuenta de Twitter, estaba pensado para el domingo 29. Pero la coincidencia con el partido Betis-Barça fue suficiente para hacerle cambiar de fecha. Contra el fútbol no hay quien compita, vino a decir.
Con quien sí rivalizará por el share será con la propia Díaz, que un día antes compartirá cartel con Alfredo Pérez Rubalcaba en Alcalá de los Gazules (Cádiz), en una agrupación histórica del partido a la que pertenecieron Luis Pizarro y Alfonso Perales.
Sánchez quiere recuperar fuerza, reivindicándose de nuevo ante una militancia que, aguardando su pronunciamiento definitivo, empezaba a diluirse.
El fervor por el «no es no» y el «ya es ya» empezaba a quedar reducido a círculos radicalizados con pocos referentes de peso, habida cuenta de que los nombres más destacados que en su día apoyaron al ex secretario general han ido poco a poco rindiendo la plaza: Miquel Iceta, Idoia Mendia, Francina Armengol, Luis Tudanca, Antonio Hernando, César Luena, Óscar López, Rodolfo Ares… Muchos de ellos están ahora en el bando del vasco Patxi López.
Sánchez, que todavía rehúsa confirmar públicamente la presentación de su candidatura –aunque en los círculos socialistas no hay ya dudas al respecto–, asegura que con su periplo por todos los territorios pretende «escuchar a los que no han sido escuchados», léase las bases del partido.
Será así una especie de precampaña oficiosa, en paralelo a la que también quiere emprender Susana Díaz –que tampoco ha desvelado aún sus intenciones– y a la que mañana mismo iniciará Patxi López en Portugalete (Vizcaya).
La competencia dura se producirá entre Sánchez y Díaz. El regreso del ex secretario general a escena polariza de nuevo al partido. El tercero en liza, Patxi López, se arriesga a quedar, como señalan en fuentes próximas a la Gestora, «en tierra de nadie».
A lo sumo, en Ferraz le pronostican al candidato vasco apoyos entre aquellos que sin ser partidarios de la bandera sanchista no comulgan con un liderazgo de la presidenta andaluza.
País Vasco, su territorio, donde ahora el PSOE es muy residual, puede aportarle respaldos. Igualmente puede recabar apoyos en Cataluña y en Navarra, donde la marca Díaz es más débil.
En el resto de España la guerra por las bases –los barones están muy mayoritariamente del lado de la andaluza– será entre dos: Díaz y Sánchez. En Galicia, Cantabria y Asturias la militancia puede repartirse prácticamente al cincuenta por ciento. En Aragón, dos terceras partes se inclinarían por la andaluza; en Castilla y León, las bases se dividirían ahora en una proporción 60/40 a favor de Díaz, aunque se trata de una comunidad en la que el líder local mueve mucho y en ese terreno siete de los nueve secretarios provinciales apostarían por la presidenta de Andalucía.
En Castilla-La Mancha, por el contrario, Pedro Sánchez arrastra «más de lo que parece», como reconocen fuentes cercanas a la Gestora, lo mismo que en la Comunidad Valenciana y Extremadura.
No así en la región de Murcia, donde pese a que su secretario general, Rafael González Tovar, es partidario claro de Pedro Sánchez, los dirigentes locales más destacados han tomado ya postura a favor de Susana Díaz, de la que recuerdan que es la líder socialista que mejores resultados ha conseguido en las urnas.
Andalucía, aun cuando también cuenta con bolsas de militantes favorables al ex secretario general, es muy mayoritariamente favorable a Díaz. «Y sin los andaluces», repiten en Ferraz, «es prácticamente imposible pensar en la victoria».