Juan Carlos Girauta-El Debate
  • O sea, Sánchez, como caudillo de un régimen, no tiene apoyos externos. Por eso sus eventuales intentos de no convocar elecciones, o de convocarlas torcidamente, o de falsear sus resultados, o de provocar una crisis durante su celebración, serán frustrados aquí

¿Con qué apoyos exteriores cuenta Sánchez? No digo España, digo Sánchez como cabeza de un régimen autocrático caracterizado por: la suspensión informal de la Constitución; el acoso implacable a los jueces que no se conforman con lo primero; una cleptocracia que, tomado lo público, está en trance de tomar lo privado, el IBEX; la vocación de impedir la alternancia política. Apoyos externos de Sánchez: China, Hamás y el conjunto de regímenes socialistas iberoamericanos que llamaremos Narcosur. O sea, no tiene nada. No está claro si el autócrata lo entiende.

Por su afinidad con los terroristas –que agradecen sus campañas de apoyo y su temprano reconocimiento del fantasmal Estado palestino–, Sánchez espera caer bien a la ONU. Eso está garantizado, pero, por si acaso, insiste en regar a la UNRWA con nuestro dinero para que miles de maestros afines a Hamás puedan seguir infectando a los niños gazatíes con las virtudes del martirio, el necesario exterminio de los judíos y las setenta y dos cabras, digo vírgenes, que les esperan más allá. A Guterres, patriarca de los good for nothing, le cae bien Sánchez, seguro. ¿Eso que vale? Ahora mismo, nada. Ni siquiera va a tener influencia para que en la Gaza que viene le respeten los hoteles a los herederos de la vieja socialista catalana que fue precursora en el sector burdeles, tan querido por los Sánchez.

El apoyo de China se cree que lo tiene. Pero una cosa es que tengas a lobistas zapaterinos, o a los zascandiles del bipartidismo cesante con sus consultoras, empujando a favor de los negocios chinos en tecnologías de la información (hay que ser temerario) y otra muy diferente que el poder del hormiguero infinito vaya a hacer algo por ti. Que sepa siquiera quién eres. Que le importe un huevo si estás tú o está otro. Ellos piensan a lo grande y en términos de siglos. Sánchez piensa en sí mismo y en términos de días. Vive al día pues. Por mucha pasta que se lleve su entorno, vivirá al día hasta que tenga su juicio justo, una vez la Constitución vuelva a estar en vigor también ‘de facto’.

El tercer apoyo: Narcosur, donde incluyo a los impulsores del Grupo de Puebla aunque Puebla esté en el norte, como todo México. Pertenece al sur en la estructura de negocio del narcotráfico del mismo modo que los productores canadienses de fentanilo pertenecen al sur. Dejemos esto. Los supuestos apoyos narcopolíticos de Sánchez no serían, obviamente, los académicos a la violeta del Grupo de Puebla sino miembros como Delcy Rodríguez, la Maletas. Pero bastante tienen ahora mismo con la asfixia a la que les somete, y les va a seguir sometiendo sin piedad, Donald Trump. O sea, Sánchez, como caudillo de un régimen, no tiene apoyos externos. Por eso sus eventuales intentos de no convocar elecciones, o de convocarlas torcidamente, o de falsear sus resultados, o de provocar una crisis durante su celebración, serán frustrados aquí. Por nosotros. Como un problema doméstico.