ABC – 04/04/16
· Rivera e Iglesias no han aceptado empezar hoy la negociación como quería el PSOE.
· Inasequibles al desaliento «No nos levantaremos de la mesa hasta que haya acuerdo», dijo el portavoz del Grupo Socialista ayer.
Lo dijo Pedro Sánchez el sábado ante el Comité Federal: estamos ante la «hora decisiva»… sobre todo él. En las próximas tres semanas, hasta que el 2 de mayo se cumpla el calendario de investidura, antes de una repetición de elecciones el 26 de junio, el líder socialista va a intentar por todos los medios atraer a Podemos a su pacto con Ciudadanos mediante un diálogo «a tres».
Y para ello está dispuesto a «cambios sustanciales» en su acuerdo con Albert Rivera en materia de reformas laboral y fiscal y en partidas de emergencia social. Rivera y Pablo Iglesias, que ya han dicho por activa y por pasiva, que Ciudadanos y Podemos son incompatibles, están dejando hacer al PSOE porque nadie quiere aparecer ante la opinión pública como el primero que rompe la única posibilidad de que los españoles no vuelvan a las urnas.
Expectativas opuestas
Sin embargo, tanto Rivera como Iglesias ya está dando primeros signos de que no acuden a las negociaciones con mucho espíritu que se diga. El viernes pasado, los socialistas sugirieron empezar hoy mismo y ambos partidos replicaron que no, que mejor a partir «del jueves o viernes». Además, la expectativa es diametralmente opuesta: mientras que Ciudadanos solo admite sentarse con Podemos para buscar la abstención de este partido a un gobierno suyo con el PSOE (el de los 130), Iglesias solo lo concibe para que C’s se abstenga en la investidura de Sánchez en un Gobierno «a la valenciana», con PSOE, Podemos, Compromís e IU (el de los 161). Para superar esa contradicción insalvable, Sánchez y su equipo insisten en que lo que hay que lograr es el gobierno «de los 199», con las tres fuerzas «del cambio».
Ayer, en Roquetas de Mar (Almería), el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, abundó en esa idea al señalar que «no nos levantaremos de la mesa hasta que no haya acuerdo». Hay muchas diferencias política, dijo, pero a los tres partidos les une que son «incompatibles con la prepotencia de Rajoy, con la corrupción del partido de Rajoy y con la desigualdad que ha creado». El rechazo al Gobierno de Rajoy y a sus actitudes es el motor que empuja el intento del PSOE.
Pero el mero rechazo a Rajoy, del que Albert Rivera hace bandera, no es suficiente para construir una fuerza de Gobierno alternativa. El presidente de Ciudadanos reúne hoy a su Ejecutiva nacional para encarar el tramo final de las negociaciones, con la premisa de que todos los movimientos que tenían que hacer están hechos. Y que solo queda insistir y esperar.
Desde la dirección del partido naranja se rechaza de plano la posibilidad de acordar con Podemos. El posibilismo de Rivera y su intento por evitar unas nuevas elecciones se ha evaporado en cuando Sánchez ha intentado a abrir la vía de un Ejecutivo en el que participasen junto a él las dos formaciones emergentes. «Un mal Gobierno sería peor que unas nuevas elecciones», señaló Rivera el pasado viernes para cerrar a Sánchez toda esperanza.
Un discurso amplificado por los portavoces económicos del partidos, probablemente los que exaltan con mayor determinación su enorme distancia ideológica con Podemos. «No va a haber ningún Gobierno con Podemos, es algo que no va a suceder», resumió el coordinador económico, Luis Garicano. El portavoz adjunto, Toni Roldán, le seguía el argumento: «Entre un Gobierno a tres (PSOE-C’s-Podemos) o elecciones, preferiríamos elecciones».
Las malas encuestas
Lo único que espera Ciudadanos de Podemos es un apoyo, motivado por las malas perspectivas demoscópicas de Iglesias, para el que están dispuestos a «matizar o ampliar» alguna medidas, señalan desde la dirección del partido. Pero insisten en que «los ejes fundamentales no son negociables», entre los cuales incluyen la unidad de España, crecimiento económico, equilibrio presupuestario y lucha antiterrorista. Ciudadanos quiere mantener su lealtad al acuerdo con el PSOE, pero si Sánchez coquetea con una reforma fiscal que suba impuestos, Albert Rivera se levantará de la mesa.
Podemos, tras el intento por cerrar su crisis interna, tratará de escorar al PSOE, con un estilo renovado, que fuerce a Sánchez a romper con Rivera y abrir la vía del gobierno de izquierdas. Una estrategia encaminada a descargarse la culpa de un adelanto electoral. El partido ha cerrado filas para rechazar de plano la posibilidad de apoyar desde fuera el acuerdo PSOE-Ciudadanos.
ABC – 04/04/16