
José Fernández Torres reproducía en X el siguiente titular: “El Gobierno tiene 11.200 ‘enhufados’ a dedo en todos los ministerios y entes estatales. La libre designación se ha convertido en una fórmula habitual pese a que el Supremo estima que debe ser excepcional”. Y comenta: “Luego os extrañáis de que la red eléctrica reviente”.
Y hablando del magno apagón de ayer, hay que destacar la tardanza del presidente del Gobierno en dirigirse a los ciudadanos españoles,-seis horas la primera vez, diez la segunda y veintidós la tercera-, ante un accidente de naturaleza extraordinaria que tuvo colapsada a toda España. En ninguna de las tres ocasiones dijo nada de interés y repitió que sobre las causas del apagón él no descarta ninguna hipótesis. Ana Rosa lo resumió con eficacia: “Compareció para decir lo que ya sabíamos, que no teníamos luz y se marchó dejándnos a oscuras. En 2022 dijo que España niunca iba a sufrir apagones, que era un bulo. Solo faltaba Fernando Simón para decir que serían uno o dos minutos de apagón como mucho”
Fue una suerte que el acontecimiento nos sorprendiera con el PP en la oposición. ¿Alguien se imaginan un apagón semejante con un Gobierno del PP? Arderían las calles, como es costumbre ante cualquier incidencia adversa. Claro que no descuidemos la posibilidad de que el agitprop de la purria sanchista empiece a difundir la especie de que han sido la derecha y la extrema derecha los causantes del apagón para que al Gobierno no le luzca la buena marcha de la economía. No llegaba a ello el follonero Évole, que, sin embargo, hacía lo que podía, el hombre: “Que alguien mire a ver si cuando se ha ido la luz Mazón estaba en el Ventorro”. También podría haber sugerido que el presidente del Gobierno se había librado de su agenda para cenar con su tetraimputada en la India, donde no se había cortado la luz. En fin, ya estamos al nivel de Cuba o Venezuela. Madrid era ayer un trasunto de La Habana. ¿Ven como la culpa es de Ayuso? Según dijo ayer Pedro Sánchez, los territorios del norte y del sur de España recuperamos el suministro eléctrico gracias a Francia y Marruecos países a los que agradeció su ayuda. También dijo que la energía nuclear no es la solución sino el problema. En la misma intervención que agradecía la colaboración de Francia, 700 megavatios. Megavatios generados en sus centrales nucleares, no sé si me explico”.
No me siento capaz de explicar el apagón, al fin y al cabo yo no soy Gonzalito Miró, pero hay algunos titulares en la prensa de hoy que me parecen racionales. Mientras Sánchez culpa a las eléctricas y la energía nuclear, é ste de ABC: “La falta de nucleares y el ‘boom’ de las renovables tumbaron la red eléctrica”. Y en lo tocante a responsabilidades, este titular a cinco de El Mundo. “Corredor ignora las alertas sobre las renovables desde hace cinco años”.
Mercutio que es un asturiano de braveza, que diría Miguel Hernández, explicaba la recuperación: “Poco a poco se está restableciendo la subnormalidad”.
Juan Carlos Apàricio explicaba otra cuestión: “Tenemos de responsable de Red Eléctrica Española a una señora que fue ministra de Vivienda con Zapatero. Ha dejado esta cuestión como dejó su anterior cuestión”. Se refiere a Beatriz Corredor y sí, no hay más que ver cómo quedó la vivienda después de su paso por el Ministerio. En Redeia gana 546.000 euros al año. Hay meses que no gano yo eso en Es.Radio, como te digo una cosa te digo la o.
El apagón era inevitable desde que Pedro Sánchez dijo en 2022 en el Senado: “No va a haber ni apagones de electricidad no racionamiento de bombona de butano ni ninguna de esas escenas apocalípticas que evocan en muchas ocasiones la bancada de la derecha y la ultraderecha junto con los medios de comunicación que jalean estas noticias y estos mensajes”.
Ya que hablábamos de Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, tan callada ayer y hoy, era entrevistad por Susanna Griso y preguntada por la posibilidad de un apagón, decía: “En España no, desde luego. En España tenemos un sistema eléctrico que es el mejor del mundo y no es falso patriotismo. El sistema eléctrico español es de los más seguros, de los más avanzados y yo lo que diría es: “tranquilos, no cambien sus hábitos de vida que en España no puede pasar”.
Comentábamos el lunes la magnífica entrevista de Maite Rico a Loris Zanatta sobre el Papa Bergoglio ese especialista en impostar la máxima humildad para exhibir la máxima arrogancia y el truqui de usurpar el nombre al poverello de Asís para mejor fingirse menesteroso. Pero hay en ello, además, una voracidad increíble en el apoderamiento de la imagen. Recuerda que no quiso que a él le pusieran el preceptivo ordinal después del nombre. Simplemente Francisco, dijo en un autobautizo que nada tenía de simple, porque con esa decisión imposibilitaba que en el futuro hubiera otro pontífice con ese nombre. ¿Cómo va a haber un Papa que se llame Francisco II si no ha habido un Francisco I? El Papa Wojtyla adoptó el nombre de Juan Pablo II y este sí fue un gesto de modestia al declararse simbólicamente continuador de Juan Pablo I, aquel Papa brevísimo que se nos fue en un visto y no visto en agosto de 1978.