EL MUNDO – 28/07/14
· Hará públicas las cuentas trimestralmente y endurecerá el Código Penal para delitos de corrupción / Pactará con Rajoy si limpia «su propia casa»
El nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, enhebró ayer su primer gran discurso político ante todo el partido con un objetivo: levantar a una formación hundida. Ponerla «en pie, en marcha para cambiar España por tercera vez», dijo en referencia a las victorias electorales de 1982 con Felipe González y de 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero.
Sánchez es consciente de que asume el liderazgo del PSOE en el peor momento de su historia. Pero la ilusión que despertó ayer entre gran parte de los más de 1.000 delegados que acudieron al Congreso extraordinario hace prever que la mayoría esperaba ansiosa un cambio de líder para pasar página de la etapa de Rubalcaba. Una de las palancas de ese renacimiento será la regeneración democrática.
Pedro Sánchez hizo ayer el primer gran discurso político de su vida. Ante más de 3.000 personas y la plana mayor del PSOE, el recién elegido secretario general reivindicó el orgullo de ser socialistas, llamó a sus dirigentes a levantarse y trató de subir el estado anímico de una formación hundida. Y por el efecto en el público congregado en el hotel Auditorium de Madrid y por los comentarios que produjo, lo consiguió.
Sánchez animó a los socialistas a ponerse «en pie, en marcha para cambiar España una vez más». Una «tercera vez», en recuerdo de las victorias electorales de Felipe en 1982 y Zapatero en 2004. La Ejecutiva que encabeza el secretario general fue ayer elegida con el 86% de los votos de los casi 1.000 delegados que votaron. Eso sí, obtuvo el voto de castigo (en blanco) del 14% de los presentes fruto de las críticas de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias (Izquierda Socialista) a la falta de integración. Sánchez, en su discurso, no dedicó ni una palabra a sus adversarios en la consulta abierta para liderar el partido. La página de la campaña electoral la da por pasada.
Para levantar al partido, Sánchez abogó por encabezar una «transición económica» que saque a España de la crisis y proteja a la clase media, a la que reivindicó muchas veces. Apostó también por una reforma territorial que ponga fin a las tensiones independentistas y sea capaz de conseguir la unidad de España a través del federalismo y, por último, ofreció un mensaje de regeneración política en el que el PSOE debe ser el primero, dijo, en dar ejemplo.
«Si prometemos transparencia, somos transparentes, por eso vamos a publicar trimestralmente las cuentas del partido», anunció; «si prometemos que sólo contaremos con gente honrada, cumplimos, por eso publicaremos los bienes e intereses de todos los cargos públicos del PSOE, empezando por esta Ejecutiva».
Sánchez pretende, según anunció ante el plenario, que el PSOE «lidere un proyecto de democracia radical» y por eso enfatizó que «no hay espacio en este partido para quienes ensucian la política». Entre las propuestas que recordó –algunas nuevas, otras anunciadas en su campaña–, aseguró que pondrá fin al «aforamiento total de cargos públicos», y que limitará los mandatos a la Presidencia del Gobierno a dos. Y que acabará con la financiación privada de los partidos «para asegurar su independencia ya que velan por la limpieza democrática».
Entre otras muchas medidas, propuso también endurecer el Código Penal para luchar contra la corrupción, abrir las puertas de las instituciones a la participación, empezando por el Congreso de los Diputados, y reformar el sistema electoral.
Sánchez sabe que el enfermo no es sólo el Partido Socialista, sino que el mayor problema es el alejamiento de los ciudadanos de las instituciones y de los partidos. Por eso, abogó por recuperar la confianza de los ciudadanos con la ejemplaridad. Y con «una fórmula bien sencilla: cumplir lo que prometemos», como ocurrió en la votación del nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que el PSOE rechazó en el Parlamento Europeo.
Sánchez se reunirá con Mariano Rajoy en La Moncloa y ayer ya le envió varios recados. Ante un posible pacto contra la corrupción, le advirtió: «Si quiere regenerar la democracia, lo tiene fácil: que coja la escoba y limpie su casa». Y le exigió que asuma responsabilidades políticas por el caso Gürtel, «aunque sea en diferido, pero que las asuma».
También se refirió a Jordi Pujol –sin citarle– y a sus cuentas en paraísos fiscales cuando tildó de «hipócritas» a los que «cuando hay que elegir entre patria o patrimonio, optan por el segundo y se lo llevan al paraíso fiscal de al lado».
Durante casi 55 minutos, el nuevo líder aseguró que de este Congreso extraordinario los socialistas salen «más fuertes y unidos». Y proclamó que el de ayer fue «un pésimo día para los que quieren un PSOE débil».
Sánchez se mostró convencido de que los socialistas van a protagonizar una «remontada» en los próximos meses y recordó a todos que son «los sucesores del partido más importante de España» que ha logrado los «mayores avances» para el país.
Por último, el dirigente madrileño animó al PSOE «a salir al encuentro» de «los indignados», de «los votantes que se alejaron de nosotros» y también de «quienes votaron al PP y están decepcionados porque se saben engañados».
La nueva Ejecutiva socialista elegida ayer tiene por primera vez más mujeres (20) que hombres (18). Y cuenta con hasta 10 barones, cinco con área propia: César Luena (La Rioja); Patxi López (País Vasco); Ximo Puig (Comunidad Valenciana); José Miguel Pérez (Canarias); y Roberto Jiménez (Navarra). Como vocales también están Tomás Gómez (Madrid), José Ramón Besteiro (Galicia), Francina Armengol (Baleares), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Eva Díaz Tezanos (Cantabria).
En el máximo órgano entre congresos, el Comité Federal, por último, están Madina y Pérez Tapias. En él también se integran José Antonio Griñán, Manuel Chaves, Elena Valenciano, Óscar López, Antonio Hernando, Purificación Causapié o Inmaculada Rodríguez Piñero, Trinidad Jiménez o Gaspar Zarrías.
EL MUNDO – 28/07/14