EL MUNDO – 20/07/14
· Le planteará reformar la Constitución después de que el PP y el PSOE acuerden las líneas rojas / Iceta le avisa: «No habrá solución» sin consulta.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya tiene en mente su primer movimiento político de importancia en cuanto sea ratificado como secretario general en el congreso extraordinario del partido, que se celebrará el 26 y el 27 de este mes en Madrid. Sánchez sabe que la siguiente semana acudirá a La Moncloa para reunirse con Mariano Rajoy –al menos, así se lo ha dicho el presidente– y no piensa desaprovechar la ocasión.
Como ha podido saber EL MUNDO, el candidato ganador de la consulta a la militancia socialista quiere que su primera y más importante propuesta a Rajoy sea un pacto sobre el encaje de Cataluña en el Estado con un objetivo: desactivar el desafío soberanista de Artur Mas e impulsar un acuerdo para seguir viviendo juntos.
Cuando Mariano Rajoy llamó por teléfono a Pedro Sánchez para felicitarle el mismo domingo de su elección, el 13 de julio, le adelantó que su intención es citarle para una primera entrevista en cuanto sea elegido. Y de forma inmediata. Es decir, la semana siguiente al congreso –entre el 28 y el 31–.
Sánchez ha explicado a sus colaboradores más próximos en Ferraz que el primer y más grave problema que hay que afrontar, antes incluso del mes de agosto, es el reto independentista. La ley de consultas catalana estará aprobada en septiembre. El 11 de ese mismo mes tendrá lugar la Diada más independentista, en la que se celebrará el 300º aniversario de 1714, una fecha mítica para los que quieren la ruptura. Por último, Artur Mas tiene previsto convocar su consulta sobre la independencia para el próximo 9 de noviembre.
El próximo líder del PSOE aspira a mantener con Rajoy al menos el mismo nivel de entendimiento en asuntos de Estado que ha tenido Alfredo Pérez Rubalcaba. A esto ayudará que tanto el Gobierno como el PP hayan saludado su elección como lo mejor para el país, frente a la opción que consideraban más izquierdista de Eduardo Madina.
Sánchez espera con el máximo interés la reunión que se producirá esta semana entre Rajoy y Mas. Los futuros dirigentes del PSOE confían en que este encuentro contribuya a romper la actual situación de impasse, que sólo se mueve semana tras semana gracias a los pasos que dan los independentistas. Y confían en un acercamiento de posturas que pueda ayudar a rebajar la tensión.
Pero el nuevo líder del PSOE piensa que la desactivación de la agenda independentista puede venir después, si el Ejecutivo y este partido son capaces de alcanzar un pacto para iniciar una reforma negociada de la Constitución.
Pedro Sánchez propondrá al jefe del Ejecutivo que se constituya una ponencia en el Congreso –dentro de la Comisión Constitucional– para estudiar la reforma de la Carta Magna. La propuesta no es nueva. Ya la hizo en su día Rubalcaba y la llevó al Congreso. Pero el PP la rechazó sin tan siquiera estudiarla.
Incluso, Rubalcaba y el que fue líder del PSC hasta hace escasas fechas, Pere Navarro, avanzaron una propuesta que ya cuenta con borradores escritos, aunque éstos no se han conocido. La crisis paralela de los dos partidos (PSOE y PSC), que ha desembocado en la renovación del liderazgo de las dos formaciones, enterró esos documentos hasta ahora.
El dirigente madrileño quiere introducir ahora una importante novedad en su oferta a Rajoy: antes de empezar a estudiar la reforma de la Constitución, pretende que el Ejecutivo, el PP y el PSOE negocien y cierren antes las «líneas rojas» que los dos principales partidos de España –que suman más del 84% de los escaños en las Cortes Generales– quieren delimitar ante la reforma de la Constitución.
El PSOE coincide con el PP en que este proceso de reforma no puede terminar «abriendo en canal» la Carta Magna, como pretenden grupos como La Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) o los nacionalistas catalanes y vascos. Por eso, el próximo secretario general socialista considera que los dos grandes partidos deberían acotar primero qué consideran innegociable, qué no debería tocarse en ningún caso. Y esto, antes de empezar a estudiar una reforma en el Congreso.
Fuentes próximas a Pedro Sánchez apuntaron que el derecho de autodeterminación, el llamado derecho a decidir de una parte de la ciudadanía sobre el todo, o incluso un referéndum para elegir entre la monarquía parlamentaria y la república, deberían quedar fuera de una reforma acotada.
Sánchez es consciente de que en el PP y en el Gobierno hay ahora mismo dos almas frente al desafío catalán: los partidarios de moverse para garantizar la unidad de España con los nacionalistas y los que no quieren ceder ni un ápice y sólo apuestan por aplicar la ley con toda la dureza que sea necesaria. Rajoy, hasta ahora, no se ha inclinado ni hacia un lado ni hacia otro. Con lo que ha estado más en el lado del inmovilismo, según consideran todos en el PSOE.
Esto podría cambiar si los dos grandes partidos avanzan en este pacto, que los socialistas consideran «muy urgente» ante la inminencia del calendario secesionista.
EL MUNDO – 20/07/14